ARIAAbrí poco a poco los ojos sintiendo como todo mi cuerpo dolía con el mínimo esfuerzo que hiciera. Recordé de nuevo la conversación que había tenido con el chico de ojos castaños y lo busque por la habitación pero no estaba.
Cerré de nuevo los ojos cogiendo aire y opté por tranquilizarme, no conseguiría nada estando nerviosa. Quería moverme o levantarme un poco pero mi estómago dolía, dolía muchísimo y noté como había una venda sobre el mismo que dejaba a la vista una pequeña mancha de sangre.
No quería pensar, no quería darle más vueltas a esto pero mi cabeza retrocedió horas atrás y sentí desfallecer de nuevo al recordar que me habían arrebatado a mi pequeño. Me habían arrebatado a la personita que estaba en mi vientre, con la que había estado hablando días y días aun sabiendo que no me podía contestar, ni siquiera sabía si me entendía o sentía pero yo lo quería, lo quiero.
La puerta se abrió lentamente y vi aparecer a Ginés con un café en sus manos.
-Aria .. -susurro con tristeza en su mirada al verme tan mal-
No pude evitar soltar un sollozo y desahogarme, realmente era lo que necesitaba en este momento y no encontré mejor refugio que su hombro.
-Me quiero morir -dije con voz ahogada- he perdido todo, todo Ginés.
- No has perdido todo -sentí como acariciaba mi cabeza- nosotros seguimos aquí, contigo.
- Es mi culpa -mi cabeza lo repetía una y otra vez- es mi culpaMe quedé mirando al suelo como si fuera lo más interesante pero las manos de Gines se encargaron de alzar mi barbilla.
-Escúchame pequeña, hay personas buenas y personas malas -vi como sus ojos se aguaban- y nos hemos dado de frente con una persona mala y que ha hecho mucho daño -mis lágrimas caían al recordar el momento del atentado- pero nosotros somos más fuertes que eso ¿está bien?, la vida nos ha puesto a prueba esta vez y la hemos pasado con creces.
- Pero me cuesta -mi voz salía menos ahogada-
- Solo piensa en la suerte que tenemos de poder haber salido de allí -acarició mi mejilla- en lo afortunados que somos de poder abrazarnos y estar aquí, de poder seguir viendo a nuestros amigos -asentí entendiendo- la vida es un suspiro Aria y nunca sabrás cuando es tu momento por eso quiero que disfrutes y te dejes llevar. Quizás no era el momento de tener un bebé ahora mismo ... quizás la vida tiene otros planes para ti -sequé mis lágrimas con una pequeña sonrisa-
- Gracias Ginés -termine por abrazarlo con cuidado por mi herida y recostar mi cabeza en su hombro-
- Te tengo mucho cariño pequeña, cuenta conmigo para lo que quieras -asenti-
- Creo que voy a dormir un poco -suspire- tengo miedo de ver a Javi de nuevo -lo mire detenidamente-
- Le ha sentado mal ... es normal Aria -baje mi cabeza- pero eso es pasado, como he dicho tienes que mirar hacia un futuro mejor. Y Javi te quiere, todo estará bien -dejo un beso en mi frente- se le pasará.
- Te quiero Gines -me recoste en la cama-
- Descansa Aria -salió lentamente por la puerta-No tardé mucho en caer dormida en un profundo y delicado sueño.
BNET
Salí de casa tras haberme duchado y haber comido algo, le tomé prestado ropa a Belén para Aria y me monté de nuevo en el coche.
Mis padres estaban en un fin de semana de campo pero al ver las noticias esta mañana me han dicho que se van a venir hoy mismo. Les conté lo que había pasado y mi madre se había puesto muy nerviosa. Por el contrario Belén estaba en un campamento de inglés y a poco veía el móvil ni los mensajes.
Puse mi coche en marcha y de nuevo me encamine hacia el hospital. Estaba cansado y mi cabeza dolía pero a pesar de todo no la dejaría sola, no podría. Cuando llegué y aparqué mi coche saque las bolsas y subí hacia la planta correspondiente. Mi amigo estaba fuera sentado con las manos en su cara y mis cinco sentidos se activaron.
-¿Estás bien? ¿Aria está bien? -pregunte rápidamente-
- Sí sí -se levantó- está durmiendo y le han limpiado la herida, tranquilo está bien -posó su mano en mi hombro y suspire-
- Gracias ... puedes irte hermano, yo me quedaré con ella hasta que salga.
- ¿Qué harás con Urban? -me pregunto-
- Hablaré con ellos mañana por la mañana y me ausentaré algunas semanas a las entrevistas y demás. A las jornadas iré obviamente, no habrá problema.
- Cualquier cosa que necesites llámame tío, ya lo sabes.
-Lo se -le regale una sonrisa cansada- venga vete anda y descansa.
