CAPÍTULO 24

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Hubieron dos concentraciones en Tokio a las cuales no se le permitió ir, cosa que le tenía bastante deprimida.

En vez de disfrutar de un campamento su vida se basaba de ir de doctor en doctor gastando un dinero que en realidad no tenian. Su vida eran nutricionistas, psicólogos, psiquiatras y neurólogos por montones.

Se le prohibió saber su peso cuando ya había llegado a los 42 kilos y medio por lo cual no le quedaba más que especular y observar en el espejo como la grasa se empezaba a acumular por todas partes.

Se había negado a probar bocado durante la cena así que se mantuvo en su habitación mientras todos le pedían que comiera.

Se lanzó en su cama cuando ya sus padres se rindieron, no tenía ánimos para nada ese día.

Su teléfono empezó a sonar, alguien le estaba llamando. Miro la pantalla sorprendida de ver el nombre de Tadashi escrito en ella.

-¿Sí?.

-Hola Kyoko, llamaba para saber que tal te sentías hoy, los entrenamientos individuales acaban de empezar así que pensé que era un buen momento.

-Estoy bien, Yams.

- Me alegro muchísimo ¿Cenaste?

-No

-Esta bien, sólo espero que hayas comido bien antes.

-Sí lo hice, desayune, merende y comi casi toda mi comida de el almuerzo.

-Eso es buenísimo, me enorgullece muchísimo tú esfuerzo.

Sus momentos de felicidad eran esos, en los que le decían que estaban orgullosos de ella, porque sabía que sus amigos no le mentirían que preferirían ahorrarse el comentario que mentirle, no así como sus padres que a pesar de dar un esfuerzo seguían más pendientes de sus hijos pequeños que de Kyoko.

Por un momento espero que eso no sucediera, que sus padres le ayudarán como lo habían prometido, pero no sucedió.

- ¡Tsukki! ¡Estoy hablando con Kyoko!

Su corazón latío con fuerza cuando Yamaguchi llamo a Kei y sin darse cuenta terminó boca arriba en su cama sosteniendo el celular con una mano y con la otra jugueteando con su cabello.

-¿Hola?.

Esa era su voz ridículamente fría.

-Kei.

-¿Qué tal estás?

-Podria estar mejor pero estoy decente.

-¿Me alegro?...

¿Por qué era una situación tan incómoda?.

-Bokuto-san pregunto por ti.

-¿Y qué le dijiste?.

-Le inventé que estabas enferma, le pareció mucha coincidencia que estuvieras enferma por tanto tiempo.

-Pudiste ser más original.

-Nah, no es lo mío... espe... Suelta el teléfono, Hinata

Un gran escándalo empezó a sonar en el otro lado del teléfono.

-¿Estás hablando con Kenjirou-san? ¡Yo también quiero!

Moonlight  [Tsukishima Kei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora