30

525 35 4
                                    


ARIA

Nada era lo mismo, nada se asemejaba a lo que era antes. Le echaba de menos, muchísimo, pero no se lo diría... no lo diría. El día siguiente de haber cortado toda relación con Javi fue el último día que lo vi. Hable con Belén, de hecho fue un día después de todo lo que había pasado.

FLASHBACK

Mi pecho dolía al recordar todo lo que había pasado ayer, al recordar realmente todo lo que habíamos pasado desde que nos separamos. De un modo u otro siempre habíamos estado para el otro hasta que desaparecí de la faz de la tierra por petición de mis padres.

Llevaba toda la mañana en cama y no había nadie, escuche a Javi y a Nuria discutir de nuevo pero solo me limite a cubrirme con la fina sábana como mecanismo de defensa para desaparecer un rato, pero no sirvió de mucho. Un portazo me sobresalto, creo que estaba sola en casa pero no fue por mucho tiempo porque por la puerta de mi habitación entró Belén con una cara de preocupación notoria.

-¿Aria?

Al verme con los ojos rojos por el llanto entró cerrando la puerta y dejó que llorara y sollozara sobre su hombro. Sentía como me acariciaba el pelo, tal y como hacía Javi días atrás.

- Tranquila... -me dijo suavemente-
- Tenías razón -solloce más fuerte- en todo.
- Lo siento tanto Aria -dijo con la voz débil- Javi me ha llamado llorando explicandome todo -la mire sorprendida- te quiere Aria... pero no está nada bien lo que ha hecho.
- Eso no sirve ya -negué con mi cabeza- me encuentro muy dolida con él - Belén suspiró- sé que es tu hermano pero lo siento Belén... lo siento tanto.
- Está bien Aria... está todo bien -abrió las sábanas- ¿te apetece comer algo? apuesto a que no has probado un bocado de nada -me miró retadoramente-
- No tengo hambre -murmuré-
- De eso ni hablar, vamos.

FIN DEL FLASHBACK

Cuando Belén me dijo que su hermano le había llamado contándole todo me explico que Javi suele ser muy reservado para esas cosas, que nunca creería que le pidiera ayuda de esta manera. Eso solo significaba que estaba mal y que estaba más perdido que nunca, o al menos eso me decía ella.

Quizás no era nuestro momento ahora y solo nos estábamos haciendo daño, quizás necesitábamos aprender a crecer con otras personas cerca, quizás Javier necesite encontrarse a sí mismo entre tanta gente o quizás yo necesite encontrarme antes.

El mediano de los Bonet llevaba cerca de tres meses sin aparecer por casa y los padres estaban muy preocupados por él, no lograban localizarle. Escuchaba a Belén llorar muchas noches en vela por su hermano, me sentía una miserable por quitarle su espacio. Él debería estar aquí con sus padres recibiendo su cariño, no yo.

Es por eso que estuve dándole muchas vueltas y decidí irme. No es tan dramático como suena, pues podría buscar un trabajo a media jornada y pagarme un pequeño apartamento junto a alguna amiga de la universidad.

Iba a entrar a mi tercer año de carrera, el tiempo pasaba volando y creo que no había mejor forma de encontrarme a mi misma que de independizarme.

No me iría muy lejos de esta zona de Madrid pero al menos Javi tendría su verdadero espacio y yo el mío como siempre lo había tenido, estando sola. Además, creo que la herencia que me dejaron mis padres era suficiente para empezar de 0 en cualquier lugar, pero como era buena ahorrando no gastaría todo ya que siempre era bueno guardar algo.

Hablaría con Belén y sus padres de esto la siguiente semana, no quería agobiarla más de lo que ya estaba.

BNET

Destrozado, en la mierda, así es como estaba después de tres meses sin ver esos ojos azules, después de tres meses sin poner un pie en mi casa.

Mi mejor amigo Yerar me había hecho un gran favor al dejar que me quedara en su casa pero tuve que darle una larga explicación sobre lo que había pasado. Me apoyaba pero no lo compartía, después de todo había sido completamente mi culpa por haber jugado con las dos de esta manera.

Tenía el teléfono desconectado porque no tenía ninguna razón para cogerlo, ni siquiera había hablado con Nuria, no me levantaba de la cama prácticamente y me la pasaba fumando y bebiendo como si fuera adicto.

Notaba que mi comportamiento había cambiado radicalmente en estos meses, sentía que estaba enfadado con todo el mundo y que no era tolerante con nada ni con nadie.

-Hermano -entro mi amigo al cuarto de invitados que tenía en su casa-  levanta.
-Ahora me levanto -seguí tumbado con las manos sobre mi cabeza-
- Que te levantes, hoy salimos -dijo serio-
- ¿Qué? -dije confundido-
- Que hoy salimos de fiesta, sé que no te gustan pero me da igual, tenemos un reservado en Kapital.
- ¿Bromeas? -dije sorprendido, Kapital era la discoteca más grande de Madrid-
- Porque crees que te lo digo -suspiro- date una ducha y cambiate que pareces un vagabundo.
- Gracias por los halagos -rodé mis ojos- no me volveré tarde, sabes que no me gustan las fiestas.
- Lo que digas Bonet -tiro de las sábanas- levántate ya que hemos quedado en una hora.

Salió de la habitación y con toda la pereza del mundo me dirigí hacia la ducha. No me arreglaría ni aunque fuera a la gala de los Oscars, ya tendría que ser especial algo para que yo me arreglara. Me puse unos vaqueros oscuros con mis Air negras y una sudadera de color naranja de nike junto a mi cadena plateada.

Salí algo cansado de toda esta mierda y mi amigo al verme dejó ver una sonrisa entre sus labios.

- Hoy se lía amigo -es lo único que dijo-



























Y tanto que se va a liar

FearlessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora