Capítulo 24

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Ambientado en los capítulos 68-69 del manga. 

Regreso.

Desde la esquina, el grupo de la Princesa escuchaba en silencio las noticias pasarse de boca en boca. 

-Parece que las tropas de la provincia de Sen llegaron al fuerte Kah-Sho. 

-¿Está el general Soo-Jin por fin confrontándolos?

-Si están pelando las fuerzas de Soo-Jin, entonces hay que asumir que si las tropas de Sen ganan y vienen aquí... los soldados estarán exhaustos, ¿no?

-Las fuerzas de élite de Kyo-Ga están en el castillo. Además, hay refuerzos del Rey Soo-Won. Ellos los detendrán, ¿verdad?

-Yoon... ¿Crees que eso será lo que va a ocurrir?- preguntó la pelirroja, seria. El chico pensó una respuesta, pero alguien entró exaltado trayendo, al parecer, nuevas noticias.

-¡O-oíd! ¡Hay problemas!

-¿Qué sucede? 

-Bebe algo.

-Al parecer...- continuó el hombre, tras respirar cansado.- La provincia de Sen está aproximándose aún más a Saika... 

La gente en el lugar se exaltó. 

-¿¡Qué!? ¿¡C-cómo!?

-¿¡Significa eso que Soo-Jin... Que el fuerte Kah-Sho ha sido derrotado!?

-No puede ser...

Mientras que la gente murmuraba y se quejaba angustiada, Hak suspiró. Se apoyó de nuevo en la pared y cerró los ojos. 

-Algo está mal. Las cosas se mueven demasiado rápido. 

-Sí... Quizás las tropas se han separado...- pensó en voz alta el menor. Yona le miró, ladeando la cabeza. 

-¿Separado?- repitió, confusa. El contrario asintió. 

-Creo que las tropas de Soo-Jin aún están combatiendo. En cambio, las de Sen se dividieron en dos para poder pelear contra el fuerte Kah-Sho y contra Kyo-Ga a la vez. Los soldados que tienen más fuerzas por pelear menos deberían de ir en ese grupo, acercándose a la capital y preparados para enfrentarse a las tropas de refuerzo del Rey. 

Yona no dijo nada al entender lo malo de la situación. Para aligerar la tensión, Jae-Ha se acercó a ella, sonriente. 

-No pasa nada, querida Yona. Saldremos a fuera a tomar el aire y escaparemos si fuera necesario.- al momento, todos se abalanzaron sobre él. Hak puso su brazo sobre la cabeza del peliverde y se apoyó ahí. 

-Ya veo, gracias.- dijo, serio.- Estaré bajo tu cuidado. 

-Yo también.- habló el chico menor desde atrás, serio también.

-¡Zeno también, Zeno también!- exclamó el rubio, abrazando al Ryokuryū sonriente y feliz, recargando su peso sobre él. Shin-Ah guardó silencio. 

-P-pesáis demasiado...- murmuró el mujeriego al notar al Dragón Amarillo subirse a su espalda.

La pelirroja, a pesar de presenciar la escena, seguía seria, en su mundo, lejos de allí. No se sentía cómoda, y tenía una muy mala sensación con todo lo que estaba pasando. Para aumentar su preocupación, había dos miembros de su grupo que aún no habían regresado. 

-A pesar de que los soldados se están acercando...- murmuró, casi para ella misma.- Todo está muy calmado. 

-Es de noche.- dijo Yoon.- Deben de estar descansando para mañana.- Y hablando de eso... Se ha hecho tarde. ¿Dónde están Kija y Mio?

Mi Dragón - Akatsuki no YonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora