Capítulo 96: El Día que te Conocí

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- ¿Te gustó la película? - preguntó Adrien mientras caminaba junto a Marinette. Ella enrojeció. - Yo... - dijo temerosa.

- Me dormí -

- Te dormiste -

Expresaron ambos al mismo tiempo. Adrien soltó una suave risa y siguió caminando junto a ella. - ¿Te diste cuenta? - preguntó con vergüenza en su voz.

- Fue imposible no darme cuenta. Te recargaste en mí y ya no te moviste. Pero está bien, amé verte dormir... Y babear. Aunque me sentí ofendido al no ser yo quien te provoque eso, mi lady -

Y el color subió más a Marinette. - Que vergüenza, Adrien. ¡Lo siento mucho! - se disculpó tapando su boca. Adrien comenzó a reír. - Tranquila, Marinette. No babeaste, lo juro. Pero fue lindo ser tu almohada más de media película -

- Eres un tonto - dijo con el ceño fruncido. Adrien la detuvo en la banqueta, bajo un árbol. Y entrelazó sus manos con las de ella. - ¿Un tonto muy lindo? - preguntó él con galantería.

- Eres horrible - sentenció ella. - Vamos, mi lady. No te enojes. Mira que tienes a un chico muy apuesto a tus pies. Eres muy afortunada - 

Si, ella lo sabía. ¿Pero aceptarlo? Ni loca. 

- Cambiando el tema - comenzó a decir ella y tomando la mano de Adrien, siguieron su camino. Adrien rio ligeramente y se detuvo en seco en la banqueta. - ¿No responderás si soy apuesto entonces? - preguntó peligrosamente cerca de ella, viendo como el sonrojo llenaba las mejillas de Marinette. 

- ¿Te divierte esto no es cierto? - Adrien la abrazó por la cintura con rapidez y la alzó unos cuantos metros sobre el suelo. - Bastante, porque es contigo con quien me divierto - dijo con una suave sonrisa. Y con esa pequeña barrera derribada, logró hacerla sonreír. 

- Eres muy guapo, Adrien. Creo que demasiado, por eso tienes miles de fanáticas en la ciudad - 

- ¿Celos? - preguntó aún con ella en el aire. 

- Que te persigan no me hace precisamente feliz. Así que creo que sí - 

Adrien la bajó y sonriéndole una vez más, la besó con serenidad. - ¿Para qué preocuparme por las demás cuando tengo a mi mayor fan entre mis brazos? - 

- ¿Ves? No por nada era Ladybug, eres afortunado - dijo ella alzándose de hombros. Ambos comenzaron a reír y siguieron caminando. - Lo sé, sé que soy afortunado - dijo acariciando la mano de ella con el pulgar. 

- ¿Te gustaría un helado, gatito? Yo invito - él asintió. - Me encantaría. Quizás le demos una foto nuestra a André para que la ponga en su carrito - dijo divertido. 

Otro atardecer era el que ambos miraban juntos. Otro atardecer que lograba darles paz, sobre todo a él. 

- Marinette - la llamó. Ambos estaban sentados bajo un árbol, en un bonito parque de la ciudad. - ¿Sí? - respondió la azabache recargada en su hombro. - ¿De qué querías hablarme hace un rato? No te dejé terminar - 

Ella se acomodó mejor y lo encaró. - Pasado mañana es el baile de fin de clases, antes de que comience oficialmente el verano y... Quería saber si tú vas a ir - dijo con algo de nervios. 

Adrien suspiró. - No lo sé, Marinette. Quiero decir, me encantaría, pero sé que los chicos perdieron un poco la confianza en mí al saber que Hawk Moth es mi padre y las condiciones en las que está mi madre - 

Marinette acarició sus mejillas con suavidad. - No eres tu padre y no tienes la culpa de lo ocurrido, gatito. Ellos tienen que entender eso -

- Marinette, en parte supongo que tienen razón. No quieren arriesgarse a algo -

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