C A P Í T U L O 37

1.8K 70 2
                                    

_______'s POV

30 de Junio del 2014

Habian pasado dos semanas desde la muerte de papá y me sentía fatal, han sido las peores semanas de mi vida y me sentía vacía al no tenerlo conmigo.

No habia salido de mi habitación desde entonces en caso de ir en busca de comida, no he hablado con nadie y lo preferí mejor así, odiaba escuchar sus palabras "lo siento mucho", "el era un buen hombre" o "estaré siempre contigo"

Y aunque nada iba hacerme senti bien ni cambiar el hecho de que mi padre ya no volvería, el se habia llevado una parte de mi junto a el, mis hermanos insistieron en que saliera a tomar aire y hablara con ellos o una psicóloga pero me negué.

No estaba loca ni tampoco necesitaba a alguien para hablar sobre lo ocurrido solo necesitaba tiempo y espacio para poder superarlo y aunque sabía que solo sería por un tiempo me esforce por guardar los mejores momentos con él.

Humedeci mi rostro y me vi en el espejo, me veía horrible, con ojeras y mis labios secos, mi cabello desordenado y cicatrices en mi rostro.

Tomé una toalla y sequé mi rostro, lavé mis dientes para luego salir de mi habitación. Baje las escaleras y me adentré a la cocina donde vi a mi madre tomando un café perdida en su nube de pensamientos, no me moleste en hablar y abrí la nevera.

Tomé la mantequilla de maní, algo de pan y jugo de naranja, dejé las cosas sobre la mesada y busqué café para prepararme.

Mientras esperaba a que la máquina prepara el café para luego vertilo en la taza ella habló y traté de salir de ahí.

- ¿Feliz con lo que lograste? -preguntó mamá-

No sabia a que se refería pero tampoco conteste a ella también le afectó todo asi que supuse que queria hablar con alguien pero yo no era la indicada.

- ¿No vas a responder? -dijo de nuevo-

- ¿De que hablas? -dije nerviosa-

- Todos sabemos que ese accidente fue tu culpa, que por tu culpa tu padre murió -soltó de la nada-

La miré confundida ya que sus palabras me tomaron por sorpresa, ¿Por qué decía eso?, un fuerte dolor se acumuló en mi pecho y no supe que responder, sus palabras me dolieron.

- ¿Dices que yo lo mate? -pregunté con dolor-

Entonces se volteó y me miró con cara de asco, como si fuera la peor cosa del mundo.

- Si tan solo no te hubieras encaprichado en ir a esas vacaciones -dijo ella-

- Ni siquiera te pedí que fueras con nosotros -dije molesta-

- ¿Crees que fuí por ti? -dijo seria-

Tenia ganas de gritarle y decirle muchisimas cosas pero me controle ya que la ultima vez que lo hice todo termino mal, ¿Porqué era asi conmigo?

- Eres lo peor ¿Que te hice? -dije al borde de llorar-

- Quitarme a tu padre eso hiciste, arruinaste mi vida y la de tus hermanos -dijo dolida-

Mierda ¿Que había de mi? ella trataba de llenarme la cabeza diciendo que era mi culpa cuando no tuve la intención de que algo malo pasara ese dia.

¿Y si era cierto? quité la idea de que era mi culpa, si tan solo hubiera sabido no habría pedido ir a esas vacaciones.

- Ni siquiera sabía que iba a ocurrir -dije nerviosa-

- Podrías haber esperado la otra semana para poder ir tranquilos, sabias que tu padre tenia mucho trabajo y aún asi insististe -explico mamá-

- Tan solo soy una niña de 18 años mamá -dije dolida-

- Una niña que solo causa problemas, una niña que nisiquiera puede ser como sus hermanos y lo peor es que tu padre siempre te perdonaba después de todo lo malo que hacías y no logro entenderlo -dijo mamá-

- Porque eso se llama amor, el me entendia cuando nadie lo hizo cuando tu no lo hiciste -grite cansada-

- No me grites niña mal educada -gritó ella-

Ella levantó su mano derecha para pegarme en la mejilla pero no la dejaría que lo hiciera.

- ¿Vas a pegarme? vamos hazlo -dije furiosa-

- Eres una inmadura -susurró-

- ¿Inmadura yo? -dije riendo-

Ella bajo su mano y la mire con desprecio, sabia que en el fondo la quería muchísimo pero ella me lastima y el odio se acumuló de repente.

- Eres igual a mí -dijo ella-

- No estoy ni cerca de ser como tú, somos totalmente distintas tu eres una persona mala, le juré a papá mejorar para poder llevarme bien contigo pero veo que no se puede -dije llorando-

Lo solté y no habia vuelta atrás, en ese momento olvide que con la persona que hablaba era mi madre.

- Quiero que te vayas de esta casa ahora mismo -gritó mamá-

Sentí como el aire me faltaba, la furia apareció en mi y solté un grito desgarrador y comencé a tirar todo lo que se encontraba a mi alrededor.

- ¡Que te vayas de aquí! -gritó de nuevo-

- Es mi casa y no me iré por nada en el mundo -dije triste-

Ella se acercó a mi peligrosamente y tuve miedo pero sin importar nada me armé de valor y la enfrente.

- No te quiero volver a ver nunca mas -susurró ella-

Y pude escucharla en ese momento, algo se habia roto en mi, me alejé a pasos lentos de ella sin dejar de mirarla, tratando de asimilar lo que habia dicho.

- Te odio -susurré-

Limpié mis lágrimas rápidamente y comencé alejarme de ella, miré a Isacc y este no entendía nada.

- ¿Que pasó aqui? ¿Por qué lloras? -dijo confundido-

Ella se acercó a nosotros y mi hermano observo el desastre en la cocina, me alejé de ambos y ella habló de nuevo.

- Vete y ni se te ocurra volver a este lugar porque ya no eres bienvenida, olvidate de que soy tu madre -gritó ella-

Me giré para verla y con todo el dolor del mundo hablé.

- Esta bien no volveré pero olvidate de que soy tu hija, mis hijos no sabrán de tu existencia ni tu la de ellos, me iré lejos pero fuiste tú no yo -dije nerviosa-

- Bien -solto ella-

Corrí escaleras arriba y al llegar a mi habitación cerré la puerta y busqué una maleta, necesitaba salir de esta casa o me rompería ahora mismo, camine al baño en busca de mis cosas personales entonces me ví en el espejo.

Me odié por unos segundos y cerré mis ojos tratando de calmarme pero no pude entonces di un puñetazo al espejo y este se quebró de inmediato, me senté en el suelo y lloré por que dolía, y no iba a dejar de doler por mucho tiempo.

Mire mis nudillos con sangre y no importó, de un segundo al otro mi mano comenzó a temblar de una manera rápida, intenté controlarlo pero no pude, dolía.

Howard entro al baño y se acercó a mi para abrazarme, escondi mi cabeza en su cuello y lloré, el intentó calmarme pero no pudo.

El temblor en mi mano no se iba, el me levantó y limpió mis nudillos con el agua para luego trazar pequeños círculos con sus dedos en mi mano.

El temblor seso y traté de regular mi respiración, lo abracé de nuevo y supe que el no se iría nunca.

- ¿Puedo irme contigo? -pregunté-

- Claro que si pequeña -susurró-

Lo abracé y llore en su pecho, el me abrazó y acarició mi espalda, mi corazón dolía demasiado y no podía hacer nada más que intentar sanar.

BEECHWOOD CAFE #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora