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Mateo

No sé si es un don mío, si es acaso inherente a los demonios, o si Dios, cuando me creó, me brindó el ingenio que tengo.

Porque vamos, mi vida se trata de crear planes y planes, y cada uno sale bien.

Sí, hace un tiempo, por culpa de mi plan terminé encerrado en una casa asquerosa por ocho décadas. Bueno, eso fue parte de mi plan, pero nadie lo entendería.

Todo es parte de mi plan, incluso Amelia me debe mucho, pero ella no lo entendería, causé problemas en su familia.. he hecho tantas "travesuras", pero todo tiene un propósito.

Claro, en eso debo parecerme a mi creador, que sigue siendo Dios, aunque me haya desterrado.

Como sea, nadie lo extraña.

Camino por el palacio del infierno, correría para disimular un poco, pero no hay nadie, todos deben estar en el tribunal, así que camino lentamente mientras trato de no sonreír.

Me dirigía hacia donde estaba justamente la única persona que entendería mi plan, o bueno, al menos el que estaba ejecutando antes, pues ahora ha dado un gran cambio, más su origen sigue siendo el mismo, y es justamente esa la parte que ella conoce. 

Pues fue Melanie quien me ayudó a ejecutarlo.

Es por eso que me encontraba enteramente agradecido con ella, y la dejé vivir sin importarme que fuera testigo de una de mis más oscuras maniobras. Claramente fue un error, pues ahora mismo estoy viviendo las consecuencias, ahora alguien más que Melanie lo sabía, y tendría que crear un nuevo plan para callar al nuevo testigo; Daniel.

Rodé los ojos. Por eso digo, que mi vida se trata de crear plan, tras plan, lo cual a veces resulta abrumador, porque a veces quisiera hacer otras cosas pero mi tiempo dispone responsabilidades estúpidas como éstas.

Por favor, quiero ir con Amelia.

Lo bueno de mis planes es  que siempre salían bien, y eso era algo que estaba a punto de presenciar.

Abrí las puertas de madera frente a mi, mientras ponía la mejor cara de angustia, como tratando de expresar un: "Oh, diablos, no puede ser".

Miré a todos observar atentos desde abajo, claro, ahora yo miraba desde arriba porque entré en el puesto del principado.

Vi a Daniel con el rabillo del ojo mirando atentamente la escena, volví a poner los ojos en Melanie, quien estaba con sus ojos mojados, rogando misericordia.

El monstruo del infierno, y verdugo de quienes nos traicionan, estaba a su lado, mientras Melanie ya estaba bien posicionada en la guillotina, para ser castigada.

De pronto Melanie me miró y no pude hacer más que mirarla con lástima, porque al final no era una mentira, no hubiera querido que muriera, pero ella se lo buscó.

Miré a Lily a un lado, mirando a Melanie con obvia furia, lo cual supe que también era mi culpa.

Pero yo era un demonio, y esas culpas no las cargaba.

—Sin encontrar misericordia por la bruja Lily, contra la cual cometiste traición, tendrás que pagar por tu mayor pecado. —Habló el verdugo con cierta satisfacción.

Antes de que pudiera decir algo, aquella "cuchilla" gigante se dejó caer, para entonces decapitarla.

Hice una mueca antes de mirar a mi derecha, donde me encontré con la furiosa mirada de Daniel, porque claro, solo él y yo lo sabíamos, y él tenía claro que él no había sido quién lo había dicho.

Sin embargo, yo también lo miré furioso, porque yo también iba a estar seguro de que no lo hice, y por ende la culpa sería de Daniel.

Oh, Daniel, ¿cómo pudiste?








Holasss<3 Gracias x tanto gentee.😍


Hell [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora