Capítulo 1

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Disclaimer: Los personajes, salvo las excepciones de OCs, no me pertenecen, son propiedad de Ubisoft. 

No todos sale de mi imaginación, con lo que es posible hallar diálogos, escenas, etc, inspiradas o tomadas de los juegos u otros lugares. Igualmente, el hilo argumental de la historia coincide en puntos con los de los primeros juegos, pero sólo en parte, la mayoría serán inventadas y no coincidirán.

Recuerdo que se encontrará lenguaje violento y obsceno, así como escenas de violencia y sexo. 

La imagen utilizada para la portada no me pertenece, es toma da internet

Por último, agradecer a todo aquel que se pase por aquí. Ojalá os guste y os animéis a comentar vuestras impresiones. 

Capítulo 1. 

Julio del 1490. La Toscana.

El sol calentaba con fuerza a pesar de que aún no era mediodía, cosa que Ezio sentía con vehemencia, a pesar de que cabalgaba a lomos de un caballo raudo, sorprendiéndose de que la velocidad y su frescor no lo libraran del calor de la insolación.

Pronto comenzó a vislumbrar en la lejanía la silueta de Monteriggioni, olvidando la sensación térmica de la atmósfera Toscana en julio, pensando en reencontrarse con su hermana y madre, aunque le hubiera gustado que fuera en diferentes circunstancias.

El hombre obvió sus problemas mientras hacía que su caballo fuera más rápido, sólo pudiendo pensar en refugiarse de la luz del día dentro de la villa.

Minutos más tarde, Ezio se adentraba en el vestíbulo de la casa, que ahora le pertenecía desde la muerte de su tío Mario, vislumbrando con agrado que todo había vuelto a su lugar tras el ataque de los templarios, hacía meses atrás.

-¿Claudia? ¿Madre?

El moreno continuó examinando las estancias en busca de las mujeres, hallando que no se encontraban allí. En lugar de eso, una de las sirvientas apareció en la biblioteca.

-Qué alegría verlo de nuevo, señor. Su hermana y su madre han salido al pueblo. No creo que tarden mucho.

-Gracias, Laura. Me alegra saber que todo está bien. –Respondió con una leve sonrisa, pensando que ojalá fuera así realmente.

-¿Puedo ayudarle en algo hasta que regresen?

-No, descuida. Sólo avísalas de que me hallo en casa cuando vuelvan. Voy a tomar un baño, y después estaré en la biblioteca.

-Bien, voy a preparar la bañera. –Dijo la mujer, a pesar de las palabras de su patrón, para después despedirse con una leve inclinación de cabeza, desapareciendo de la estancia.

Ezio suspiró pasados unos segundos, comenzando a quitarse con cansancio los brazales de su atuendo de asesino, los cuchillos y espada que portaba, depositándolos con cuidado sobre el gran escritorio de la sala. No podía evitar recordar a su tío difunto, y junto a su recuerdo, el de su padre y hermanos, todos muertos a manos de idiotas sin escrúpulos, sedientos de poder y ambición. La furia se apoderó de él al pensar, que para colmo, aquellos individuos llevaban ventaja al poseer el Fruto del Edén.

Por fin, aunque sólo fuera por un segundo, Ezio dejó su mente en blanco y sintió un placer primitivo al sumergir su cuerpo en la bañera de agua tibia, quitándose el calor, la suciedad, y el dolor muscular.

La nostalgia invadió su alma al verse de nuevo entre los muros de aquella villa, tras casi un año de peregrinaje por toda Italia en busca del Fruto que le habían robado en aquel mismo lugar, donde de la misma manera, se bañaba tras llegar de su pelea con Rodrigo Borgia, teniendo que abandonar su relax al escuchar los gritos de su familia en la vivienda ante el ataque templario. El descanso para él siempre sería algo ficticio e inalcanzable, aunque daba gracias a Dios por haber tenido al menos dos semanas de "vacaciones."

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