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"Charla de la Primavera"

La mano de Jungkook se encontraba entrelazada con la de Taehyung mientras caminaban hacia la cabaña del bosque, el camino se llevó en total silencio, al llegar a la cabaña, abrieron la puerta y entraron, Jungkook mire una de las ventanas que daba vista a la parte trasera del bosque, miro algo morado colgando de un árbol, miro confundido y Sali de la cabaña hacia la parte de atrás de esta.

Se acerco con cuidado hacia el árbol y miro un retoño de una flor colgando, miro alrededor de las ramas del árbol y varios retoños empezaban a crecer, escuchó unos pasos detrás de él y se giró para encontrarse con su novio, algo de lo que jamás le ha hablado a Taehyung es que conforme el tiempo avanza, su miedo hacia la primavera crece cada vez más, porque sabe que Taehyung se va ir, miro como la vista del castaño se desviaba hasta los retoños del árbol y suspiraba.

Tenemos que hablar Dijo con la voz tranquila y Jungkook asintió.

¿De qué es lo que quieres que hablemos? Pregunto y miro como el castaño suspiraba y apuntaba los retoños del árbol.

De cuando la primavera llegué Dijo y Jungkook sintió un hueco formarse en su estómago.

¿Qué es lo que tenemos que hablar de cuando la primavera llegue? Pregunto mientras desviaba su mirada del castaño y Taehyung sonrió tiernamente.

Crees que no me di cuenta de tu miedo a que me vaya Dijo y Jungkook suspiro, creyó que había logrado esconder todos aquellos sentimientos por la primavera.

Bueno por lo menos intente evitar esta platica, pero te diste cuenta Dijo el pelinegro y Taehyung sonrió para asi acercarse a su novio y colocar una de sus manos frías en una de las mejillas de Jungkook.

Jungkook, sé que no quieres esta platica, pero tenemos de hablar de lo que pasara con nosotros Susurro el castaño y Jungkook por inercia negó repetidas veces.

No quería, no quiere, odia la primavera y eso jamás lo cambiaria Taehyung.

Taehyung tomo de la mano a Jungkook y caminaron hacia lo más alto de la montaña, al llegar se sentaron en la banca de la última vez y Taehyung miro al azabache después de mirar por unos momentos la vista que les proporcionaba aquella gran montaña.

Jungkook, no quiero lastimarte Dijo y Jungkook suspiro mientras miraba la vista frente a ellos.

Tengo miedo, ¿Quieres escucharme? Te diré todo lo que siento Dijo Jungkook y Taehyung tomo su mano y lo miro esperando que continuara con su plática.

Tengo miedo, no lo voy a negar, tengo miedo a que te vayas con mis sentimientos entre tus maletas como lo has hecho por los últimos años, mi cobardía no deja expresar lo que siento, aquellos sentimientos que no puedo explicar siguen ahí guardados, tengo miedo, mucho miedo, pero no te detendré, a pesar de que las cosas cambiaron del ultimo invierno a este, no te cortare tus alas Taehyung, sé que tienes que volar, tienes que conocer más gente, solo le pido a la primavera que te cuide, a pesar de mi odio por ella, quiero que te cuide, solo de esa forma tal vez, solo tal vez me aliare con ella y con el tiempo, entre mi agonía y dolor aprenda a quererla, aun asi cuando te separo de mi lado Dijo y Taehyung lo miro con sus ojitos lagrimosos.

PerdónameSusurro bajito Taehyung y Jungkook junto su frente con la de él.

Creo en ti Taehyung, deja a mi miedo vivir su momento, al final sé que se ira, ha sido un amigo todos estos años, no tienes por qué preocuparte de él Susurro y Taehyung suspiro para después unir sus labios con los suyos en un delicado beso.

"Perdóname, Taehyung, perdóname por favor" Pensó el azabache entre aquel beso.

Jungkook:

Cuando decides vivir, en realidad lo que estás haciendo es dejar que el tiempo pase. Que pase. Y nosotros teníamos un trato, prohibírselo. Prometimos detenerlo, o por lo menos no dejarle volar.

Pero eso es imposible. Estar a tu lado hace que se revolucione. Aún más. Aquí me tienes, en carne y hueso. Esperando a que me abras por dentro eso que llaman corazón, y el resto de los sentidos, que no hemos de dejarlos en la sombra.

Vengo a decirte, y a darte. Vengo a que me veas por dentro, cada órgano, cada resquicio de piel. Quédate. Léeme. Pero quédate. Prometo no defraudarte.

No lo llamemos destino, no me gusta ponerle cadenas a la vida. Llamémoslo suerte. Suerte. De haberte conocido, de hoy poder estar aquí contigo.

No sé por dónde empezar, tengo tantas cosas que decir. Poco a poco te me haces mayor, creces, ves la vida de otra forma, luchas por tus metas. Eso es lo que admiro de ti. Tal vez cuesta toparse con una persona tan luchadora, decidida a hacer, y rehacer si es necesario.

A capa y espada, la guerra a nuestra manera. Porque la vida es una continua pelea, nosotros su ejército, entre las sábanas, bajo la lluvia. Sé que si me ocurre algo te tendré. Sé que si te ocurre algo me tendrás.

Ten por supuesto que he venido para quedarme. Cuando me dejes. Dejarnos la piel.

Hasta que duela. Mejor que no duela nunca.

Me he preguntado varias veces si debería de mirarme eso que llevo dentro que me provocas. Que no sé qué es, que no sé si quiero saberlo.

Nos une es quizás un pasado, el miedo a sufrir. El que nos decepcionen. Que nos descosan las entrañas. Pero de repente, me llegas tú, y es inevitable no derretirme. Rompiendo esquemas. Latiendo.

¿Qué cómo me siento? No sabría explicártelo. Mi corazón se acelera, he intentado domarle, pero no puedo. Se empeña en salirse de mi pecho, una y otra vez, y otra vez. He tenido más de una conversación con él, pero no escucha, se dejar llevar, como el viento, como el agua.

Se ha quitado las espinas, y la coraza. El resto de mi cuerpo me delata, tiembla antes de verte, la piel de pollo, y susurrarte al oído mil y una palabras sin sentido.

Una vez alguien me dijo que si no te esfuerzas no esperes a que te pasen cosas bonitas. Y tienen razón. Si de algo no me arrepiento es de nosotros. Al menos podemos presumir de no habernos llevado el "y si" a la tumba. Piel de acero nos llamó.

Uno no elige quien le gusta. Bajo esta coraza de chico inerte que tengo soy extremadamente sensible, y cariñoso.

Que si la suerte está en los tréboles de cuatro hojas dame uno que se las quitaré todas. Dejarle seco. Porque entonces veremos que la suerte no se mide en números, ni en amuletos, es mirar a esa persona y que te atraviese por dentro.

Los "te quiero" me parecen demasiado violentos. Es como exigir que seas de mi propiedad, a punta de pistola.

Y eso duele, porque el amor, y todo lo que conlleva, ha de ser libre...pero te quiero

Y sí, dije quererte hasta que duela, y al final dolió.

Y sí, dije quererte hasta que duela, y al final dolió

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Winter Bear. ¹(Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora