Capítulo 73
La noche había traído nubes cargadas de fuerte lluvia que humedecían el ambiente de una forma desagradable, dejando que la sensación se colara hasta en el interior de las casas.
Nuray guardaba silencio mientras se dejaba ayudar por Laura para cambiar su vendaje y limpiar la herida de su clavícula.
Su rostro permanecía serio, a la vez que su mente volaba lejos de allí, pensando en qué estaría pasando en Roma, y cuándo recibirían noticias de una maldita vez.
Yusuf había salido para tratar de averiguar algo, ya que si el Vaticano había sido asaltado, la noticia correría como la pólvora; pero lo cierto era que la asesina no pensaba que su amigo fuera a obtener nada aquella noche, lo que hacía que su exasperación y mal humor aumentaran.
-Bueno, ya está listo. Mejora bien y no hay infección. –La distrajo la voz de la anciana, quien sonrió levemente mientras terminaba de colocar el vendaje nuevo.
-Muchas gracias, Laura. Deberías irte a dormir.
-Tú también, querida. Descansa un poco. –Comentó mirándola con ternura, sabiendo lo preocupada que estaba.
-No puedo, Laura. –Susurró dándose por vencida en la labor de fingir.
-Lo sé, querida. Pronto habrá noticias y podréis tomar decisiones, pero mientras deberías recobrar fuerzas que sin duda necesitarás.
A la vez que la turca le daba las gracias con una leve pero sincera sonrisa, la puerta principal se abrió dando paso a Yusuf, quien se quitó rápidamente la capa para no mojar el resto de la sala. Nuray no tardó en levantarse junto con Laura para esperar las noticias.
-¿Y bien? –Preguntó con un deje de ansia Nuray, escudriñando el rostro del hombre.
-Parece que asaltaron el castillo del Papa de madrugada. He conocido a un hombre en una de las tabernas que es asesino y sigue a uno de los amigos de Ezio en la ciudad. Dice que no les fue bien y varios murieron, entre ellos María.
-No puede ser.
Tras el sorprendido susurro de Nuray, el silencio se instaló en la sala durante unos instantes hasta que Yusuf volvió a tomar la palabra. No obstante, la turca lo interrumpió, rauda.
-Tenemos que ir a Roma enseguida. Nos necesitan.
-Estoy de acuerdo –aceptó el castaño al instante-, pero ¿estás segura de que estás lo bastante bien?
-Eso no importa, Yusuf. Tenemos que regresar junto a Ezio.
Tazim no respondió, encontrando en la chica aquella preocupación que delataba cuánto le importaba el italiano, y simplemente siguió sus pasos para ponerse manos a la obra y recoger lo necesario para el viaje, escuchando como Laura los seguía e intentaba tranquilizarlos, hablándoles sobre el estado de salud de ambos, aún frágil como para tal aventura.
* * * *
Ezio había llegado a la taberna de los ladrones en isla Tiberina tras una horrible tarde ocupándose de lo ocurrido en La Rosa en flor, y tratando de recuperar el cadáver de su madre, aunque sin éxito, algo que hizo que el abismo en su interior se abriera aún más.
En el lugar encontró a Zorro, quien se levantó rápido de la mesa en la que se hallaba hablando con varios hombres para correr a su encuentro.
-¡Ezio! Siento mucho todo lo ocurrido. Mis hombres están vigilando el castillo por si tratan de sacar el cuerpo para recuperarlo. Lo recuperaremos, al igual que los fragmentos del Edén. Maquiavelo está reunido con los asesinos. Tú no te preocupes por nada, al menos esta noche, amigo.
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Si nunca te hubiera conocido
FanfictionLa lucha de Ezio contra César Borgia parece no tener fin, pero sus misiones para hacerse con el fruto del Edén le conducirán, no sólo a intentar salvar el mundo, sino a conocer a una asesina en Estambul de la que se enamorará. Su vida cambiará compl...