Ambientado en los capítulos 66-67 del manga.
El Imperio Kai y la Tribu del Fuego.-¡Oye, jovencita! ¡Ven aquí, rápido!- Yoon, a pesar de saber que se referían a una chica, se giró al reconocer la voz del hombre de la noche anterior, aquel que tanto había insistido en verlo bailar con vestido. Vio que se refería a él y se acercó al hombre. Al parecer, a pesar de haber estado hablando con él y cocinando juntos, aún no se había percatado de que Yoon era un chico y no una mujer.
-¿Seguro que está bien que se mueva tanto? Anoche en el festival se emocionó y se hizo daño en la espalda, ¿no?- preguntó el chico preocupado.
-Desde que me pusiste la medicina en mi espalda y mis hombros, me siento realmente bien.- afirma el contrario. Mira fijamente a Yoon unos segundos antes de soltar un suspiro.- Ah, me equivoqué.- el menor le mira confuso.- No eres una jovencita, sino un chico. Por Dios, di eso antes.- se quejó, apartando la mirada abatido.
-Lo siento. ¿Está enfadado?
-No.- negó, a pesar de su mueca de niño pequeño.- Ten.- puso frente a él una bolsa, esperando a que el chico la tomase. Yoon curioseó el interior tras tomarla, sorprendiéndose al ver su contenido.
-¡Semillas Iza! ¡Pero es demasiada, anciano, esto es...!
-Tómalas.- interrumpió el contrario, desviando la mirada.
-Pero dijo que eran muy valiosas...
-No es tan importante. Tómalas. Jovneci... Digo, niño.- se corrigió.- Tú, de forma muy generosa, utilizaste tu valiosa medicina en mí. Menos mal que me di cuenta antes de arrepentirme. Ya me había arrepentido de preguntarme por qué debería compartir las semillas con invitados que vinieron desde tan lejos.- reveló, sincero.- También es porque tenéis a una bailarina muy buena. Los de la aldea sienten lo mismo.
Yoon, conmovido, le dio las gracias y un corto abrazo. Sabía lo valiosas que aquellas semillas eran para la pobre aldea, y aún así se las estaba dando a unas personas sin saber quienes eran o de donde venían. Sin duda, tenía un gran corazón. El anciano correspondió con una sonrisa muy grande.
Le prometió cuidar bien de ellas y fue corriendo en busca del resto del grupo para enseñarles lo que había obtenido.
"Ik-Soo... Hay gente maravillosa incluso al otro lado de las montañas..."- pensó con una sonrisa mientras se acercaba a Yona.
-¡Yona!
-¡Yoon! Escucha, hay problemas...- comenzó a decir ella, siendo interrumpida por el risueño chico, quien no la escuchó y habló.
-¡Escucha, escucha! ¡Conseguí las semillas Iza!
La princesa, alegre por la noticia, olvidó el probema que había a sus espaldas y sonrió alegre.
-¿¡Qué!? ¿¡En serio!? ¡Eso es maravilloso, Yoon!
-¿Cierto? ¡Ese anciano es un hombre increíblemente amable! ¡Y parece que a los aldeanos les encantó tu baile!
-¿De verdad? ¡Gracias a los cielos...!
En un movimiento inesperado y sorpresivo, Hak y Jae-Ha cubrieron las bocas de Yona y Yoon, respectivamente, haciéndoles callar. Mio cambió el peso de pierna.
-Nosotros también querríamos celebrar...- comenzó el peliverde, sonriendo a pesar de todo.
-Quedaos en silencio por un momento.- dijo el guardaespaldas serio, sintiendo las manos de Yona en su brazo.
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Mi Dragón - Akatsuki no Yona
FanfictionCon el tiempo, la gente pierde cosas. Experimentar pérdidas es parte de la vida. También perder a personas importantes que cambiaron la forma de vivir esa existencia solitaria. Algunos pierden su primer amor. Otros, la armonía de sus relaciones. Se...