Me vais a matar y con razón xD Si el capítulo anterior, os di una sorpresa y en esta no va a ser del todo agradable.
🙏🙏🙏🙏🙏🙏
Quiero aclarar que hay todo tipo de experiencias, malas y buenas.
Creo que con amor es mejor. O cuando hay una fuerte atracción en la pareja.
Después de esto, os deseo un
¡¡¡ Feliz domingo!!!
😘😘😘😘😘😘
Alana sentía esa misma asfixia apretándole.
No pudo detenerle porque no halló el valor necesario para enfrentarlo, ya que el dolor que llegó a atisbar en sus facciones no fue un buen trago de aceptar, ni de que ella, de alguna manera, se lo hubiera provocado. No debía preocuparse por él; sin embargo, lo hacía porque le costaba respirar y más viéndole marchar. Mas se merecía que sufriera por el escarnio que ella había padecido, por su burla y engaño, por las noches solitarias que había tenido.
Por otra parte, por más que se dijera que se lo mereciera; no estaba feliz, ni mucho menos dichosa. Se refugió en su capa y se dirigió a casa. Había estado mucho tiempo afuera.
¿Cuántas veces James se habría presentado en su casa, buscándola? ¿Cuántas ella lo había rechazado, sin que este se amedrantara? Ahora, definitivamente le había dado motivos para que desistiera. Es más, le iba a dar el divorcio.
El silencio de la casa y la falta de actividad de esta la recibieron. Se apoyó en la puerta y se quitó la capa. La dejó encima de la mesa del vestíbulo donde estaba colocado un espejo de medio cuerpo y ovalado. Se fijó en su reflejo: el pelo revuelto, despeinado, la piel debajo de su mandíbula con rojeces, claras evidencias de que la había besado y tocado. Se pasó una mano por esa zona como si la persona que estuviera en ese cuerpo le fuera desconocida. Cerró los ojos y esperó sentirse bien consigo misma, pero no encontró la satisfacción.
¿Se arrepentía?
La noche no fue mágica como la otra que vivió en esas cuatro paredes. Los besos recibidos fueron vacíos como las caricias y embestidas que después llegaron para después terminar más frustrada, tumbada con la respiración jadeante de su amante en su oreja y el peso de este.
No le tocó un extraño. Dio la casualidad de que el hombre de ojos obsidiana se encontraba en el salón, al igual que la anterior vez, su saludo no fue el más cálido de todos porque aún estaba ofendido de que se le había echado de la habitación, recordándole de que su marido fue quién lo expulsó. No le preguntó sobre el tema ya que le creaba más reparo porque, personalmente, se avergonzó de esa circunstancia. No estaba orgullosa de que su marido se presentara y lo echara del lecho. Por desgracia no alcanzó a saber toda la verdad de lo que ocurrió en esa noche. No se molestó en preguntarle cómo se sintió, ni el otro estaba por la labor de aclararlo ya que le había dado en su orgullo, y que la cosa se quedó a medias. Tal como se quedó a medias querían terminarlo. De esa espina que estaba clavada, querían sacársela, aunque cada uno por distintas motivaciones. Debió haberlo intuido porque estaba empecinado en resarcirse.
Vaya hora en que decidió subir y estar con él. No fue lo esperado, ni lo vivido.
¿Era siempre así, quedarse tumbada y recibir más que unos cuantos empujes que no provocaban en ella alivio, sino más que una seca molestia?
Compuso una mueca y dio la espalda a su imagen. Como no había servidumbre, fue ella a prepararse un baño caliente que la pudiera calmar, poder olvidarse de la mala experiencia que añadiría a su diario. Eso le pasaba por tener las expectativas tan altas. Por soñar con algo que había sido ideal. No era tan idílico como otras mujeres lo contaban. Estaba claro que ella no estaba dentro de ese grupo que disfrutaba de dichas atenciones.
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Entrégate #6 Saga Matrimonios
Historical FictionPróxima historia. Secuela de Ámame Fecha de publicación: desconocida Todos los derechos de autor a Aria Blanc