23 || 𝓯𝓵𝓸𝓻𝓮𝓼 𝔂 𝓼𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽𝓸𝓼

4.4K 223 120
                                    

El tiempo comenzó a volar y los meses fueron pasando uno detrás del otro sin cesar.

Y si mamita.

La primavera había llegado y con Valentín aprovechábamos para salir cada tarde de paseo para disfrutar del sol y de mi época favorita del año, a veces a solas y otras tantas junto con los chicos.

Caminábamos toda la tarde y él se encargaba de regalarme una flor de cada color del arco iris. Las enganchaba en mi oreja o en mi pelo y yo hacía lo mismo porque le quedaban preciosas.

Todo en él se veía lindo.

Desde las veces en las que regresábamos a casa borrachos y a pata bajo el amanecer luego de irnos de joda, con sus ojos rojos y brillantes, o cuando intentábamos cocinar algo juntos. Siempre terminaba todo hecho un desastre pero al menos había voluntad y después bien que nos comíamos todo

También cuando se quedaba a dormir conmigo. Solíamos desvelarnos toda la noche y al otro día se despertaba con una carita de sueño que más de una vez me atreví a fotografiar.

Valentín me gustaba. Estaba completamente loca por él y en el último tiempo pude confirmar que lo nuestro iba mas allá del sexo y de todo ese histeriquéo que aún se mantiene latente. La pasábamos bien juntos y no necesitábamos un título porque nos respetábamos y sabíamos lo que queríamos.

Y así la vida fue por fin color de rosa, después de tantas idas y vueltas y de la inseguridad que alguna vez llegué a sentir antes de quererlo tanto. Porque tengo que admitir que por poco no me gana el miedo, y sin embargo ahí estaba, entregándome por completo a él.

A mí Valentín.

Ahora mismo me encontraba con Kevin y Mateo organizándole a Valentín una fiesta de cumpleaños para hoy a la noche. Venía ignorándolo desde ayer y tuve que hacerle creer que estaba enojada con él porque sino lo tenía pegado como una garrapata todo el día.

Y no es que me moleste, de hecho lo estaba sufriendo un montón, pero quería sorprenderlo y festejar a lo grande como debía ser.

El living de mi casa estaba lleno de globos por todos lados, había guirnaldas que faltaban colgar y también una pancarta que Kevin se encargó de hacerle con aerosoles hace un rato atrás.

Siempre a último momento, claro.

Me acerqué a donde estaba Mateo y éste me sonrió pasándome un par de globos, no sin antes golpearme con ellos en la cara.

— Mirá como te tiene ese pibe eh. - habló entre risas y se mordió el labio negando con la cabeza. Sabía a lo que se refería porque venían jodiéndome con eso desde que nos conocimos, y a esta altura ya me daba por igual. No negaba ni afirmaba nada.

— Es mi amigo, así como vos o como Kevin. - dije sin mirarlo y me encogí de hombros. Mateo volvió a reírse incluso mas fuerte que la vez anterior y yo simplemente suspiré.

— A mí no me das besos, ni tampoco dormimos juntos o dejas que te... - se calló al ver mi cara de enojo y lo golpeé por idiota antes de que se desubique.

— Somos amigos mas íntimos, supongo. - evité mirarlo porque estaba sonrojada. Con Valentín nunca nos hicimos cargo delante de ellos que entre nosotros dos pasaba algo mas, ni siquiera cuando ya se había vuelto demasiado obvio.

Preferíamos guardarlo para ambos y que el resto saque sus propias conclusiones. Costó, porque él quería gritar a los cuatro vientos que andaba conmigo, pero después de un tiempo me dió la razón y cada vez que teníamos compañía se contenía bastante bien.

Parecía estúpido, pero a mí me gustaba así. Además, como mencioné antes no somos pareja, solamente amigos con beneficios por decirlo de algún modo.

rebeldía; wos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora