Capítulo #40:

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Misión 11:

Antonio:

Pago al hombre que nos despacha el café sin dejar de ver para dentro de mi auto, todavía está analizando mis documentos. Una hora conduciendo en total silencio, no lloraba ni hacía nada del otro mundo, era como si estuviera absorta en lo que leía. No sé qué tanto rebuscará ahí, puede que haya estado empleando los papeles para evitar el contacto verbal conmigo, no me pillaría viniendo de ella. Estaba muy exaltada tras la pelea con Mía Baker. Confieso que me sorprendió ver como estampaba su mano contra la mejilla de la hermana de Víctor, jamás la creí capaz.

No quise ser el primero en romper el hielo, aunque ahora me siento un poco mal. Cuando me preguntó hasta qué punto de México pensaba llevarla a desayunar tuve que reír, nos detuvimos en la cafetería más cercana para poder tomar algo. En su voz había ese sentimiento de culpa con dolor, pero no hice ningún comentario fuera de tono, lo mejor es mantenerse al margen de esos problemas con los que yo no tengo nada que ver. Eso sí, me di cuenta que los Baker están mal de la mente y descubrí que tengo una enorme curiosidad por estar al corriente de la historia de esta endemoniada chica, de esta semana no pasa que contacte a Jackson para saber la verdad. Recuerdo que dijo conocer su pasado.

Salgo del sitio sosteniendo la bebida energizante, junto con algunas donas y un emparedado para mí. Realmente me hace falta comer algo.

Actualmente sí tengo que obtener el tema, debemos comenzar a traducir ella quiere sacarme de su vida rápido hoy le traje un nuevo lío, esperemos que no corra riesgos y que la idiota de Mía Baker no abra la boca más de lo necesario o tendrá conflicto conmigo, puedo garantizar que no me importará que sea mujer. Vanessa ya ha sufrido demasiado no merece pasar por más malos ratos en su vida es una chica increíble, además con lo que dijo al presente me da a entrever que no es tan sensible como creía.

Nuevas dudas saltaron a mi cabeza, por lo visto la familia del novio de Derek culpa a Vanessa de la muerte de su esposo, no creo que ella sería capaz de algo así, sin embargo, mejor mantenerme informado. ¿Será que fue un teatro de la pelirroja?, ¿y si no amaba de verdad a Ashton Baker como se llena la boca para decir? ¡No! No puede ser yo estoy convencido de que lo que sale de sus labios es cierto. ¡Hay una puta pieza que no encaja en esta locura! Dos doy toques en su ventanilla que logra sobresaltarla, no logro abrir la puerta si no lo hace ella terminaré derramándome encima lo que compré. Sonriendo hace el gesto indicado.

─Tu café tiene azúcar además las donas son para ti ─Aclaro tendiéndole todo. Si desea un fragmento de mi comida no dudaré en dárselo, eso sí para evitar futuras peleas mejor comemos en el auto no requiero a otro loco de la estirpe de ella atormentándola.

─Gracias Antonio ─ Espeta sonriente levantando los ojos del papel. Me siento en la obligación de retribuirle el gesto y en lo que estoy entregándole las cosas aclaro.

─De nada Nessa.

Vanessa:

La contracción que transmite todo mi cuerpo hace que se me escape un jadeo profundo. Este día al parecer estará lleno de sorpresas, primero lo de Mía. Supongo que me sobresalté un poco con lo que espeté, sin embargo, no puedo arrepentirme de nada, estaba en lo cierto. No sé qué me pasó habitualmente le doy la razón a ella porque pensaba que la tenía, en el momento en que me llamó infiel la escena de lo que viví en el departamento de Antonio comenzó a repetirse una y otra vez en mi cabeza, no podía vivir con eso, en menos de lo que creía acabé explotando y le solté cuanto me callaba.

Mackenzie [✓] EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora