Ellos se conocieron una noche en aquel bar, un lugar al que no tenían pensado ir pero no fue ninguna coincidencia, en otras palabras fue el destino quién quizo que se conocieran.
Apesar de las circunstancias en las que se dieron las cosas no pudier...
Habían pasado tres días desde esa noche en la que Harry se quedó cuidando de mí y aunque no hacía falta él insistió, fué lindo amanecer al día siguiente junto a él en su pecho.
Melody me tuvo al tanto del trabajo ya que yo regresaba el lunes en la mañana, dijo que los chicos me extrañaban y me lo hicieron saber por todos los regalos en mi puerta, Callum había renunciado para comenzar una nueva vida ya que su madre había muerto hace una semana, fue triste pero lo entendí.
Hace dos días me gradué de la Universidad junto a Theo, fuimos solo a la entrega de diplomas ya que ambos debíamos recuperarnos aún, por lo que no asistimos a la fiesta, ambos nos encontrábamos ahora mirando una serie en la TV.
- Agradezco que no hayan tenido sexo mientras dormía -dijo Theo-
Lo miré sorprendida por sus palabras.
- Solo fueron caricias y abrazos, no te quejes que tú roncaste toda la noche -dije riendo-
Él me miró serio y juro que soltaría una carcajada por su cara.
- Eso no es gracioso -dijo él-
- Claro que sí -me carcajeo una vez más-
- ¿Lo extrañas? -me preguntó Theo-
- Si que lo hago -susurré en respuesta-
- ¿Porqué no se quedó a desayunar? -preguntó de repente él-
- Debía viajar temprano a Boston -respondí con una mueca-
- Me hubiera gustado conocer al chico por el cual mi mejor amiga suspira -se burló de mi-
- No te vayas a enamorar cuando lo veas -le advertí-
- No prometo nada -soltó si más-
Los dos continuamos viendo la serie mientras una que otra vez nos molestabamos, no vería a Harry hasta mañana ya que debía irse por trabajo, anoche habíamos hablado por mensaje pero no tanto.
Theo se había ido a casa hace unos minutos, mientras yo dibujaba con mi lápiz negro mi propio rostro y aunque no tuviera alguna imagen que seguir pude imaginarme y trazar líneas delgadas sobre la hoja blanca formando mi propia cara.
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Caminé a la cocina por más café y de pasada comí unas galletas de avena, en la mañana había tenido un mareo así que consulté con el doctor y me dijo que hiciera reposo, el golpe en mi cabeza disminuyó con el tiempo pero aún dolía.
Volví a mi pequeño estudio y continúe dibujando ya que me gustaba entrar en mi mundo y olvidarme de lo demás por un momento.
Necesitaba pensar que haría ahora ya que tengo un título en Artes, abrir una galería era una buena opción pero tenía que buscar otras cosas también.
