ARIAEstaba terminando de hacer la comida porque hoy venía a comer Belén, hacía cuatro días que no la veía y me había acostumbrado mucho a su compañía estos dos últimos años.
Estaba preparando uno de sus platos favoritos, solomillo con patatas por lo que estaba deseando ver su reacción ante ello. Quince minutos más tarde tocaron al timbre y di paso a una Belén con un mejor aspecto del que había tenido semanas atrás.
-Aria -se lanzó a mis brazos- ¿cómo estás?
- Belén -correspondí el abrazo- muy bien y estoy muy tranquila ¿tú qué tal?¿cómo están mis tíos favoritos? - llamaba a María y a Juan así-
- Te echan de menos pero están felices de que tu estes bien -abrió sus ojos exageradamente- ¿huelo a lo que creo que huele?
- Huele a lo que crees que huele -afirme-
- Pues qué bien huele lo que huelo -siguió con el jueguecito y la seguí-
- Por eso lo que huele solo lo hueles tu -estaba reprimiendo una risa y no evite soltar una carcajada limpia-
- El olor es.. -la corte inmediatamente-
- Paraaaaa no aguanto -levanté mis manos- huele a solomillos sí -empecé a reírme y vi como sus ojos se iluminaban-
- Eres la mejor amiga -me abrazó de nuevo antes de sentarse-Nos sentamos entre risas a empezar la comida que estaba sobre la mesa y nos fundimos en una profunda y larga conversación. Por una parte me contó que estaba hablando con un chico de la universidad y estaba emocionada porque un amigo de él le había dicho que Belén era muy guapa, y no se equivocaba.
Intente aconsejarle lo mejor que pude pero tampoco era una experta como para tanto por lo que me limité a decirle que disfrutara e hiciera lo que sintiera, que pasara lo que pasara no se arrepentiría de ello.
Cuando pasó lo de Javi me sentí decepcionada y triste pero no cambiaría nada, no cambiaría ni un solo minuto que pase a su lado porque me hizo sentir bien aun sabiendo que estaba viviendo en una mentira por su parte.
Realmente nunca le di la oportunidad de hablar y de que me explicara pero es que me chocó tanto ver como el chico del cual estaba enamorada tuviera relaciones con otra persona que lo único que hice fue escoger la salida fácil, huir.
-¿Estas bien Aria? -pregunto Belen bebiendo de su vaso-
- Si claro -dije algo distraída-
- Ah... pues nada eso -suspiro- le hablare a Marcos mañana -el chico de su clase-
- Así se habla -le guiñe un ojo-
- Aria tengo que decirte algo -juntó sus manos algo nerviosa-
- Si claro, lo que quieras
- Mi hermano ya está en casa -una pequeña sonrisa asomó por su boca- cuando estuve encerrada en mi habitación no era por cualquier cosa y creo que mereces saberlo, solo por si te lo llegas a encontrar algún día -dijo algo nerviosa- no quiero que ... que le ignores o le hables mal.
- Belén tú sabes que -me corto apurada-
- No, yo estuve y estoy de tu parte cuando pasó eso ¿está bien? y creo que hiciste bien en tratarlo así para que abriera los ojos pero es mi hermano -susurro débilmente- es mi familia y quiero ayudarlo a pasar lo que está pasando.
- ¿Qué está pasando? -dije algo preocupada por el chico-
- No te he dicho nada -dijo de nuevo con la voz a punto de quebrar- pero cuando estuve encerrada en mi habitación no fue por tener la gripe -levanté mis cejas- era porque el día que salí de fiesta y que tú no querías venir -asentí despacio para que siguiera- me encontré a Javi allí en la discoteca y estaba ... -se puso nerviosa- estaba...
