BNETEstaba en casa solo porque mis padres estaban en un hotel de León con mi tíos y las niñas en casa de Carmen, una amiga de mi hermana que tenía un chalet con piscina en el que se quedarían a cenar. Mis amigos me habían dicho de ir al parque pero hacía mucho calor y no me apetecía más que quedarme en mi casa.
Me tire en el sofá y cogí el mando de la televisión para poner algún partido repetido de la NBA. Recordé con una sonrisa el maratón que hicimos Aria y yo hace dos días de los highlights de la NBA, fue una noche especial en la que pude conocer más aún las inquietudes y los gustos que tiene.
Tendría que decidir rápido que hacer porque el tiempo pasaba rápido y no puedo seguir mintiendo, ya hace casi dos años que Aria llegó a casa para poner mi mundo de cabeza y tengo que poner una solución a ello.
Baje la voz de la televisión porque me pareció escuchar algo y efectivamente era la puerta. Algo extrañado me levanté y al abrir sentí como los pelos se me ponían de punta, era Nuria. No me la esperaba aquí, seguíamos juntos pero nos veíamos pocas veces, ni siquiera había tenido cojones para decirle todo lo que estaba pasando. No aún.
-¿Te vas a quedar ahí mirando? -dijo con una pequeña sonrisa y negué dejándole pasar-
Se abalanzó sobre mí y dejé un beso en su cabeza, todavía estaba asimilando que había venido desde Valencia a verme, cosa que hizo que me sintiera peor.
-¿Has venido solo para verme? -pregunte con algo de sorpresa-
- ¿Por qué ese tono de sorpresa? -paso sus manos por mi nuca, no se sentía igual que con Aria pero no quería decir nada-
- No no -dije rápidamente- solo que... es un viaje algo pesado ¿piensas quedarte? -pues donde se va a quedar sino Javi, tu también a veces no das para más-
- Pues... es lo suyo -me miró extrañada- no te veo muy ilusionado con mi llegada.
- Si Nuria -la atraje hacia mi y deje un beso en sus labios- solo estoy cansado nada más.
- Puedo solucionar eso -dijo susurrandome y pasando su mano por mi zona baja-
- Nuria... -suspiré, no quería ¿no?-
- Hace meses que no estoy contigo Javier -eso bastó para hacerme sentir culpable-¿Que pierdo ? Necesitaba hacer algo para darme cuenta si seguía enamorado de ella como antes. Además, hacía mucho tiempo que no hacía nada, con Aria habíamos llegado a hacer algunas cosas pero nunca llegué a hacerlo con ella, era virgen y no estaba segura aún y siempre la respetaría sobre todas las cosas.
Simplemente me deje llevar, vacíe mi mente en el momento en el que metió su mano por dentro de mi pantalón. No quería pensar en otra cosa que en Nuria en este momento pero la pelinegra siempre estaba en mí cabeza fuera del modo que fuera. Con pasos torpes y llenos de lujuria por mi parte llegamos hasta mi habitación.
ARIA
Estábamos en casa de Carmen, una amiga de Belén que nos había invitado a su piscina. El día estaba precioso, se podían escuchar los pájaros silbando y una suave brisa acompañaba haciendo que no se notaran tanto las altas temperaturas que hacía en Madrid en estos momentos.
Estábamos en el mes de julio, recién habíamos terminado la universidad y lo estábamos celebrando, nos quedaríamos a cenar también. Prácticamente dos años habían pasado desde que llegué, pasa todo demasiado rápido y más si el tiempo es junto a Javier.
Seguía disfrutando de su compañía, me dijo que con Nuria quedaron en ser amigos finalmente y bueno... Estoy ilusionada con él, mis pensamientos van constantemente hacia él haga lo que haga. Puedo estar cepillándome el pelo o lavándome los dientes que mi mente empieza a desviarse hacia la expresión de su cara... su pelo, la forma en la que huele, la forma en la que sonríe tímidamente. Y además del estado consciente de ensoñación en el que estoy, mi estómago hace una fiesta en su interior cada vez que él está presente.
No obstante, pienso que tenemos algo bonito, algo especial aunque nadie sea consciente de ello. Lo más bonito de haberme enamorado de él es el silencio que se crea cuando estamos juntos, cuando nos miramos a los ojos sin necesidad de decir nada. Porque sé que diga lo que diga, aunque lo intente explicar de la forma más espectacular posible, jamás nada podrá acercarse a explicar cómo me siento. Y supongo que eso es el amor, sonreír callados.
Un fuerte dolor de vientre fue el causante de que dejara de pensar en cierto castaño. Sentí un líquido bajando por mis piernas, mierda. Cada vez que me ponía con la regla sentía que me quería morir literalmente, mi estómago dolía muchísimo durante los dos primeros días pero se supone que no me tendría que poner aún.
Pedí permiso a la amiga de Belén para ir al baño y le pedí algo avergonzada una compresa, el día de piscina a la mierda porque no me había puesto nunca un tampax y no me lo pondría ahora, me resultan incómodos.
Una vez cambiada me quedé en el baño un buen rato, sentía mucho calor y estaba sudando, no conseguía calmar el dolor y tenía la pastilla que me tomaba en casa.
-¿Aria estas bien? -escuche la voz de Belén fuera-
- Si -dije débilmente abriendo-
- Aria -dijo mirándome- ¿te duele cierto?
- Muchísimo -susurre-
- Joder, le he preguntado a Carmen pero no tiene la pastilla que te tomas, tiene Antalgin.
- Esa no me sirve -me agarre de nuevo mi estómago- Belén creo que me voy a ir a casa.
- Me voy contigo no te preocupes -dijo tranquila-
- Ni hablar -la corte- has venido para disfrutar también, sabes como me pongo cuando tengo la regla -asintió- no me levanto de la cama prácticamente -suspire- vas a hacer lo mismo allí que aquí.
- Pero Aria -la corte de nuevo-
- Pero nada, estaré bien -le mostré una pequeña sonrisa- nada que la pastilla y la cama no resuelvan.
- Al menos déjame acompañarte, te llevará Carmen en coche un momento -accedí porque necesitaba llegar a casa lo más rápido posible y tumbarme-Carmen y Belén me dejaron en casa y tras 15 minutos llegue, aun seguía teniendo un dolor de vientre insoportable, solo quería llegar para tomarme la pastilla y dormir. Abrí despacio la puerta de casa y cerré, todo estaba en silencio. María y Juan no estaban y Javi estaría durmiendo o con los amigos.
Dejé mi toalla de piscina y la ropa mojada para lavar y me dirigí hacia mi habitación pero me extraño escuchar ruidos en la habitación de Javi. Extrañada pegue mi oído y escuche ¿gemidos?, ¿y si le había pasado algo o se había hecho daño?, pero mis pensamientos fueron distintos al escuchar gemir ¿a una chica?.
El corazón me latía rápido y sentía mis ojos aguarse pero aguante porque todavía no sabía si Javi era el que estaba dentro. Seguía escuchando los gemidos cada vez más fuertes y mis manos actuaron por sí solas para abrir la puerta.
Con lo que ví seguidamente solo quería desaparecer, desaparecer para siempre como si nunca hubiera sido parte de la vida de Javier, como si nunca nos hubiéramos conocido.
Y tuvo que pasar

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Fearless
RomanceTodo lo que vivieron y sintieron se encontraba únicamente guardado en su piel y alma. Valía la pena luchar por lo que valía la pena tener, pero ellos fallaron en el intento. Quizás no era la persona adecuada, o quizás no era el momento adecuado par...