E P Í L O G O

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Harry Styles POV's

La miré con los ojos llenos de lagrimas, sus pupilas estaban dilatadas de tanto llorar y su rimel negro caía por toda su mejilla, ella estaba así por mí, por lo que acababa de decirle hace unos minutos atrás.

Me destrozaba el alma el verla en aquel estado y más si era yo el causante de ello, era un arrogante hijo de puta en estos momentos.

La oí sollozar y tragué duro, ella pegó su frente a la mía y su mano acarició mi mejilla, me estremecí ante su toque y quise estrecharla contra mis brazos y decirle que no era enserio.

No era capaz de controlar mis celos y todo había sido a causa de ellos, soy egoísta pero seguía sintiendo que había algo más que ella no me había dicho y aún así no le creí del todo.

Sentí su respiración mezclarse con la mía y fue cuando sus labios rozaron con los míos, logrando que sintiera miles de emociones en un segundo.

- Te amo tanto que aunque pasen los años seguiré sintiendo lo mismo por ti siempre... -dijo ella de manera sincera-

Y entonces me sentí el peor ser humano del mundo, me arrepentí al instante en el que decidí terminar, no quería que se alejara de mi lado y era tonto de mi parte porque aún así la seguía lastimando.

Dejó un beso en mi mejilla y me quedé helado, viendo como la persona que amaba se estaba yendo de mi vida, como todo nuestro amor se esfumaba en el aire y desaparecía.

Me fue inevitable el no soltar una que otra lágrima y no me di cuenta de que lo estaba haciendo hasta que ella limpió mi mejilla con el dorso de su mano.

_______ me miró a los ojos y luego bajó su vista a su mano, entonces la seguí en todo momento viendo como todo se me iba de las manos y no podía hacer nada, entonces ella se lo quitó de su dedo y sin más me lo tendió.

- Deseo lo mejor para ti, que seas feliz Harry... -dijo haciendo una mueca-

Ella dejó el anillo en la palma de mi mano y la miré sin creerlo, realmente la había lastimado mucho con esto y me arrepentía cada segundo pero era lo mejor supongo o eso me hacía creer yo mismo.

Y en un abrir y cerrar de ojos ella estaba desapareciendo por la puerta principal, de lo que alguna vez fue nuestro hogar.

La observé subir las maletas a su automóvil a través de la ventana y juré oír sus sollozos a la distancia, no quería que se fuera de esa manera y que tampoco me viera como un monstruo.

Como pude me moví de mi lugar y a pasos rápidos corrí hacia afuera, debía detenerla antes de que fuera tarde y la perdiera por completo de mi vida.

Abrí la puerta y baje rápidamente los escalones, al levantar mi cabeza fué demasiado tarde porque su automóvil había arrancado a toda velocidad, por lo que ya no estaba en el lugar y ella se había marchado de ahí.

Mis piernas me fallaron haciéndome caer de rodillas al suelo y sentí como mi mundo se venía abajo, simplemente la había dejado ir.

Llevé las manos a mi cabeza y jalé de mi cabello con mis manos, el sollozo de arrepentimiento salió de mi para luego covertirse en un llanto audible.

Lo solté, un grito desgarrador salió de mi garganta provocando que me doliera, apoyé mis manos en el suelo y golpeo el césped repetidas veces de forma furiosa.

No sé cuanto tiempo estoy así pero llega un momento en el que me canso y me dejo caer al suelo, me dolía el ver como había dejado que todo se desmonorara sin más.

Me levanté del suelo y corrí hacia adentro y me detuve apenas entré, observando todo a mi alrededor y el silencio fue mi único compañero en ese momento, me di cuenta de que me había quedado solo.

Veo sus cuadros y fotos nuestras colgadas en las distintas paredes de la casa, sin ella este lugar no tiene vida y yo no soy nada porqué ella se encargó de hacerme el hombre más feliz todo este tiempo.

Y yo simplemente lo he arruinado, como siempre, corro escaleras arriba buscando nuestra habitación y al entrar veo el desorden de toda su ropa sobre la cama pero mi atención cae sobre el cuadro de fotos roto en el suelo.

Lo tomo entre mis manos y me es inevitable no sonreí a pesar de la tristeza que me envuelve, me pongo lo primero que veo en el camino y vuelvo a bajar las escaleras.

Tomo las llaves de mi camioneta y salgo afuera, no quería perder tiempo así que me apresuro en subirme, una vez dentro de ella me encuentro echo un manojo de emociones.

Tenía que arreglar esto ya que no podía dejarla ir, lo que acababa de decir era mentira, la quería en mi vida de nuevo.

Conduzco por las calles algo rápido y con cuidado, deseaba llegar cuanto antes a su departamento y pedirle disculpas.

Doblo a la derecha y me encuentro con mucho tráfico, los autos tocan boscina sin parar y en un segundo logro irritarme, muerdo mi uña de forma ansiosa y jalo de mi cabello.

El amontonamiento de autos que hay es increíble, odiaba en este momento al causante de esto, golpeo el volante buscando otra alternativa pero no la hay, mierda.

Esto no me podía estar pasando a mi, me bajo de la camioneta e intento saber que ocurre pero no logro ver bien a la distancia, solo veo un camión de gas prendido fuego y bomberos intentando apagarlo.

Toco el hombro del hombre desconocido frente a mí esperando a que me dé una respuesta.

- Disculpa ¿Sabes que ocurre? -pregunté curioso-

- Al parecer alguien perdió el control del vehículo e impactó con el camión... -respondió él-

Hice una mueca y asentí agradeciendo, cerré la camioneta y decidí ir a pie hasta su departamento, un accidente no me impediría llegar hasta ella.

Comienzo a caminar por la acera, prácticamente corro en dirección hacia el lugar donde sé que ella estará, probablemente no quiera verme pero le explicaría que no quise decir aquello.

Continuo mi camino un par de cuadras más y al ver que me queda poco para llegar apresuro más mi paso, cuando tengo la puerta frente a mí la toco con mis nudillos repetidas veces.

- Cariño, sé que estás ahí... -dije rápidamente ansioso-

Espero unos segundos y no hay respuesta de su parte, lo que me preocupa más.

- Lo siento, te juro que no lo dije enserio a lo de terminar y sabes que no puedo vivir sin ti... -susurré arrepentido-

Apoyé mi frente sobre la puerta y golpe con puño de forma impaciente, debía arreglarlo.

- Te amo con mi vida, es mentira cuando dije que se acabó, te necesito más de lo que crees, por favor cariño... -dije sollozando-

Esperé unos minutos y al ver que no había rastro de ella y menos que me iba a abrir decidí irme, para darle tiempo.

Me odiaba por ser tan imbécil, no la merecía porque ella era tan pura y buena conmigo qué a veces me preguntaba como había logrado que ella me amara.

Miré una última vez hacia atrás para ver si abría su puerta pero no, la entendía a la perfección porque si fuera ella no perdonaría a alguien como yo.

Y esa noche caminé solo por las calles llorandole a alguien que probablemente me odié ahora mismo, que tampoco desea verme en mucho tiempo y me pregunté qué carajos iba hacer después de esto.

Hundirme en mis lágrimas y no perdonarme nunca lo que hice, quería deprimirme en mi cama estando solo y probablemente emborrachandome hasta perder la conciencia, porqué a pesar de todo me merecía todo el sufrimiento que le causé.

BEECHWOOD CAFE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora