Anexo: La carta de Dex

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Querida Anesh:

Debes de estar deseando gritarme un par de cosas a la cara ahora mismo. O tal vez hubieses querido darme un abrazo una última vez. O las dos cosas. La verdad es que me merezco un abrazo y un puñetazo. Pero tú te mereces, sobre todo, una explicación.

Se me hace raro escribir esto ahora mismo. Estoy a punto de hacer una cosa horrible, Anesh, dejarte sola. Pero no quiero que esta carta sea para hablar de recuerdos bonitos en el pasado. De todo lo que tuvimos, de lo felices que éramos, y lo fuerte que ha sido nuestra amistad. Quiero hablar del futuro. Porque el futuro es brillante, lo sé. Tenemos pruebas más que suficientes para decirlo, sólo hay que saber encontrarlas. Reunirlas todas y escribir junto a un par de plumas negras "Habrá un final feliz".

Sé que puedes ser feliz. Vivir una buena vida, aquí, en Castronegro. Te imagino viviendo en una casita modesta, pero bien cuidada, junto al borde del camino. Tal vez con un huerto repleto de verduras y macetas en las ventanas. Macetas hasta arriba de tulipanes. Tulipanes, porque sí, porque me gustan. Y cuando te imagino así, soy feliz. 

Si me pidiesen que renunciase a todo para darte eso a ti a cambio, no me lo pensaría. Puedo parecer un cobarde por las decisiones que tomo, pero al final sólo hay que preguntarse por qué las personas actúan como actúan.

¿Por qué Nant no salvó a Sury aquel día? Solo ella lo sabe realmente. Tal vez porque si no hubiésemos guardado esa maldita poción, nadie hubiese podido matar a Marygold. Sury murió para que todos nosotros tuviésemos la posibilidad de vivir en un Castronegro libre. Pero Sury vive en nosotros.

Te voy a ser sincero Anesh. Yo nunca creí que la Diosa existiese realmente, pero sí creo que las cosas no pasan porque sí. Es... no lo sé. Complicado supongo. No sé si existe el mundo de los espíritus, o el más allá, pero sé que Sury no ha desaparecido sin más. Murió para que viviésemos, y por eso vive en nuestras acciones. Cuando veo que la gente abre sus negocios un día más, porque tiene la esperanza de que al final todo saldrá bien. Allí está Sury. Está en todos.

Mi madre murió para darme vida. Puede que sin mí, las cosas no hubiesen cambiado mucho. Tú hubieses encontrado a otros amigos, y habrías vivido tu vida como si nunca hubiese existido. Y si lo piensas, da un poco igual como sea. Pero el caso es que me gusta haber vivido esta vida contigo. No cambiaría nada.

Y aún así lo cambiaría todo si me dijesen que no íbamos a ser felices.

Lo que te quiero decir es complicado. No sé si me cabe en una sola hoja de papel. Hay tantas cosas que la tinta no puede expresar... 

No podíamos estar los dos, Anesh. Si me hubiese quedado contigo a luchar por Castronegro, lo habríamos perdido. Decidí entonces hacerme a un lado. De esta forma tú sí podrías vivir para ver el pueblo de nuevo hermoso. Me has dado tanto durante todos estos años, estoy en deuda contigo. Decidiste ser mi hermana aunque no tenías por qué. Acogiste a un niño extraño que no hablaba con nadie, y lo convertiste en lo que soy ahora. Me lo has dado todo Anesh, no podría haber vivido una vida mejor.

Pero tú... A ti te queda aún mucho por lo que vivir. Crea ese hogar del que te he hablado. Planta tulipanes. Pinta cuadros y escribe libros. Forma una familia y háblales de todas las historias que te quepan en los labios. Vive la vida por mí, porque mientras tú vivas, yo viviré en tus acciones. Como lo hizo Sury, y como hago yo ahora. Consíguenos ese final feliz que tanto nos merecemos.

Y, ¿qué otra cosa te puedo decir? Las despedidas siempre son breves.

Disfruta a tope,

Dex.

P.D.: Quiero que rellenes hasta la última de las páginas de tu diario. 

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