Los días parecían volver a la normalidad, pero dentro de mi sentía que en realidad no era así. Algo dentro de mi seguía sin poder ignorar que el mundo estaba lleno de seres infernales con propósitos ocultos.
Por un lado quería simplemente ignorar todo lo que había sucedido con Mateo. Todo lo que había ocasionado dentro de mi.
me refiero a todo. Desde sus caricias electrizantes, el choque térmico de nuestros labios y de su mirada que profanaba todo mi ser, hasta todo lo malo que me hizo, todos los sustos, todas las imágenes imborrables de mi cabeza y sus agresiones.
No podía sacarlo de mi cabeza, ni siquiera cuando dormía, ni cuando salía con mis amigos. Todo me perseguía.
Pensé en volver donde el viejo a las afuera del pueblo, pero seguía asustándome la idea de que Mateo volviera a aparecer y, sentía que si volvía a meterme en ese mundo, ya no iba a poder salir.
Así que estaba pensando en que debería aprovechar y terminar de alejarme de ese mundo y tratar de que esos sentimientos inútiles por ese demonio desaparecieran.
—¿Estás bien? —Preguntó Jazmín a mi lado.
Accedí a venir a una juntada en su casa.
—Sí, claro.. mejor que nunca. —Fingí una sonrisa.
Dos semanas sin aparecer. Pero cerraba mis ojos y podía ver sus ojos blancos.
—¿Segura? Está sonando tu canción favorita, ¿no la vas a bailar? —Preguntó esta vez Micaela.
—Estoy bien, pero no tengo ánimos. —Dije y ellas bufaron.
—Freddy ha estado mirándote, creo que le gustás. —Comentó Jazmín y Micaela sonrió.
sonreí algo avergonzada y negué con la cabeza para luego suspirar.
—Está enojado conmigo. —Dije pasando un mechón de mi cabello detrás de mi oído.
—No pareciera. —Dijo Micaela alzando los hombros.
Miré hacia donde estaba él y confirmé el hecho de que me estaba mirando.
Era extraño porque se molestó desde el día que Mateo vino conmigo a la fiesta y, fuera de lo que podrían haber sido celos, me expresó que fue por la forma que lo traté estando con él.
Me levanté de mi puesto dispuesta a ir hasta él y hablarle, porque aunque en realidad no tuviera un interés por formar un romance entre él y yo, me agradaba mucho.
Además nadie sabe lo que la vida te está preparando.
Pero todos esos pensamientos desaparecieron mientras mis piernas temblaban, al solo escuchar su voz, metida en mi cabeza, martillando mi cerebro y desarmando mi ser, luego de haberlo tratado de armar de nuevo.
"No vayas".
Quise salir corriendo, quise huir sin saber a donde, quise llamarlo y decirle que quería que se quedara conmigo.
Pero de nuevo todas esas palabras que me dijo hicieron presencia en mi cabeza, lastimándome un poco pero recordándome que él solo quería hacerme daño y que yo debía alejarme de él.
Me tragué todo el miedo y caminé nuevamente donde Freddy.
La primera vez que subí esta fic hubo una misma confusión así que voy a aclarar.
Lily: es la bruja servidora del concejo infernal.
Ester: Hija de Lily.
Espacio para depositar teorías, si tienen<3