Capítulo 29

600 88 72
                                    

Basado en los capítulos 73-75 del manga

Enemigo

A Mio le dolía el pecho.

Llevaban peleando un buen rato, evitando causar muertes si era posible, y siempre tratando de separar a todos los soldados de la princesa pelirroja. A aquellos que lograban acercarse con intenciones de herirla, Hak y Mio se encargaban de despacharlos y mantener a Yoon y a Yona a salvo.

Pero la inmortal había cruzado la mirada con aquel joven Rey, tan parecido al inolvidable Hiryū, y algo dentro de él también lograba que Mio viera a dos personas diferentes en el mismo lugar. La sangre del primo de la princesa era la misma, Mio podía sentirlo en su propia sangre.

Sentía un grito agónico atascado en su pecho, silenciado amargamente en su garganta arañando su interior tratando de salir.

Más de 2.000 años habían pasado, y sin embargo ella sentía que nada había cambiado. De nuevo, era una niña indefensa y fácilmente sobrepasada por sus emociones, por el miedo y por la tristeza.

La figura de Hiryū tomo fuerza en su cabeza, su imaginación lo plantó frente a ella como si el tiempo no hubiese pasado. Y no era capaz de mirarlo con rencor u odio, no era capaz de reprocharle nada de lo que había hecho y de tratar de mantener su enfado latente.

El Rey Rojo se transformó de nuevo ante sus ojos, en un chico rubio y de ojos celestes, más joven, delgado y algo más bajo. Sin embargo, su cabeza vibraba, su sangre la atraía hacia él. No, no era Hiryū, pero el corazón de Mio chillaba inteligibles súplicas y su cabeza gritaba desesperadas órdenes.

---⛩️---

"-Los flancos se están cerrando a nuestro al rededor, Su Majestad.

-Tomad a los arqueros y a los lanceros y defended la retaguardia.

-¡Sí, mi Rey! ¡Ya habéis oído! ¡Arqueros y lanceros, conmigo!

-Hermanos, nosotros iremos al frente.

-A sus órdenes, Hiryū-sama."

---⛩️---

Mio tomó aire con fuerza, y se obligó a apartar la mirada. Abrumada, agarró su alabarda con más fuerza entre sus manos, tragando en seco y mirando al frente. Su corazón palpitaba con tanta fuerza y rapidez en su pecho que dolía, lo sentía golpear contra sus costillas como si no tuviera espacio suficiente. Su cuerpo parecía haberse vuelto de piedra, y se mantenía en tensión como la cuerda de un arco demasiado tensa. No podía pensar en él, no podía permitir que hirieran a Yona por estar atrapada en recuerdos del pasado.

Sus ojos verdes esmeralda brillaron con instinto asesino hacia los soldados frente a ella. Estos retrocedieron, asustados del "monstruo" capaz de regenerar sus heridas en instantes.

Sin embargo, eso no la contentó. Un par de hombres se acercaron más de lo que deberían con la intención de herir a Yoon, así que ella dio dos pasos hacia delante, cargada de decisión, y sin dar una palabra usó su alabarda para abrirse paso entre la espada y la armadura de uno de los hombres y hacerle un corte casi mortal en el pecho. Mio giró y atacó al otro soldado, haciendo un corte muy profundo en su pierna que lo hizo car al suelo. Se acercó a él, mirándolo desde arriba con asco, y le dio una patada en el estómago que lo dejó sin respiración.

---⛩️---

"-Eh, Hakuryū, desde aquí arriba se te ve con problemas.

-Desde aquí abajo se te ve aún más imbécil.

Mi Dragón - Akatsuki no YonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora