Capítulo 26

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Plan y estrategia.


Había amanecido, y Yona sintió como ponían una mano sobre su hombro y la llamaban tratando de despertarla.

-...cesa. Princesa.- la pelirroja abrió los ojos medio dormida, encontrándose a Hak frente a ella. Ignoró el hecho de que Jae-Ha estuviera tumbado a su lado, y que Hak estuviera apoyando una rodilla insensiblemente sobre la cabeza del peliverde. De noche, cuando el guardaespaldas y el Ryokuryū cambiaron el turno de guardia, el mayor aprovechó para tomar el lugar de Hak y acostarse junto a la princesa. Hak estaba algo molesto por eso.

-¡Lo siento! ¡Me quedé dormida!- exclamó la pelirroja, sentándose en su lugar y mirando sólo al moreno.- ¿Es muy tarde?

-No, aún está amaneciendo.- la tranquilizó el contrario, calmado.

-Hak, me estás aplastando...- se quejó el peliverde, siendo ignorado por todos.

Zeno todavía dormía, y Kija estaba despertándose lentamente. Shin-Ah cabeceó y Yoon se pasó las manos por la cara, tratando de despertarse por completo.

-¿Qué pasó con la pelea?- preguntó la pelirroja, preocupada.- ¿La provincia de Sen ya atacó?

-En realidad, las puertas fueron bloqueadas, así que no ha llegado nada de información nueva.- explicó el ex-general.- Mio salió anoche a buscar información, pero aún no ha regresado.

Jae-Ha se extrañó al oír aquello, pero no dijo nada. Le comentó a Hak que Mio había salido, pero creyó que habría vuelto para ese momento.

-Definitivamente esto está muy tranquilo.- continuó, levantándose para que el peliverde también pudiera hacerlo.

-Si pudiéramos saber lo que está sucediendo en el exterior...- pensó en voz alta la pelirroja.- ¿Y si la batalla ya llegó a la capital?- Jae-Ha se puso la capucha y le sonrió.

-Bueno, ese es mi trabajo. Iré a echar un vistazo.- dijo, tranquilo.

-Oh, es verdad, Jae-Ha puede saltar.- recordó Yoon, sorprendido.

-¡Jae-Ha! ¡Lleva a Zeno contigo, está aburrido!- gritó el rubio, alegre como de costumbre. No estaban seguros de cuánto tiempo llevaba despierto. Se subió a la espalda del más alto, y éste sólo le acarició la cabeza como si fuera un gato que no quería que su dueño fuese a trabajar.

-Los niños pequeños deberían seguir durmiendo.- alegó el Dragón Verde, paciente como si estuviera hablando con su hermano más pequeño.

-¡Jae-Ha! Espera un segundo.- pidió Yona, haciendo que el nombrado se girara hacia ella, sonriéndole coqueto.

-¿Qué ocurre? ¿Quieres venir conmigo?- preguntó muy feliz y radiante, con una sonrisa dulce y suave para tratar de encandilar a la pelirroja.

-Sí, por favor, lleva...

Sin dejarla terminar, Jae-Ha la cortó contento.

-¡Por supuesto! Te sujetaré muy fuerte.- habló, acaramelado.

No se esperaba que terminaría cargando a Shin-Ah en brazos como si el de cabello azul fuera una princesa. Jae-Ha estaba algo confuso.

-¿Eh? ¿Qué es esto? ¿Qué es esto? ¿Vamos a observar el paisaje?- preguntó, perdido.

-Por favor, lleva a Shin-Ah contigo.- pidió Yona, tranquila.

-Ya veo, si va Shin-Ah contigo podrá ver mucho mejor.- comprendió Yoon, de brazos cruzados.

-¡Shin-Ah, asegúrate de cumplir tu misión!- pidió el albino, dedicado al trabajo bien hecho como de costumbre.

-Jae-Ha, hermano, por favor asegúrate de sujetarlo bien fuerte.- habló Hak, serio, metiéndose con el contrario y disfrutando por dentro a pesar de su rostro serio.- Dos hombres grandes volando por el cielo, uno cargando a otro como una princesa. Si fuera yo, les dispararía sin duda.

Mi Dragón - Akatsuki no YonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora