Joaquín POV
Las clases habían terminado, el chofer acababa de pasar a dejarme mi maleta y le entregué mi mochila con las cosas de la escuela para no llevar cosas de más, y Diego estaba verdaderamente emocionado por nuestros planes para el día, su hermano pasaría por nosotros en cualquier momento, Lio había ofrecido mandarnos con el chofer, pero Diego tenía reglas en su casa y no podía llegar con nadie que no fuera Sebastián.
―Va a ser divertido, pasaremos a comprar mi pizza favorita de camino y podremos ver un montón de películas en mi habitación, o puedes contarme finalmente que paso con tu alfa el fin de semana. ―sonreí sonrojándome ligeramente y negando avergonzado, nada más de pensar en contar a alguien de nuestros mimos secretos, me ponía nervioso.
―No puedo contarte eso. ―susurré jugando con las mangas de mi sudadera, desde que tenía mi marca, ya no era necesario que usara la ropa de Lio encima de la mía para llevar su aroma todo el tiempo, pero esa chaqueta me hacía feliz, era como estar acurrucado en su pecho, calientito y envuelto en su aroma.
― ¡Diego! ―en la esquina de la calle estaba su hermano junto a otro chico con el mismo uniforme, ambos nos hacían señas para acercarnos y un nudo se formó en mi vientre al comprender que él también nos acompañaría.
― ¿Quién es él? ―murmuré tomando del brazo a Diego deteniendo sus intenciones de correr hasta ellos, mi amigo sonrió tomándome de la muñeca y apresurándome a alcanzarlos mientras ellos comenzaban a caminar.
―Tranquilo, es un amigo de mi hermano, todos los viernes nos acompaña a casa. ―explicó yendo más lento a medida que nos acercábamos a ellos, quedando a unos pasos de distancia para no escuchar su conversación, pero igual sentir que no íbamos solos.
Una mirada curioso del amigo de su hermano, un murmulló a éste y la mirada de Sebastián igualmente curiosa en nosotros, me pusieron ansioso, Diego se veía relajado con ellos, en realidad, ni siquiera parecía prestarles atención, pero en mi caso era completamente diferente, mi omega necesitaba estar alerta, cualquier movimiento raro me haría querer salir corriendo y llamar a Emilio.
― ¿De verdad duele cuando te marcan? ―musitó tocando mi marca con la punta de sus dedos erizándome la piel por la sorpresa, le miré con una sonrisa incómoda y recordé el dolorcito inicial.
―Al principio duele un poquito, pero al mismo tiempo no quieres que tu alfa se alejé. ―expliqué recordando también la inmensa necesidad que sentía por mantenerlo pegado a mi cuerpo. ―Es raro, duele, pero no quieres que se aparté.
―En mi antigua escuela, un chico nos contó que dolía tanto que no podías dejar de llorar y el alfa que lo mordió no se detuvo cuando él se lo pidió. ―murmuró frunciendo el ceño pensativo, le miré consternado imaginando aquella situación.
―Lio no me lastimó. ―susurré encogiéndome de hombros. ―Estoy seguro de que si le hubiera pedido que se detuviera, lo hubiera hecho.
―Eso es ingenuo de tu parte. ―exclamó el amigo de Sebastián interrumpiendo nuestra conversación, al parecer habían estado escuchándonos por un rato. Le miré sin comprender a que se refería y sonrió burlón. ―Los alfas no podemos detenernos una vez que estamos marcando a un omega, es parte de nuestra naturaleza.
―Tú no conoces a mi alfa. ―murmuré molesto por su comentario, pero entonces el hermano de Diego soltó una carcajada igual de molesta que la de su amigo.
―No hay que ser un genio para "conocer" a tu alfa. ―musitó haciendo comillas en el aire poniéndome de mal humor, no me gustaba la imagen que tenía de Emilio, mucho menos que estuviera usando ese tono molesto conmigo, ni siquiera estaba hablando con ellos. ―Es solo otro hombre adulto aprovechándose de un omega sin familia para cumplir con sus necesidades.
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Cachorro
FanfictionTu padre siempre habla de tus malas decisiones y rebelde comportamiento, odia tu sonrisa traviesa y ojos curiosos, aun eres un cachorro cuando veo tus mejillas sonrojadas y aun así cada parte de mí quiere tomarte en mis brazos y ser una de tus malas...