Capítulo #56:

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🔞🔞🔞🔞Día#17 (PARTE I):

ATENCIÓN: El capítulo contiene escenaS sexualeS. Por favor, hemos sufrido mucho con Antonio y con Nessa y ahora que por fin van a hacerlo no hay razón para denunciar la historia. Por eso si eres menor de edad o no te gusta este contenido no leas el capítulo, de hacerlo estás bajo tu responsabilidad. Espero que les guste ♡.

Vanessa:

Un trillo de besos calientes me hace arquear la espalda logrando que Antonio meta las manos por debajo de las mismas y me pegue mucho más a él. Al diablo con todo, lo que pase en estas cuatro paredes es asunto de dos, como mismo me dijo el hermano de Tony antes de que este saliera del baño. Había demasiada tensión sexual acumulada entre ambos desde el primer beso que nos dimos, entiendo que esto vaya a suceder. Joder, estoy tan nerviosa como la noche de mi primera vez, quizás porque hace tanto tiempo que no lo hago con alguien teniendo mis facultades en su lugar que se siente igual. Con mi brazo izquierdo atraigo la cara de Tony. Su cuello recae sobre mi nariz huele tan limpio, tan delicioso ese aroma a masculinidad que a toda mujer heterosexual pone frenética. Lamo un poco a unos centímetros de su nuez de Adán, gruñidos de gusto me hacen saber que estoy realizando un buen trabajo. Su cuerpo completo está vibrando como el mío, entre mis piernas se arremolinan cientos de deseos que se comenzarán a salir en cualquier momento.

Enredo mis piernas en su costado de forma tal que recaen sobre sus nalgas, con una de mis manos sostengo su nuca poniéndolo más próximo a mí para dejarle besos, lamidas y chupones, se está bien debajo de él, sintiendo su marcado abdomen sobre mi estómago, sus pectorales en mis senos, su boca dejando claro que mis clavículas quedarán marcadas por lo exploradora que se ha vuelto su lengua. Estamos repletos de esas ganas y lo único que se escucha en la habitación son los sonidos de nuestras pieles, carne con carne.

Su cara sale de mi organismo. Sin dar tiempo a nada busco su boca con locura, me encanta besarlo. Sabe increíble, no importa que hayamos estado comiendo, siempre detecto en el interior ese sabor a mentitas y a canela. Puede que esté equivocada, pero con eso es con lo único que puedo asociar a este sujeto que me está poniendo cada vez más deseosa. Como sus manos están en mi espalda esto me hace ser de fácil movilidad para él. Me impulsa un tanto más nuestros organismos queden fusionados uno contra el otro en una armonía que ni la naturaleza es capaz de repetir. Mis curvas encajas con los espacios cubiertos de piel de su cuerpo, como si realmente fuéramos concebidos para ensamblar uno contra el otro. Con mis piernas hago bajar más su pelvis que cae sobre mi zona más sensible. Un pequeño gruñido se le sale antes ese gesto, casi no puedo mover las caderas desde aquí, necesito que su amigo coopere o tanto él como yo vamos a tener que recurrir pastillas.

Yo una para bajar los niveles hormonales que estoy teniendo ahora, él para obtener una erección. Siento que mi cuerpo comienza a quemarse en un delicioso fuego de deseo, pasión y lujuria. Cinco años de que nadie me ponía de esta forma tan frenética donde la educación se olvida, las buenas costumbres, cada una de esas cosas puede irse al carajo ahora mismo. Necesito que esto pase, que me haga gemir algo, arrepentirme de mis palabras mañana cuando me despierte. Eso me hace falta. Sé que no soy la única.

Antonio sujeta con sus dientes mi labio superior haciendo que un gemido salga. Su mano derecha que descansaban en mi espalda se desplaza entre nosotros para recorrer como si de un camino se tratara entre mis senos y el estómago por encima de la bata. Siento que las prendas nos sobran a ambos, hay demasiada tela entre los dos que descansadamente pudiera ir fuera en un par de movidas si me dejara levantar. Es que ni yo misma quiero terminar la deliciosa fricción. Siento que mi espalda termina de caer en la cama cuando con la otra mano trata de alzar hasta la mitad de mi estómago la bata porque su peso está en mí la tarea se le vuelve imposible, ninguno quiere parar con esto, pero ambos deseamos llegar al siguiente momento de la noche. Donde las cosas de verdad se van a poner intensas. Sus ojos se han quedado fijos en los míos y yo tengo los labios entreabiertos. Me gustaría que apagara la luz del cuarto también que cerrarla la puerta, me estaría un poco más cómoda así. Es la primera vez que alguien que no sea Ashton me va a desvestir, no diré nada.

Mackenzie [✓] EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora