56

9.6K 744 284
                                    

[ESCUCHAR CANCIÓN]

Temblé mirándolo, su mera presencia emanaba demasiado poder. Miré como su pecho subía y bajaba agitado.

Pasó su lengua por su labio inferior y de alguna forma se me hizo demasiado sexy, Me estremecía su sola mirada en mi ser, aunque esos ojos blancos no pudieran demostrar mucho.

No podía evitar sentir todo eso por él, sentía demasiadas cosas que no podía callar ni evitar.

—Seguís haciéndome daño. —Dije tratando de sonar firme.

—Y salvándote. —Dijo con una sonrisa caminando hacia mi, provocando que retroceda entre pasos torpes.

Él alzó una ceja aún con esa sonrisa asesina en sus labios. Retrocedía agitada mirándolo atenta, sin saber ahora que tenía en mente.

—¿Ahora me temes? —Preguntó y solté todo el aire cuando mi espalda chocó contra el muro. Lo miré desde allí y me encogí en mi lugar cuando puso sus manos a los costados de mi cabeza, acorralándome.

—M-mateo. —Pronuncié nerviosa mirándolo.

Él negó con la cabeza.

—Trueno, príncipe del infierno. —Dijo ensanchando su sonrisa.

Palidecí mirándolo. No sabía muy bien en que posición lo ponía eso o que clase de poder le daba, pero si sabía que a el viejo le preocupaba eso, y que era parte de la profecía.

—¿Por qué me temes? —Musitó bajando sus manos por la pared para acto seguido apegarlas a mi cintura. —Si lo único que hago es salvarte. —Dijo con voz ronca y profundamente sexy.

Su cercanía no me permitía pensar, me estaba volviendo loca.

Sus labios rozaron mi cuello logrando que me estremeciera completamente.

—Debería tenerte hace rato atrapada en un ataúd. —Dijo depositando un beso en mi cuello y luego mirándome fijamente. —En vez de eso te tengo atrapada entre mis brazos,

Sus manos bajaron una vez más y me sujetó de las piernas para acto seguido levantarme y estrecharme contra la pared.

Acercó sus labios hasta los míos y enloquecí al sentir de nuevo el tacto frío de sus labios contra los míos. Me encantaba.

Sus labios chocaron contra los míos completamente para ser devorados en un apasionante beso hambriento lleno de necesidad. Yo se que el quería sentirme tanto como yo a él.

Odio y amo el enigma que maneja, odio y amo que sea así conmigo, odio y amo toda su aura demoniaca, odio y amo su ser.

Pero lo necesito conmigo, lo quiero conmigo.

Mateo se apretó más contra mi provocando que gima en sus labios y él muerda mi labio inferior.

Largué un jadeo y apreté mis ojos y vi que ya nos encontrábamos en mi habitación.

—Mate..

Él me tiró a la cama sin ni siquiera dejarme hablar.

Mi pecho subía y bajaba agitado. Lo miré ahí parado al pie de la cama mordiéndose los labios.

Sonreí mirándolo.

—¿Vas a hacerme tuya? —Pregunté y él sonrió también antes de subirse a la cama y ponerse sobre mi.

Me removí debajo de él excitada al sentir sus besos en mi mentón.

—Preciosa, siempre haz sido mía. —Dijo depositando aún más besos por mi cuello y absorbiendo la piel de esta zona.






AAAAA picante bro.

Hell [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora