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ARIA

Los días junto a Javi pasaban rápidamente gracias a su compañía. Estábamos visitando muchas cosas y conociendo sin fines de lugares que nunca imaginé que podría conocer en mi corta vida. Estados Unidos es sin duda un país alucinante y muy diferente a España en ciertos aspectos que tenían que ver con la cultura.

Esta noche tendría lugar el tan esperado partido, Javier estaba muy nervioso e ilusionado por ver a sus ídolos, los cuales había seguido desde pequeño, no evité recordar que mi padre solía verlo con él cuando era pequeño, o eso decía siempre María.

- Aria es que voy a verlos -me repitió por décima vez-

Salió del baño con una toalla cubriendo su cuerpo y con el pelo mojado, una imagen que definitivamente me tatuaría en el alma.

- Lo has dicho mmm -puse mi mejor cara de pensativa- ¿cuántas veces?
- Graciosa -se acercó a mí pasando sus manos por mi cintura y acercándome a su pecho-
- Es el segundo mejor día de mi vida -suspiró mirándome y fruncí el ceño- el primero fue cuando entraste por la puerta de casa -me sonroje- claro que yo aun no sabía cuán importante ibas a ser en nuestras vidas.
- Te quiero Javier -bese sus labios de manera suave- ¿nos preparamos? -asintió como un niño pequeño-

Una vez estuvimos listos salimos del hotel e hicimos tiempo antes del partido. Fuimos a la playa de Santa Mónica, la cual está justamente a cinco minutos del estadio de Los Lakers y fue entonces cuando pudimos ver la cantidad de personas que había amontonándose en las diferentes entradas del estadio.

Estuvimos esperando aproximadamente una hora y media fuera antes de entrar, era una locura todo lo que se había formado y el ambiente que había aquí afuera. Me moría de ternura al ver la cara de de emoción de Javier y sus ojos brillosos mirando cada dos por tres hacia las puertas, las cuales estaban cada vez más cerca.

- No puedo creérmelo -dijo agarrando fuerte mi mano y dando botecitos-
- Yo tampoco -dije suspirando y nerviosa, desde pequeña había seguido el baloncesto-
- Me encanta que te encante el baloncesto -dijo mirándome con una sonrisa que podría iluminar cualquier noche- cada vez que tiro alguna referencia me entiendes -soltó una risa-
- ¿Quien te crees que soy? -dije me puse de puntillas y deje un beso en su nariz-
- La novia más bonita de todas -dejo un beso en mi frente- entramos ya en nada -asentí-

Al entrar y buscar los asientos sentí mucha adrenalina al ver tal espectáculo, no quiero imaginar lo que se iba a liar cuando empezara el partido. Visualice en el asiento VIP a la mismísima Billie Ellish junto a Harry Styles, ya podía morir tranquila. Creo que no era la única que se había dado cuenta porque las pantallas principales donde se iba a publicitar el partido los enfoco haciendo que todo el mundo empezara a gritar.

-Quiero llorar es Harry Javier -lo zarandee- Harry Styles -mis ojitos se llenaron de lágrimas-
- Jajajajajaa ¿tanto te gusta? -me miro dulcemente-
- Soy su más grande fan -hice un puchero- es hermoso.
- Tú eres hermosa -volvió su vista a la pista de baloncesto y sonreí-
- Te quiero más -pose mi cabeza en su hombro- fuiste, eres y seras siempre mi primer amor, por mucho que me guste Harry Styles -le saque la lengua-
- Espero serlo siempre -acarició el dorso de mi mano-

Tras diez minutos empezaron a salir todos los jugadores de ambos equipos y Javi dio un salto para verlos mejor, no pude evitar soltar una carcajada.

- Joder joder Lebron, Aria es Lebron James -mire alucinada era enorme-
- Ahhh está Jared Dudley allí Javier -señale al compañero de Lebron-
- Me encanta como juega -dijo y asentí- ¿Dónde está Kobe?

Cierto ahora que lo decía Javier, Kobe Bryant no había salido a la cancha y nos extraño porque ayer subió una publicación anunciando la final de baloncesto de la NBA, la que se jugaría hoy mismo.

-Alomejor ha tenido algún problema -se encogió de hombros- seguro llegará -aseguré-
- Seguro que sí -bebió de su coca cola- empieza -junto sus manos-

El partido transcurrió  de manera divertida y emocionante, los dos equipos iban muy igualados pero Los Lakers terminaron por cantar victoria pero no llegaron a terminar de celebrar cuando en la pantalla salió una noticia de última hora retransmitida por la cadena estadounidense de la BBC. Era en inglés pero entendía perfectamente lo que estaba pasando, lo que había pasado, ahora entendía porque Kobe no había llegado al partido.

-No estoy entendiendo nada Aria -dijo mirándome con el ceño fruncido y preocupado al ver mis lágrimas- ¿Aria?

Una foto de Kobe y su hija salió en la pantalla junto al helicóptero que se había estrellado hora atrás.

- ¿Aria? -su voz temblaba al ver la pantalla, vi como sus ojos se ponían rojos- no me jodas -se tapó la cara con las manos-
- Javier ... -acaricie su espalda lentamente- tranquilo.
- Era mi puto ídolo -me miro con rabia- no tenía que ser el, no le tocaba a él ni a ella -volvio a esconder su cara- ¿porque suceden estas cosas? -dijo con su voz cortada-

Por un momento recordé de nuevo todo lo que habíamos pasado, todo lo que habíamos perdido también pero intente ser fuerte y pensar solo en positivo, mirando hacia un futuro mejor.

-No entiendo porque tienen que pasar cosas tan horribles -dije con mi voz cortada pero a penas escucharía porque la gente empezó a gritar y abuchear- ¿vamos al hotel? -asintió desganado- ya hemos acabado aquí.

Salimos cabizbajos del emblemático estadio de Los Lakers pero empezó a llover, creo que ahí arriba donde quiera que estuviera, Kobe y su pequeña estaban empezando a llorar. La lluvia no cesaba y nos vimos obligados a quedarnos bajo una parada de bus que había cerca del hotel, estábamos empapados.

- Te acuerdas cuando ... -empezó a hablar Javi con la mirada perdida y asentí para que siguiera hablando- me regalaste las entradas y me puse tan feliz que te dije... ¿que te casaras conmigo? -asentí con una pequeña sonrisa- y me dijiste que...
- Y yo te dije que teníamos mucho tiempo -agarro mi mano y me miró, su mirada transmitía tristeza-
- Es que no hay tiempo -susurró- somos marionetas del destino Aria, acabamos de verlo y presenciarlo en persona -creo que entendía a lo que quería llegar y no me importaba, lo amaba y eso era más que suficiente-
- Si quiero pasar el resto de mi vida contigo -dije tranquila y mirándolo-
- Y se que puede ser pronto pero no es un compromiso tan grande solo... -me miro rápidamente- ¿qué?
- Que quiero casarme contigo, no sería todavía un compromiso sino una promesa, una promesa que cumplire -dije decidida-

Sus brazos me acogieron entre ellos, mojados por la lluvia que no cesaba y se colaba por el techo de la parada del bus. Estaba de acuerdo con él, estaba de acuerdo en todo lo que decía y no quería perder más el tiempo, no sería yo quien cuestionara eso porque quería pasar el resto de mi vida con él y quería formar una familia a su lado.




































Impredecible, así es la vida misma
Queda poco 🥺❤️, quiero leeros

FearlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora