Joaquín POV
Emilio no regresó durante el resto del día, mucho menos llamo a la casa y aunque muchas veces tuve en teléfono en las manos a punto de marcar su número, fueron las mismas que el miedo me contuvo de hacerlo, no me gustaba estar solo, pero odiaba más la idea de que Lio volviera a tratarme de esa horrible manera.
Por unas horas me quedé envuelto en las cobijas que aún tenían su aroma impregnado, en un vago intento por calmar a mi omega que no dejaba de sollozar, el dolor en mi marca iba y venía dejándome abrumado por el ardor, y un olor amargo recorría toda la casa confundiendo a todos mis sentidos, no era el olor a enojo de Lio, era algo pesado que sentía conocía de otro lado, pero no lograba concentrarme en definir de dónde.
En la noche mi estómago empezó a hacer ruidos extraños por la falta de comida, así que me levante sin mucha energía y fui hasta la cocina agarrándome firmemente de la barra de la escalera, encontré uno de los guisados de Kat en un recipiente cerrado, no quería prepararme algo yo mismo, todo mi cuerpo se sentía cansado, solo quería volver a dormir, quizás con algo de suerte, en mis sueños tendría a mi alfa dulce a mi lado, no sentiría frío, ni extrañaría su calor.
Después de comer me sentí un poco mejor, calmé la dolorosa fatiga de mi omega pensando en que hablaríamos con Emilio en la mañana, podía enfrentar mis propios miedos e ir a la Universidad, estar un lugar así era menos doloroso que estar sin él, si le explicaba mi decisión seguramente me perdonaría, volvería a hablarme como antes y no le daría dolor de cabeza.
Cuando me disponía a subir de vuelta a la habitación, un ruido extraño proveniente del jardín me detuvo, lentamente me acerqué a la puerta de cristal tratando de ver que era lo que se escuchaba entre la maleza, en la oscuridad no podía ver nada, así que abrí la puerta y encendí la lamparita del pórtico, seguía sin ver nada, pero ese aroma amargo estaba más fuerte afuera, mi cuerpo entero se erizó por la brisa que me golpeo el rostro, estaba por regresar a dentro cuando un conocido color verde apareció en la penumbra.
Me quedé estático en mi lugar, era como revivir mi pesadilla de la noche anterior, excepto que aquel personaje no se veía mucho más alto que yo, sus ojos estaban a la altura de mi pecho y no se acercaba lentamente como lo hizo en mis sueños.
Mi corazón iba demasiado rápido y me costaba respirar otra cosa que no fuera aquel amargo olor, di un paso atrás forzando a mis piernas a responder, tomé la orilla de la puerta con las puntas de mis dedos y regresé dentro de la casa sin apartar la mirada de ese color esmeralda.
Mi dulce omega
La voz me congelo la sangre, fue como si hubiera corrido detrás de mí aun cuando seguía en el mismo lugar sin intenciones de acercarse, el susurró en mi cabeza se sintió como si estuviera a mis espaldas y su aliento pudiera rozar mi cuello.
Mi omega sollozo asustado con las manos aún aferradas a la perilla de la puerta y entonces el verde desapareció entre los árboles, sin pensarlo demasiado subí corriendo al cuarto de Lio, cerrándolo con la misma desesperación con que entré.
Busqué mi teléfono entre las mantas con dedos temblorosos marqué el número de Lio desesperado por escuchar su voz diciéndome que todo fue un mal sueño o que regresara a casa a asegurarse de que no hubiera nadie en el jardín, pero después de seis timbrazos la llamada se cortó.
Volví a intentarlo sentándome en la cama tratando de no calmarme para hablar con él, pero después de tres timbrazos volvió a cortar la llamada, seguí llamando una y otra vez el resto de la noche, llegando un momento en que el llanto fue imposible de controlar, estaba asustado y solo quería algo que me hiciera sentir seguro de nuevo.
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Cachorro
FanfictionTu padre siempre habla de tus malas decisiones y rebelde comportamiento, odia tu sonrisa traviesa y ojos curiosos, aun eres un cachorro cuando veo tus mejillas sonrojadas y aun así cada parte de mí quiere tomarte en mis brazos y ser una de tus malas...