La mañana del sábado se hizo presente rápidamente y para Adrien, sus actividades comenzaron en cuanto el sol se asomó. Gabriel lo tenía desde temprano en la oficina ultimando detalles de la colección que sería lanzada esa noche. La tan esperada colección de Gabriel con telas de la marca Grimaldi, además de la colección lanzada por Andrea por primera vez en París, estaba a unas horas de hacerse realidad. Poco le faltó al rubio para ser un maniquí viviente hasta que su celular lo sacó de ese trance. Gabriel alzó una ceja. - ¿Quién es? – preguntó tajante. Adrien se cohibió. – E-es Nino, los chicos querían vernos para mostrarnos nuevas canciones y quería – Gabriel lo interrumpió.
Sabes que hoy será un día muy ocupado, tienes responsabilidades Adrien – El rubio bajó la mirada. Por más que se esforzara, la situación con su padre era la misma siempre. Pero para su sorpresa, esta vez fue diferente. – Puedes ir ya que termines, Gorila te llevará. Pero debes estar aquí temprano, tenemos que estar a tiempo en el lugar – le ordenó de forma tajante. Adrien asintió con una luz de esperanza en sus lindos ojos verdes y se formó en él una sonrisa que duró hasta el momento en que salió de su casa, hacia la casa de los Couffaine. - ¡Viejo, si viniste! – le dijo Nino palmeando su espalda. – Creímos que no vendrías Adrien – le saludó Alya de igual modo. El rubio asintió. – Aunque llegué un poco tarde, mi padre me dio permiso de venir – respondió con una leve sonrisa.
Alya negó. – No te preocupes, nuestra diseñadora estrella aún no llega – dijo resignada. Adrien se sorprendió. - ¿Marinette aún no llega? – preguntó con un claro aire de decepción. Alya negó nuevamente. – Se fue con Carlos de tour desde temprano y dijo que estaría aquí a mediodía – dijo mirando su celular. – Pero creo que el tour se alargó porque aún no llega – concluyó. Adrien asintió con pesadez. Recordó las palabras de ella la noche anterior: "Tengo cosas que hacer con "mi amiguito", mañana". Pero el rubio no esperaba que esas cosas ocurrieran temprano, llegó a pensar que ella se refería al evento de esa noche. Pero se equivocó.
Los demás se acercaron a saludar a Adrien incluido Luka. – Adrien, que gusto verte – saludó el guitarrista. – Gracias por invitarme – respondió el rubio. Luka negó. – Aunque no seas parte de la banda oficial, eres nuestro tecladista privado – Ambos rieron un poco hasta que la voz de Rosita sacó a Adrien de trance. - ¡Marinette ya viene! ¡Y con Carlos! – dijo emocionada y asomándose por el barco. Adrien se recargó en el barco y dirigió su vista a la calle. Efectivamente, una parisina y un milanés venían caminando juntos por la banqueta completamente aislados de su mundo. Adrien miraba la escena, un poco serio, a diferencia de los demás que los veían con una sonrisa. – Adelante señorita parisina – dijo Carlos permitiéndole el paso a Marinette. – Que amabilidad, me siento halagada – Ambos soltaron unas carcajadas que eran claramente escuchadas por todos.
Adrien quien obviamente no estaba celoso de la que es sólo su buena amiga, rodó los ojos y se apartó de ahí. – Ya era hora que llegaran – dijo Alya divertida. – Parece que el tour matutino se alargó – continuó cruzándose de brazos. Marinette asintió. - ¡Carlos es incansable! – respondió divertida. – Fuimos al Louvre, al Sena, a la Plaza de los Vosgos, al Palacio del trocadero, a Notre Dame, al Jardín de las Tullerías y a las Catacumbas – contaba con emoción. Carlos soltó una risa. – Y faltaron más lugares por descubrir – aseguró él. Como si cuando ellos estuvieran juntos lo demás no importara, así volvió a pasar. – Si, faltan lugares. Pero recuerda que tu madre quiere que llegues temprano – le dijo la azabache con autoridad.
Si, pero eres una mala influencia que hizo que me desviara hacia acá – dijo dándole un ligero golpe en el estómago y riendo. Los demás empezaron a reír por la complicidad que ambos tenían, a excepción de un rubio que miraba todo seriamente. - ¿Mala influencia yo? – dijo ella tratando de sonar ofendida y riendo junto a él, hasta que fueron interrumpidos por Alix. - ¿Qué te ha parecido la ciudad Carlos? – preguntó la chica. – Fantástica, la ciudad es hermosa y... conocerla junto a Marinette, es la mejor parte – dijo con sinceridad, mirando a Marinette. La clara conexión que ambos compartían, era cada vez más evidente para Adrien. Se podía decir que el italiano le llevaba años luz en cuanto a eso. La voz de Marinette lo sacó de sus pensamientos. – Bien, no hay que perder el tiempo. Hay que comenzar – dijo entusiasta. – Juleka, iré a tu habitación por las cosas. Carlos, ¿me acompañas? – pidió la chica.
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Nuevas Batallas
FanfictionDespués de la Batalla por los miraculous, Marinette es la nueva guardiana. Un gran peso en sus hombros se hace presente, pero tiene a su fiel amigo y compañero que siempre está junto a ella. ¿Cómo irán las cosas entre Adrien y Marinette, ahora que...