Volver a clases al día siguiente le tuvo muy nerviosa, era realmente extenuante tener que ver a Tsukishima estando tan enojada con él.
En otras noticias, había sacado las mejores calificaciones de su clase, lo cual le hizo querer gritar por todas partes, pero no lo llevo acabo claramente, había roto su dignidad hablando con Kageyama pero sentía que todavía mantenía un poco de ella.
Suspiró mientras el profesor les pedía que dieran la vuelta a la hoja, no estaba muy pendiente a la clase sinceramente, estaba demasiado cansada por el viaje a Tokio, más de una vez le llamaron la atención al ver que estaba por caer rendida ante los brazos de Morfeo.
Para su alivio la campana sonó, obligando al profesor a acabar la clase de literatura japonesa en ese momento. Deseaba quedarse en el salón a dormir y a hacer nada pero Tadashi no tenía esos planes.
-¿Podemos hablar? -pregunto el pecoso sentándose frente a ella en el asiento que su compañero del frente había dejado vacío.
-Como quieras -respondió mientras daba un largo bostezo.
-¿Estás enfadada conmigo? -iba a morir de ternura en ese momento, realmente Yamaguchi irradiaba ternura- se que no le quieres hablar a Tsukki, por eso me preguntaba si...
-No puedo enojarme contigo, idiota.
Esas palabras iluminaron el rostro de Tadashi, realmente parecía feliz de saber que Kyoko no le odiaba.
-¿Puedes acompañarme a la máquina expendedora? Puedo comprarte algo si deseas.
-No quiero nada -se apresuró a decir- pero vamos.
Se levantó de su lugar tras haberse estirado y se encaminó hacia la salida del salón con Yamaguchi, sonreía ligeramente cuando se dio la vuelta para mirar a Kei, parecía tan tranquilo con sus auriculares que no pudo evitar pensar por un segundo en que se veía lindo de esa forma, quito ese pensamiento de su cabeza en el momento exacto en que el rubio le devolvió la mirada, se giró rápidamente y salió del salón.
¿Qué acababa de pasarle? ¿Había pensado que Tsukishima se veía lindo?.
-No puedo creer que hablaras con Kageyama. -empezó Yamaguchi- Tsukki estaba furioso, ¿Se conocen?.
-Una vez nos encontramos en un partido, yo sabía quién era, él no -sólo una pequeña risa para aligerar el ambiente- sólo quería enojar a Tsukishima, pero me terminó agradando, aunque no fue tan agradable cuando empezó a hablarme de voleibol y a preguntarme de mi vida como armadora.
Yamaguchi sonrió al notar las intenciones de su amiga, acababa de notar algo que bastante emocionante.
-Me gustaría saber de tu vida jugando voleibol -dijo Yamaguchi tratando de ignorar el tema de Tsukki.
-No hay mucho que contar
-Debe haber algo...
-Mi padre jugaba, me enseñó cuando era pequeña, entre al club de voleibol femenino en la primaria, fui bloqueadora hasta los trece y sólo fui armadora por cinco meses, después abandoné el juego -resumió Kyoko- no es nada emocionante.
-¿Por qué dejaste de ser bloqueadora?
Kenjirou trago saliva con fuerza, esa no era una historia agradable pero confiaba en Yamaguchi.
-A los trece deje de comer tan seguido y empecé a cansarme con facilidad -empezó mientras ambos bajaban las escaleras- en ese momento nuestra armadora renunció así que tome su posición. Como armadora me movía muchísimo menos a diferencia que como bloqueadora, ya sabes, los bloqueadores son los que más se mueven.
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Moonlight [Tsukishima Kei]
Fiksi PenggemarPrimer libro. Kenjirou Kyoko nunca se había enamorado, más bien nunca se había permitido enamorarse, así que cuando la vida la cruzo con ese alto chico rubio todo dio una vuelta de 180 grados. Tsukishima Kei había sido una gran molestia en su vida...