Mackenzie [✓] EN EDICIÓN

Capítulo #66:

Día #20:

Vanessa:

Mi papá se burla de Antonio en lo que yo tomo otra rebanada de pizza. Llegamos ayer por la tarde y desde ese momento caí en la cama rendida para no pensar en nada. No me bañé, no comí, solo caí rendida de cansancio y preocupaciones que todavía no he tenido tiempo de analizar. A las 08:00 de hoy recibí una llamada de Antonio diciendo que Alan Mackenzie y él me tenían preparada una pequeña sorpresa de cumpleaños. Dije que no era necesario, pero Antonio me dejó con la palabra en la boca.

Tuve que correr, bañarme, encontrar un vestido que no fuera ni muy antiguo ni muy nuevo. Al final me decidí por una azul con algunos delfines en su parte baja y que es ceñido a mi cintura. Tiene tirantes anchos y un cuello corto que no deja ver el comienzo de mis senos. Lo combiné con unos tacones bajos del mismo color que el vestido, los compré cuando Ingrid estuvo en la ciudad, fue lo que más le gustó del conjunto. Le dije que se los prestaría cuando los necesitara. Ella me dijo que en Texas tenía una blusa a juego con ellos que me la enviaría para si me gustaba me la quedara. Es única chica increíblemente divertida, es una lástima que le hayan imposibilitado tener más amistades.

Para cuando estaba terminando de ajustar la goma a mi trenza sonaron la puerta, al abrir me encontré a mi padre que venía con seis cajas de pizza, coca cola dietética y con azúcar además de otras cosas para comer. Luego estaba Antonio que traía unas cajas de algo que no supe descifrar. Juro que cuando papá las abrió y vi los álbumes de fotos que guarda quería morirme de vergüenza. Papá me dio un beso en la mejilla, entró y se apoderó de la cocina como si de su casa se tratara. Tony aprovechó cuando se fue para darme un cálido beso en los labios. Me preguntó cómo me sentía, si había dormido y otras interrogantes que me resultaron tiernas.

La sorpresa en sus ojos fue enorme cuando vio que puse la estrella de mar encima del televisor. Me gusta que sea lo primero que se vea al entrar, fue el regalo más hermoso que recibí. También, hoy al despertar puse revisé la música que Héctor me grabó. Es genial, no solo había cosas de su autoría, sino de varios artistas de diversos géneros. No puedo decir que hubo uno que no me gustara. Hasta cambié mi tono de llamada a uno de sus acordes. Héctor es buen militar, pero es mejor músico. Debería considerar la opción de grabar su propio disco y dejar de pasar música en bares. Tiene talento para llegar muy lejos en cualquiera de las ramas que escogió.

Con respecto al asunto de Víctor creo que eso fue lo que más vueltas me dio en el camino a casa y luego cuando caí en la cama. Pensé que me iba a quedar despierta dándole rondas a sus palabras. Porque créanme los recuerdos desvelan más que el café, gracias al cielo no fue así y en menos de diez minutos estaba dormida.

Voy a ver que se me ocurre para lograr un acercamiento entre ambos hermanos. Ellos se adoran, solo había que ver a Tony durante la misión, quería parecer asintomático a los sentimientos, la verdad es que jamás lo vi tan vulnerable. Esto no puede continuar, si para que ellos dos se lleven bien yo tengo que volver a reunirme con los Baker lo haré. Antonio conmigo se ha portado mejor que un amigo, es mi novio, también el único que tuvo la sensibilidad necesaria para afrontar lo que sentía cuando todo inició. Hasta traté de huir de lo que me gusta, me di cuenta lo idiota que había sido esa decisión cuando me lo hizo ver.

─¿Por qué no sonríes en ninguna foto de este álbum? ─inquiere Tony señalando uno de tapa rosada. Mastico la pizza conteniendo la risa. Sé muy bien la respuesta, me avergüenza un tanto, aunque todos pasamos por eso. Mi padre libera una carcajada, espero que no haga ninguno de sus comentarios. No sé en qué pensaba al traer eso aquí.

─Tenía 8 años y no tenía los dos dientes frontales ─Se mofa mi padre y trago─, Victoria la enseñó a ser siempre una mujer vanidosa y Vanita decía que sin dientes no se veía hermosa ─Alzo mis ojos viendo la imagen mía con dos coletas rojas.