- ¿Cómo estaba Belén? -pregunte temiendo por la respuesta-
- Estaba drogándose -dijo en voz baja- se estaba metiendo cocaína y... -su voz se le quebró y sentí mis ojos aguarse- lo vi tan mal que no pude evitar acercarme pero aunque sus ojos gritaban por ayuda no la pedía -negaba con su cabeza- y solo me trato mal y maldijo por todo lo que había pasado.
- Siento que es mi culpa -baje mi cabeza pero sentí las manos de Belén coger las mías-
- No lo es Aria, ya ha pasado y ya está en casa -suspiro-
- ¿Qué? -dije sorprendida-
- Qué está en casa y poco a poco veo que va a mejor... es mi hermano sobre todas las cosas y me alegro por ello, realmente necesitaba que volviera.
- Me alegro mucho Belén... de verdad te lo digo -mire mis manos- seguro que algún día volveremos a estar bien o a ser amigos.Dudo mucho que pueda ver a Javi con otros ojos de los que lo veía y a como estaba acostumbrada a hacerlo pero a largo plazo tendría que mirar por el bienestar de la familia Bonet y les debía muchísimo.
- No voy a entrar en ello porque es algo que ha sido vuestro, algo personal... pero solo quiero decirte que tienes mi apoyo para todo lo que quieras -me miró con una pequeña sonrisa- y que Javi está muy arrepentido por todo, ojalá terminéis bien -dijo con una pequeña sonrisa torcida-
BNET
Llegué a casa de la cita con el psicólogo como hace una media hora. Y sí, estaba yendo a uno porque lo necesitaba, necesitaba desahogarme libremente sin ninguna atadura familiar y necesitaba liberarme.
Realmente todo el mundo debería ir a uno porque no solo es un médico, es como si fuera un amigo, un amigo que haría cualquier cosa para que estuvieras bien. Mi madre estaba más aliviada al verme progresar poco a poco.
Sentía necesidad de fumar y beber pero ya no tanto de drogarme al nivel al que lo hacía, pues era algo que no le hacía bien a mi familia ni a mis amigos y todos ellos iban por encima de cualquier cosa.
Con el tema de Aria había estado algo vulnerable porque la quiero, la quiero y sé que no soy bueno para ella, al menos no ahora. Pero una cosa tenía clara... tenía claro que quería verla y quería saber como estaba, que escuchara mis disculpas porque de lo contrario nunca estaría en paz conmigo mismo.
No quería preguntarle a mi madre por la calle a la que se había mudado pero entonces no se a quien se lo podía preguntar por lo que rebusque en los papeles del despacho de mi padre, siempre guardaba todos los recibos y todo de la familia.
Entre sin hacer mucho ruido y cerré la puerta lentamente tras de mí, había muchísimos papeles pero fui al último cajón donde estaban los nuestros, los de Pedro, Belén y los míos. Ahí estaban todos los papeles de la universidad, institutos y a saber qué más.
Me sorprendí al ver una carpeta con el nombre de Aria pero no me extrañaba, nos conocíamos desde que éramos unos renacuajos y mis padres eran sus tutores legales ahora mismo.
Busqué rápidamente y entre ellos pude ver algunas fotos de ella en el orfanato, justamente en la ficha de entrada al orfanato cuando tenía apenas 14 o 15 añitos. Nunca me perdonaré el haberla tratado mal cuando llegué aquí y nunca me perdonaré todo el daño emocional que he podido causarle.
Entre tanto papeleo encontré papeles de la mudanza y pude ver la calle, conocía esa calle y no estaba a más de 15 minutos de casa andando. La apunté rápidamente y me guardé el papelito en el bolsillo de mis bermudas.
Mañana iría a verla.
Va a ir a verla ...
¿Que creéis que va a pasar?

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Fearless
RomanceTodo lo que vivieron y sintieron se encontraba únicamente guardado en su piel y alma. Valía la pena luchar por lo que valía la pena tener, pero ellos fallaron en el intento. Quizás no era la persona adecuada, o quizás no era el momento adecuado par...