- Adios Javier -salió por la puerta de las escaleras y lo perdí de vista-Entre a la habitación de Aria y esta seguía dormida y conectada a los mismos cables, la enfermera me dijo que había perdido mucha sangre y estaría débil los próximos días.
Deje las cosas en el pequeño armario que había y me senté en el sofá que había frente a su cama. A pesar de estar así y pálida seguía estando preciosa, fuera como fuera siempre lo estaría o quizás era yo que estaba enamorado hasta las trancas todavía y la veía así.
Pase mis manos por mi cara y suspire pero no me dio tiempo a hacer mucho más cuando mi móvil vibraba en tono de llamada.
-¿Si? -dije confundido en voz baja-
- Hola Javi, soy Celia.
- Oh ... hola Celia
-¿Cómo estás? Me enteré de lo que pasó y me quedé preocupada.
- Yo estoy bien ... tuve suerte -suspire y mire a Aria- pero otras personas no la tuvieron.
- Lo siento -suspiro- si quieres o necesitas algo puedes decírmelo. Además te quería invitar a cenar hoy y no se ... como dijimos de conocernos pensé que sería buena idea y podrías distraerte -baje mi cabeza y toque mis sienes-
- Celia ... yo no sé si estoy listo, no puedo mentirte sobre lo que siento.
- Pero puedo ayudarte o hacer que olvides a esa chica, porque seguro que es una chica y -la corte-
- No quiero olvidarla -eché el aire que tenía contenido- no puedo hacerle esto y no puedo hacerme esto.
- No lo entiendo Javi me dijiste ..
- Te dije que me lo pensaría Celia y que eras muy buena chica pero sabes que no quería nada, no quiero nada si no es con ella.
- Antes no decías eso -que pesada-
- Pues ha tenido que estar al borde de la muerte para darme cuenta de ello -sentí como mi garganta se cortaba- y no pienso darte más explicaciones Celia, siento no ser lo que esperabas pero espero que te vaya todo bien -y colgué--No deberías haber hecho eso -escuche una voz raspada-
Aria me miraba con sus ojitos azules entrecerrados y me acerqué a su cama.
-¿Has escuchado la conversación? -trague saliva y asintió-
- Tienes derecho a avanzar Javier -me miró directamente a los ojos y sentí mi piel erizarse-
- No quiero avanzar si no es contigo -dirijo mi vista hacia la ventana, tenía miedo a su respuesta-
- Mereces algo más que una persona que te ha ocultado un hijo -apreté mis puños-
- Tenías tus razones y todo fue muy rápido, no lo hicimos bien pero podemos hacerlo ahora Aria. ¿Me quieres fuera de tu vida? Porque si es así me alejaría solo por verte bien.
- No quiero que te vayas -una lágrima cayó por su mejilla- no quiero separarme de ti nunca más.
- Yo tampoco quiero irme -cogí su mano- y no voy a esperar un puto minuto más, no voy a cometer ese error de nuevo -se acomodó y giró su cabeza para verme mejor, fue tierno ese gesto- déjame ser parte de tu vida de nuevo.
- Te quiero Javier Bonet pero no quiero volver a pasar por lo mismo, porque eres la única persona capaz de destruirme por completo -me sentí mal al recordar lo que le hice pasar- por eso mismo desde este momento yo prometo que no voy a volver a mentirte en ningún aspecto -apretó mi mano- no me gustan las mentiras.
- Y yo prometo no volver a mentirte de nuevo ni hacértelo pasar mal -acaricié su mejilla mientras la miraba embobado- desde este momento vamos a empezar de nuevo y se que no vamos a ser las mismas personas después de todo lo que llevamos encima pero es mejor si lo pasamos juntos ¿no crees?
- Acepto tu propuesta -mi corazón latía de alegria- no podría alejarme de nuevo -susurró y cerró sus ojos-
-¿Estás bien? -me puse alerta-
- Si -dijo en voz baja-solo me duele un poco el estómago pero estoy bien, quiero dormir ¿me acompañas?
- ¿No te haré daño? -negó con su cabeza-
- VenCogió mi mano y me recosté a su lado con cuidado pasando mis brazos por su pequeño cuerpo, quedó recostada con cuidado en mi pecho.
-Duérmete -susurré sobre su pelo y deje un beso en su coronilla- estaré aquí cuando despiertes.
- Te quiero -dijo suavemente-
- Te quiero -respondí-Mientras la tenga cerca todo estará bien conmigo mismo.
Adorables
¿Qué decís?
ESTÁS LEYENDO
Fearless
RomanceTodo lo que vivieron y sintieron se encontraba únicamente guardado en su piel y alma. Valía la pena luchar por lo que valía la pena tener, pero ellos fallaron en el intento. Quizás no era la persona adecuada, o quizás no era el momento adecuado par...