Las manos de Valentín recorrían todo mi cuerpo tocando cada centímetro por encima de la fina tela del vestido y sus labios en mi cuello hacían maravillas también. En frente lo tenía a Mateo, quien me miraba fijamente y apretaba mis caderas acercándose cada vez más y más a mi boca con una sonrisa divina.
Habíamos regresado a la fiesta y ahora mismo nos encontrábamos en el punto máximo de apogeo y yo, al igual que el resto, estaba demasiado alegre por el alcohol como para percatarme de lo que sucedía. Además estuvimos fumando y con eso mis sentidos se multiplicaron por un millón, así que con cada roce o con cada beso mi piel se erizaba de cabeza a pies y era mas fácil dejarme llevar.
Resulta que Kevin había organizado una especie de juego de la botella pero en lugar de besos eran bailes y esta vez nos tocó a nosotros.
Primero había salido seleccionada yo, y luego de que Polly se encargue de hacer girar la botella, milagrosamente el pico quedó apuntando tanto a Valentín como a Mateo, justo entremedio de ambos.
Y ninguno de los dos tuvo problema con compartirme.
Nos pusimos de pie apartándonos de la ronda y juraba que la canción que sonaba en ese momento no me la iba a olvidar nunca mas en la puta vida.
Fue Valentín quien comenzó moviéndose detrás mío pegando su pecho contra mi espalda y rozando la entrepierna contra mi culo. Con sus manos inquietas acariciaba mi vientre, subía rozando mis pechos y finalmente terminó haciendo a un lado mi pelo para dejar el cuello libre y así poder atacarlo.
Yo simplemente bailaba y disfrutaba. Tenía los ojos rojos y achinados y no podía pensar con total claridad. No con Valentín actuando de ese modo.
Él mismo se encargó de sumar a su amigo agarrándolo de la mano y acercándolo a mí. De esa manera le dió el pase para que actúe porque al parecer Mateo no era tan vivo como aparentaba. O tenía cagaso de que lo manden a la mierda si me ponía un dedo encima.
Tan pronto como se acercó llevé las manos a sus hombros y eché la cabeza hacia atrás apoyándome en el pecho de Valentín. Mientras tanto, el resto de los invitados gritaba para alentarnos a mas, algunos grababan la escena y otros se sumaban al baile poniéndose en parejas o en grupo. Incluso pude ver a Polly moviéndose muy alegre junto con Kevin.
— ¿Te gusta? - la voz de Valentín retumbó contra mi oreja y no llegué a distinguir si me estaba hablando a mí o a su amigo, hasta que aclaró.- porque es mía.
Sonreí por como sonó eso al salir de su boca, tan caliente y con una seguridad que me encantaba.
Mateo asintió con la cabeza mirándome y con sus manos recorrió los costados de mi cuerpo acercándose un poco más mientras bailaba.
— Me encanta. - respondió casi en un susurro y Valentín levantó mis brazos estirándolos hacia arriba al mismo tiempo que los acariciaba sutilmente con la yema de cada dedo.
Terminé de acomodarlos alrededor de su cuello estando aún de espaldas y mi cuerpo se arqueó cuando empujó su erección contra mi culo haciéndome suspirar.
— Probá. - habló de nuevo Valentín y la mirada de Mateo pareció haberse iluminado, pero antes de ver su accionar, lo detuvo apuntándolo con el dedo y buscó mi mirada con una sonrisa.- va, si ella quiere.
Mis ojos estaban cerrados y podía sentir como Valentín acariciaba mi mejilla con sus labios esperando una respuesta. Tardé unos segundos porque estaba perdida. Nunca antes me había sentido así como ahora y había que admitir que me gustaba.
Así que asentí levemente con la cabeza y la sonrisa de mi rostro se hizo mucho mas grande al ver todo lo que vino después.
Valentín parecía estar realmente de acuerdo y el estado de su miembro me lo demostraba al clavarse contínuamente contra mí. Además de que se mostraba mucho mas juguetón de lo normal y no parecía importarle nada, al igual que a nosotros dos.
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rebeldía; wos
Fanfiction❝ - ¿Alguna pregunta que quieran hacerle? ❞ ❝ - ¿Cuánto tenés de corpiño? ❞ Prohibida su copia y/o adaptación.