*Capítulo 31*

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APPEL

Veo que mamá esta hablándome por señas, señas que solo un hada puede entender.

Todos estamos viendo lo que esta pasando ahora, creo que deberíamos irnos para dejarlos solos.

— Mamá tengo que hablar contigo — digo agarrando a mamá y a Oliver y sacándolos de ese lugar silencioso e incómodo.

Mientras se escucha en nuestro tras al resto levantarse y Nicolás hablar un "míos" mientras veía su vientre de Bonnie.

Creo que pronto tendremos al próximo alfa, sonrío para mi mientras imagino a un Nic pequeño juguetiando por toda la casa o una pequeña Bonnie jugar con muñecas.

— Esto se puso intenso — dice la señora Grace y todos asentimos.

— Tarde o temprano hiba a ocurrir — dice la abuela Arminda y le doy la razón.

Si no se protegían era obvio que hiban a terminar con la bendición.

Todos los que estábamos en la sala salimos para darles espacio, casi muchas cosas han pasado en esta mañana.

— Porque no pensamos en que hacer mientras esperamos — habla campanita y todos asentimos.

— Porque no vamos a pasear por el parque — dice la abuela y aceptamos.

Caminamos al parque y vemos a los niños correr por aquí y por allá ya sea en su forma humana como en su forma lobuna, son tan lindos.

Siento una mano en mi cintura y me doy cuenta que es Oliver quien me esta agarrando.

— Cuando estaremos asi como están ellos — dice mientras mira pasar a una pareja con un bebé en sus brazos.

— Cuando llegue, solo hay que esperar — hablo y él solo asiente.

Caminamos hacia el césped en donde estaba un árbol haciendo sombra y nos sentamos ahí a mirar el lugar, las personas, los niños y los abuelitos.

El cálido sol y todas las travesuras de los pequeños licantropos hacian reir a todos nosotros.

La abuela Arminda se hecho en el césped cálido y todos la seguimos, viendo el cielo y algunos pajaritos volar.

Pero claro como no todo es alegre siempre tiene que ver alguien quien lo malogre todo y ahí está Oliver.

— ¡Un pájaro me cagó! — dice y todos nos levantamos para ver de que esta hablando y veo que su cara esta con algo blanco — ¡el pájaro me lleno de su popo en mi cara! — grita mientras que nosotros estamos riendo.

La abuela le da papel para que se pueda limpiar y así lo hace.

— Por eso detesto a los pájaros — habla limpiandose.

Despues que pasa todo eso, nos hechamos de nuevo al césped y seguimos mirando todo.

Era tan bonito esta sensación que no quería que se fuera.

...

— Señorita, deberían ya de irse a casa esta oscureciendo — habla moviendome.

No se como fue que me quedé dormida, levanto de un brinco y veo que todos siguen durmiendo bien plácidos, veo al hombre que me levantó.

— Que pasó — hablo y él se encoge de hombros.

— Señorita ya está oscureciendo deberian de ir a casa — dice y se aleja para irse.

— ¡Oigan levantense, esta oscureciendo! — grito mientras nuevo a todos — ¡ya levantense!.

Veo que se levantan de mala gana y sobandose los ojos.

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