Epílogo

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ARIA

- Estas son las últimas traducciones que tendrás que terminar esta semana Aria -dijo mi jefa entregando los documentos-
- Muchas gracias Laura -sonreí encarecidamente- hasta la semana que viene -me despedí de ella-

Sonreí satisfecha al ver que estaba adelantando todo el trabajo que tenía de hoy y que lo había podido terminar. Estaba en un momento de mi vida en el que estaba feliz y no quería que cambiara en ningún aspecto, me sentía satisfecha de tener a las personas que tenía en mi vida cerca de mí. Recogí mis pertenencias y me dispuse a salir de la oficina, trabajo en la editorial internacional más importante de Europa, la cual tenía sede aquí en Madrid y estaba muy contenta con mi trabajo.

Por otra parte, Javier se había dedicado a invertir el dinero que había ganado en asociaciones para la cultura del freestyle y del rap, además se encargaba de producir algunos temas que habían salido últimamente de personas que estaban comenzando en ese mundo. Básicamente se puede decir que es embajador de Red Bull a estas alturas, y le iba realmente bien.

Al llegar a casa aparqué en el garaje que teníamos, ya que compramos un unifamiliar con jardín para formar la familia que tanto queríamos.

Entre y la planta estaba oscura, solo estaba encendida la luz de la cocina por lo que deje las cosas en la mesa de la sala y subí despacio por si Mía estaba durmiendo, nuestro pequeño angelito de 4 años.

Escuché a Javier y a mi pequeña hablar en la habitación de ella y quedé recostada en la puerta para ver que estaban haciendo. Mía estaba tumbada en su cama, arropada hasta arriba con sus manitas agarrada al pecho de su padre, sonreí en mi interior al ver como Javi la tenía recostada en su pecho.

-Papa me rapeaz para domir -no pude evitar sonreír de nuevo al ver lo tierna que se veía intentando hablar bien-
- Pero solo si te duermes princesa -dejo un beso en su frente e hizo que Mía se tumbara en la cama-
- Vale -se tapó ella solita con dificultad- ya toy

Javier soltó una risa y no apartaba su mirada de ella, tenían una conexión muy especial que hacía que mi corazón se encogiera de amor y ternura al verlos juntos. Era mi nueva imagen favorita, una imagen que tenía tatuada en mi alma. Mi marido se aclaró la garganta y empezó dando un bonito espectáculo en voz baja para que la pequeña durmiera.

Yo antes no sabía y era un inexperto, hasta que te sostuve entre mis brazos y me sacaste de contexto. Eso provocas en mi, dulzura me haces sentir, tú y tu madre habéis sido lo mejor con lo que he podido vivir.

Y no lo cambiaría, muchas cosas han pasado, pero por todas esas cosas ahora os tengo aquí a mi lado. Y me sentí hasta más niño y más hombre al mismo tiempo, cuando escuché tu latido mientras llorabas riendo.

El vestido de mamá a su medida iba creciendo, para llenarte de vida y para colmarte de sueños. Y ahora deja que te diga desde estas vistas... que el mundo está un poco loco y tendrás que aprender la vida. Pero mami será tu muralla y yo tu ángel de la guarda, los dos en tu corazón.

Sentí como una lágrima se deslizaba por mi mejilla pero la aparté rápidamente.

-Mamaaa -Mía saltó de la cama al verme y Javier abrió los ojos-
- ¿No estabas dormida Mía? -dijo poniendo su cara seria y guiñandome el ojo-
- No quelo dolmir zin tu cuento -sonreí y la cogí en brazos para llevarla a su cama-
- Hola reina -Javier dejó un beso en mi frente-
- Hola amor -acaricie su mejilla- ¿no se duerme tan fácil hoy? -pregunte-
- Está inquieta -suspiro- te echamos de menos -hizo un puchero-
- Zi -Mía hizo otro puchero, eran iguales-
- Venga petarda, a dormir -dije y la metí en la cama-

Me tumbe justo a su lado y sentí como Javier recostaba su cara en mi hombro, rodeando mi cintura.
-¿Qué cuento quieres mi vida? -dije acariciando su pelo castaño-
- El tulo -dijo acurrucandose más cerca de nosotros-
- ¿El mío? -pregunté para asegurarme-
- Zi
- Venga vale -susurré dejando un beso en su frente- Érase una vez una niña, una niña que vivía en un colegio con otros niños porque sus papis no estaban con ella, ya que habían tenido que hacer un viaje muuuuy largo -sentí las caricias de Javier en mi cintura- ella tenía muy buenas amigas en ese colegio pero tenían que salir algún día porque había que conocer a muchas personas, pero la niña tenía miedo de salir de allí. Cuando un día pudo salir.. conoció a su nueva familia, y se hizo muy amiga de una niña que se llamaba Belén -recordé a mi cuñada y sonreí- y también conoció a su príncipe azul.
- Printipe -susurro Mía medio dormida-
- Si... a su príncipe y aunque pasaron muchas cosas -baje mi voz- fueron muy felices juntos y se quisieron mucho, tanto que tuvieron una hija muy bonita y ... -mire como se había quedado dormida y sonreí-
- Y se llamó Mía -susurro Javi tras de mi- es preciosa, se parece a ti -dejo un beso en mi cuello delicadamente -
- Tiene tu color de pelo, tu nariz... -dije mirándola-
- Tiene tus ojos, tus labios -suspiró- es un ángel caído del cielo y tú eres otro.
- Te amo -susurre sobre sus labios- ¿vamos a la habitación? -dije jugando con el cuello de su camisa-
- Vamos -dejo un beso en mi frente y otro en el de la pequeña antes de subir su mantita-

Esa noche, como cada noche que pasaba terminamos sudando y con el corazón acelerado de la pasión y entrega que nos dábamos.

Mi familia era todo lo que estaba bien y seguiría siendo así durante mucho tiempo, mientras estuvieran conmigo, todo estaría bien. Había aprendido que la vida consiste en crecer y permanecer, en dar tu 100% y en no arrepentirse de las decisiones que tomes y que te llevarán hacia un camino y un destino específico.

Mi destino no lo cambiaría por nada en este mundo y volvería a pasar todo de nuevo solo por permanecer más tiempo junto a ellos.

Aprendí a amar y a perdonar incondicionalmente, y creo que no puedo sentirme mejor por ello. 
















































Fin

FearlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora