ARIATermine de ponerme mi chaqueta de algodón con ayuda de Belén con mucho cuidado de no hacerme daño. Hoy saldría de aquí.
-¿Todo bien corazón? -asentí a su pregunta-
- Si -dije tranquila- me duele poco.
- Bien -dijo y suspire- mis padres están afuera y Javi igual, ¿vamos?
- Vamos -dije empezando a dar pasos lentos-Al salir estaba el doctor hablando con mis tutores legales, aunque eran más como mis tíos. Javier estaba con los brazos cruzados y una mirada seria mientras miraba al doctor pero cuando dirigió su vista hacia mi suavizó su semblante. Mi cuerpo tembló de nuevo ante su mirada, siempre tendría el mismo efecto en mi.
-¿Estás bien? -dijo pasando las manos por mi cintura y dejando un beso en mi frente-
- Ahora si -dije mirándole y me dedicó otra bonita sonrisa-Maria y Juan no dijeron nada, creo que ya sabían de antemano todo lo que había pasado entre nosotros y no los veía molestos por ello, todo lo contrario.
Aria -llamó mi atención el doctor- cuídate por favor, quiero que estos días estés descansando en casa y hagas el mínimo esfuerzo. Necesitas recuperar todo lo que has perdido.
Pensé en todo lo que había perdido de nuevo pero quite de mi cabeza ese pensamiento. Sentí el agarre de Javi hacerse más fuerte.
Cuando terminamos de hablar con el doctor fuimos a por el coche y me recosté en el pecho del chico una vez entramos en el mismo. Sus caricias en mi pelo hacían que me quedara más dormida de lo que ya estaba y enterré mi cara en su cuello. Sentía como respiraba y como su pecho subía y bajaba tranquilamente.
-Te quiero -dije para que sólo el escuchara-
- No sabes cuanto yo -dejo un beso en mi cabeza-Sentí miradas sobre nosotros pero me daba igual, todo me daba igual si él seguía estando a mi lado.
BNET
Cerré mis ojos al sentirla dormida en mi pecho y sentí las miradas de mis padres sobre nosotros. Tenía una charla pendiente con ellos ahora, pero era algo para lo que estaba más que preparado al saber que influiría de manera positiva en nuestra relación.
-Cariño -me llamo mi madre- iremos subiendo a casa, despiértala con cuidado y cierra el coche.
Asentí y vi como me dejaron mi espacio con ella. El coche quedaría en el garaje por lo que no había problema. Pase las yemas de mis dedos por su mejilla suavemente para que se fuera despertando poco a poco.
-¿Qué pasa? -dijo con voz raspada-
- Hemos llegado cielo -deje un beso en su frente-
- Vale -dijo y se pegó de nuevo a mi pecho, reí ante ese gesto-
- Venga no seas perezosa -intentaba que se levantara- subimos y puedes dormir todo el tiempo del mundo -acaricie su cabeza-
- Está bien Javier -amaba cuando decía mi nombre completo-Subimos despacio porque le costaba moverse debido a todos los medicamentos y al suero que estuvo aguantando estos días.
La dejé acostada en su habitación y dejé un beso en su frente. Al llegar a la sala me esperaban mis padres sentados y yo procedí a sentarme. Mi madre me sonrió con los ojos llorosos y le dediqué una pequeña sonrisa.
-No te preocupes mamá, estará bien -cogí su mano- me encargaré de ello.
- Podría haber ido a peor, habéis estado en un atentado Javier -se echó sus manos a la cabeza sollozando- estaba tan asustada, tan asustada.Odiaba ver a mi madre llorar. Sabía todo lo que se preocupaban por nosotros y ella especialmente tenía ansiedad, por lo que las cosas que venían así de grandes le costaba digerirlas, solían afectarle mucho. Mire a mi padre y este pasó sus manos atrayéndola en sus brazos, al igual que hice minutos atrás con Aria.
Sonreí interiormente ante la imagen, ojalá estuviera así con Aria cuando estuviéramos arrugados.
Hablé con ellos durante dos horas prácticamente, y me gustó porque no sólo hablamos de lo que había pasado sino que nuestra conversación se extendió hasta tal punto que empezamos a hablar de cuando me puse celoso por el nacimiento de Belén. Incluso había un vídeo de ello pero esto era lo que quería, que mi madre riera.
-Bueno ... voy a ver cómo está y me quedaré un rato con ella descansando -los mire y mi padre me reprochó-
- Necesita descansar Javier -me miró levantando su ceja derecha-
- No seas aguafiestas Juan -mi madre le dio un codazo- no ves que descansan mejor cuando están cerca el uno del otro.
- Pero si no he dicho nada malo mujer -mi padre levantó las manos y no tuve más opción que reír-
- Hasta mañana -me despedí y entré a la habitación de la peli negra-Su cabeza descansaba en la almohada y respiraba con tranquilidad, dormía plácidamente o al menos eso creía porque empezó a removerse y terminó recostada de lado, mirándome.
-Hola bonita -le sonreí cálidamente-
-Hola -se removió de nuevo para sentarse-
-Cuidado -la ayude porque tenía la venda en su estómago aún-
-Gracias -susurro débilmente-
- ¿Estás bien? -asintió sin mirarme-Suspire y me recosté dejando espacio para que se recostara conmigo pero ella decidió esconder su cabeza en mi cuello. Un nudo en mi pecho se formó al sentir mi camisa de los Lakers mojada por sus lágrimas.
-Ya esta ... ya esta Aria, ya paso -no llores Javier, no llores-
- No está, nuestro pequeño no está -dijo sollozando-Hablar de este tema no me sentía bien porque aún sin saber de su existencia ya lo quería, sobre todo al pensar que habíamos participado en ello, no quería imaginar el dolor de ella en este momento.
-Aria ... -suspire- no era su momento, no lo era -acaricie sus mejillas- ¿vale? Y estoy seguro de lo maravillosa que hubieras sido como madre pero ahora la vida tiene otros planes para ti -me miraba fijamente- conmigo -hizo que sonriera un poco- y ese pequeño siempre será nuestro esté donde esté, le haremos saber a nuestros futuros hijos que tenían un hermanito -asintió con sus ojos bañados en lágrimas, lágrimas que retenía-
- Te quiero -fue lo único que respondió- gracias Javier.Quedé despierto hasta que se durmió tranquila junto a mi. No se que paso por mi cabeza aquel momento en el que quería superar el amor que sentía hacia Aria, nunca podría hacerlo porque de haberlo hecho hubiera tenido que cargar con ese dolor por mucho tiempo.
Son demasiado
✨✨
ESTÁS LEYENDO
Fearless
RomanceTodo lo que vivieron y sintieron se encontraba únicamente guardado en su piel y alma. Valía la pena luchar por lo que valía la pena tener, pero ellos fallaron en el intento. Quizás no era la persona adecuada, o quizás no era el momento adecuado par...