Capítulo 62
Ezio dejó escapar un quejido en el momento en que despertó y trató de moverse, pero el dolor que sufría en todo su cuerpo le impidió hasta abrir los párpados a la primera, teniendo que esforzarse para conseguir abrir los ojos y enfocar. Al lograrlo encontró a Yusuf sentado junto a él mientras limpiaba una de las heridas de su rostro. El turco se detuvo en su tarea al verlo despertar.
-Ezio, ¿cómo te encuentras, amigo? Te dieron una buena paliza.
-Sí, y es así exactamente como me siento. –Susurró levemente mientras a cada segundo el dolor y la pesadez iban aumentando.
Yusuf volvió a limpiar el corte de su ceja izquierda tras animar a Ezio a que soportara los pocos minutos de sufrimiento que le quedaban, volviendo a hablar para distraerlo.
-Laura pasará a coserte las heridas más graves y todo habrá acabado. Hace apenas una hora que llegamos y aún está ocupada con asuntos más serios; hubo muchos heridos.
-¿Antonio...?
El italiano disipó sus palabras cuando Yusuf negó con la cabeza para confirmarle sus sospechas. El veneciano había muerto, y Dios sabía quiénes más habrían caído en aquel peligroso plan desesperado por rescatarlo.
Tras un suspiro por parte de Auditore, quien trató de gestionar la tristeza y rabia de su interior, el hombre volvió a hablar con ansias de información en su débil voz.
-¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo están Rosa y el resto?
-Bueno, ella ahora mismo no está muy bien, necesita tiempo para asimilarlo... cayeron otros tres asesinos más del grupo de Venecia. Pero al menos aquella lucha no fue en vano. Tú estás aquí, vivo. Y también recuperamos un fragmento del artefacto, el otro logró llevárselo Mendoza al escapar.
-¿Y Nuray?
Tazim calló unos segundos mientras terminaba su tarea, dejando el paño ensangrentado sobre la mesa de su derecha para después hablar.
-Está descansando, duerme gracias a un tónico que Laura le dio. Dice que se pondrá bien enseguida. No debes preocuparte por ella. Ahora descansa.
-Yusuf –dijo Ezio al verlo levantarse de la silla, dispuesto a dejarlo solo- ¿Qué han hecho con el cuerpo de Antonio, lo han enterrado ya?
-No. Lo están preparando para darle sepultura esta noche, cuando todo se calme.
-Avísame entonces. Quiero despedirlo y estar con Rosa.
El turco asintió sin decir nada, esbozando una triste sonrisa antes de salir del cuarto y dejar al italiano intentar descansar, aunque sabía que sería tarea difícil por su dolor físico, y sobre todo por el desconsuelo de la pérdida de su amigo.
* * * *
El frío gélido de aquella noche superaba incluso el de otras atrás. El viento rugía haciendo que un extraño ulular resonase en el interior de la pequeña casa, ahora inmersa en un silencio casi lúgubre.
Aquel mutismo le resultó extraño a Nuray al despertar en su camastro tras haber dormido todo el día. En aquella casa el silencio rara vez era protagonista, pues solían rondar asesinos y persona de aquí para allá buscando los remedios y atenciones de Laura.
La joven se incorporó despacio en la cama, sorprendiéndose de encontrarse mejor de lo esperado tras que la fiebre le hubiera bajado considerablemente, llevándose consigo el temblor y gran parte del malestar general. Desde luego la dueña de la casa era una auténtica eminencia en cuanto a remedios caseros.
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Si nunca te hubiera conocido
Hayran KurguLa lucha de Ezio contra César Borgia parece no tener fin, pero sus misiones para hacerse con el fruto del Edén le conducirán, no sólo a intentar salvar el mundo, sino a conocer a una asesina en Estambul de la que se enamorará. Su vida cambiará compl...