la joven noble, Acto 2

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Johnson.

Habían pasado un par de días desde aquella propuesta del señor William, desde ese entonces, mi padre intensificó la búsqueda por un marido desde que apareció Lord Albert, afirmaba que el me interesa como marido, y por eso quiere evitar a toda costa el contacto con el, por lo menos hasta que consiga prometido.

hasta que ese maldito día llegó.

Fui llamada por mi padre a la sala principal de la mansión.

- llegaste hija mía, déjame presentarte, al conde Farlan.

¡¿Un hombre mayor?!

esa fue la primera impresin que tuve de hombre que esta frente a mi.

- un gusto señorita Johnson, ¿usted será mi prometida? Que hermosa, es tal como esperaba señor Johnson, de verdad cumplio.

Me quedé sin palabras en este momento, ya que no se como debo reaccionar.

no aceptare los sentimientos de este caballero si es que tiene sentimientos por mi, ya que lo dudo mucho, no puedo hacer mas que aceptar y cerrar la boca.

El hombre se arrodilló en frente de mi y tomó mi mano para besarla, como si fuera una muñeca de porcelana.

- soy el conde Farlan, sera un honor ser su prometido.

- les daré tiempo para que se conozcan, si necesitan algo para su encuentro no duden en avisar.

Mi padre se ve entusiasmado por mi primer encuentro con este caballero, se fue de la sala para darnos privacidad, mi padre y este hombre, consiguieron su felicidad a costa de la mia, no deseo a este hombre en  absuto

Farlan tomaba una copa de vino, mientras me pláticas de su vida y sus viajes, un tema que no es interesante desde mi punto de vista, ¿por qué sería interesante la vida de un noble que no me interesa? que narcicista, jamas podria convivir con alguien como el.

Terminó de hablarme de el mismo, lo cual fue una larga charla sobre el, empezó a alagarme para llamar mi atención, eso no va a funcionar.

 - usted es una dama hermosa, señorita.

 - gracias.

mencione volteando a cabeza para otro lado, sin darle atencion, dejo su copa a un lado para verme, a punto de tocarme, pero se lo impedi.

- una chica fina, delicada como una rosa, no como las inmundicias de clase baja.

- ¿tienes algún problema con la clase baja? Señor Farlan.

- son lo más miserable, este mundo está elegido para los hijos de Dios, como tu y yo, los aristócratas, los plebeyos no son nada a comparacion de nosotros, estaria bien exterminarla.

hizo una mirada de los mas extraña, hay algo extraño con este hombre, que no logro identificar.

 - tenemos un deber como nobles, y es ayudar a la clase baja, si cree que no debemos ayudar a las clases bajas, nuestra conversacion llego hasta aqui.

Me levantaba del sofa, pero el hombre lo impidio de inmediato sujetando mi mano.

 - espera un momento señorita, no hemos terminado de hablar, ni siquiera de conocernos, quedese.

 - tengo cosas que hacer ahora, tambien tengo deberes.

Al tratar de irme, me sujeto mas duro de la muñeca.

 - ¡por favor permitame conocerla mas a fondo!

- gracias por la oferta, pero no, un dia con mas calma, ¿le parece señor Farla? si me disculpa.

La Mano Noble Del Crimen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora