Capítulo 11: Cita... ¿Cuadrúple?

1.2K 96 42
                                    

El fin de semana había llegado y la ciudad parecía tranquila, después de guardias muy pacíficas, era extraño no ver un akuma ni de día ni de noche. Adrien se encontraba en su habitación cuando recibió un mensaje de Kagami. – "¿Te parece que salgamos esta tarde? "- leyó el chico en su teléfono. – Uy, un mensaje de tu novia- decía Plagga en tono burlesco. – Plagg, Kagami aun no es mi novia – replicó el chico rápidamente. – Pero si sería buena idea salir con ella, así despejaré mi mente, espero mi padre me dé permiso de ir –

Adrien fue hasta la oficina de su padre y se dispuso a hablar con él. – Padre... yo, eh... quería pedirte permiso para salir con Kagami esta tarde, ya que no tengo esgrima ni sesión de fotos... pensé que sería buena idea- dijo el chico rascándose la cabeza con nerviosismo. Gabriel pensó un poco las cosas y asintió. – Irás con la condición de que Gorila te lleve y te recoja- Adrien asintió con una leve sonrisa. En ese momento, Nathalie entró a la oficina. – Señor Agreste, esta es la cotización para la presentación de la marca Grimaldi- dijo la mujer a Gabriel extendiéndole unas carpetas.

¿la marca Grimaldi? – preguntó Adrien, y Gabriel asintió. – Es una marca de telas, la más importante en Italia y quieren extender su mercado a otras partes de Europa, empezando por París y me han contactado a mí para ser su acceso en Francia- mencionó Gabriel mientras veía su tablet. – Oh si, recuerdo que Nathalie mencionó algo de eso, ¿usarás sus telas en tu siguiente colección? – preguntó Adrien curiosamente. – Es probable – respondió Gabriel fríamente. Adrien salió de la oficina y se dirigió a su cuarto. Le envió un mensaje de respuesta a Kagami diciéndole que la recogía más tarde en su hotel.

Por su parte, Luka había invitado a salir a Marinette, tenía planeado para ella una cita sencilla pero linda. Marinette se encontraba en su habitación haciendo unos nuevos diseños que Jagged le había pedido para un evento que se aproximaba en unas semanas. – Marinette, ¡llegó algo para ti, ven pronto! – gritó su madre desde el piso de abajo. La chica bajó rápidamente y se encontró con un paquete a su nombre. Al ver el remitente, se dio cuenta de que su abuela se lo había enviado. Abrió el paquete alegremente y se encontró con un bello vestido blanco y un suéter en un tono durazno. Subió a su habitación alegremente y le mostró el vestido a Tikki.

-Ese vestido es hermoso Marinette, deberías usarlo para tu cita con Luka-. Marinette miró a su kwami con extrañeza. – no sé si sea buena idea Tikki- la kwami voló frente a ella. – Pruébatelo y si te convence, lo llevas- Marinette asintió y se fue a tomar un baño. La hora para su cita con Luka se aproximaba. Su teléfono sonó, era un mensaje de Luka. –"te veo en el puente de las artes a las 5:00"-. Marinette se probó el vestido blanco y se miró frente al espejo. – Wow Marinette, te ves hermosa- le dijo Tikki con una gran sonrisa. – Me queda bien... creo – dijo la chica un poco indecisa. – Marinette te ves fantástica... solo... - Tikki volaba a su alrededor y la chica la miraba con extrañeza. - ¡Ya sé! Falta esto – Tikki se acercó a Marinette y soltó una de sus coletas. – Tikki ¿qué haces? -. – Soltando tu cabello – contestó la kwami mientras soltaba la otra coleta. – Te ves estupenda, yo voto porque te lo dejes, además recuerda lo que dijo la adivina, nuevas cosas se aproximan, podemos empezar con un pequeño cambio de look – le dijo Tikki alegremente. Marinette sonrió resignada. – Está bien Tikki, me lo llevaré y... me llevaré el suéter por si hace frío más tarde-. La chica lucía hermosa, el vestido era perfecto y se maquilló ligeramente.

Adrien recogió a Kagami en su hotel, la chica le dio un ligero beso en la mejilla con lo que el rubio se sonrojó. - ¿A dónde te gustaría ir? – preguntó Adrien caballerosamente. – Me apetece un helado, de los de André – Adrien sonrió de lado y sacó su celular para buscar pistas de donde estaba André el heladero. – Llévanos al puente de las artes, André está ahí – le dijo Adrien a Gorila. – Adrien, me quedé sin batería, ¿podrías prestarme tu celular para llamar a mi madre? – el chico asintió y sacó del bolsillo de su pantalón el teléfono, pero junto con este, se vino el amuleto de la suerte que Marinette le había regalado a Adrien tiempo atrás.

Nuevas BatallasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora