CAPÍTULO 7

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Cuando se encontró fuera de su salón no sabia que hacer las lagrimas estaban corriendo ya por sus mejillas y no pasaría mucho tiempo para que alguien lo notara, si seguía ahí a mitad del pasillo le iba a descubrir. Sostuvo con fuerza su mochila y se dirigió hacia afuera del edificio con la cabeza baja, miraba entre todos los alumnos algún lugar al que pudiese ir a refugiarse pero no veía ninguno, asi que como ultima opcion fue al baño de chicas y ahí se escondió por todo lo que restaba de día, lloro todo el tiempo y cada vez que se lograba detener su estomago rugía generando llantos otra vez, debió haber comido todo lo que tenía consigo en cuestión de minutos y vomito todo al mismo tiempo, se estaba llevando al límite lo sabia, estaba plenamente conciente de aquello pero lo hacia aproposito como si hacer eso acabara con su sufrimiento y quizá lo haría, si no se hidrataba de algo que no fuera una bebida energética o hielo terminaría desmayada y en el hospital.

Aunque quizá esa era la mejor opción, asi todos sabrían lo que le pasaba y no tendría que vivir a base de mentiras. Descarto la idea al instante porque entendía que un hospital significaba dinero y era lo que menos deseaba en ese momento, hacer que sus padres gastaran dinero.

ademas ¿Cual seria la reaccion de todos al enterarse que no había mantenido ningún alimento en el estomago por más de una semana? muy probablemente le tacharían de loca y eso era lo que menos deseaba en aquel momento.

Cuando la campana de salida sonó espero un buen tiempo para poder abandonar la escuela, le costo muchisimo armarse de valor para poder salir del cubículo en el que había estado durante toda la tarde. Verse al espejo fue asqueroso, tenía los ojos hinchados por las lágrimas y la boca seca por el vómito que se había autoprovocado y por lo mismo su garganta ardía junto con su estomago, estaba en un estado deplorable.

Se puso la sudadera de su capucha y con la cabeza baja salió de la escuela sin mirar a nadie, si para su mala suerte se topaba con alguno de los chicos del club de Voleibol, que ahora conocía de manera oficial, probablemente no seria precisamente amable con ellos.

Bajo la cuesta hacia su trabajo, no tenia otra opcion mas que ir a trabajar.

Pero no pudo siquiera cruzar la puerta ya que detrás del vidrio en el mostrador estaban Yamaguchi y Tsukishima hablando con Ukai, seguramente le estaban buscando. Se dio la media vuelta y empezó a caminar hasta el final de la cuesta, lamentablemente Yamaguchi le había visto tras el vidrio (O mas bien Ukai le había visto y había alertado a Yamaguchi), asi que empezo a escuchar como gritaba su nombre repetidas veces pero ignoro totalmente y siguió su camino con fingida tranquilidad, si tenia suerte quizá Yamaguchi pensaría que se habían equivocado de chica.

Pero no fue asi, al contrario, Yamaguchi apresuro el paso y detuvo a Kenjirou por la muñeca en ese momento en el que su mano rodeo la muñeca de la chica pudo notar lo delgada que esta era, lo cual horrorizo al peliverde, Tsukishima tenía razón.

-Kenjirou-san ¿Donde estabas? -Kyoko no levanto la mirada del suelo- Estábamos preocupados por ti, pensábamos que volverías pero nunca apareciste y...

-No hables en plural, tu y yo sabemos que a Tsukishima no le agrado, no tienes que agregarlo a la conversación -Se sorprendió de sí misma pero no se retractó en ningún momento

-Llevamos siendo solo los dos desde hace mucho, no le agradan los cambios, pero eres nuestra amiga y nos preocupamos por ti

¿Nuestra amiga? ¿De verdad la consideraban su amiga?

Con suerte les dirigía palabra, solo les había traído problemas, no tenían nada en común que no fuera el voleibol pero ellos se acababan de enterar de su pasión secreta, ¿Acaso no era muy pronto para considerarse amigos?.

Moonlight  [Tsukishima Kei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora