Complemento perfecto

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–¡KAMINRI! ¡POR FAVOR REACCIONA! ¡ABRE LOS OJOS! ¡MIRAME MALDITA SEA! ¡DENKI!

–No... Kyoka... quédate... conmigo...

De pronto todo se volvió oscuro. El chico aún temblaba aferrado a su cuerpo. Les tomó un tiempo a sus ojos acostumbrarse a la oscuridad, veía manchas de colores por todas partes. También sintió que sus oídos zumbaban. Sintió que la cogían del brazo, pero no lograba ver quién era ni escuchaba lo que le decían. También sentía los brazos de su compañero en su cintura, iban a separarlos.

–No, por favor no, déjenme con él. –Sintió como la soltaban y empezó a tocar el pecho de su amigo, subió hasta su rostro, estaba mojado y sus ojos seguían cerrados. Empezó a limpiarlo, no había notado que sus lágrimas estaban cayendo sobre él. Cuando terminó se recostó sobre su pecho y cerró los ojos. De todas formas, no podía ver nada, pero estaba agradecida de que hubiera terminado.

Lo siguiente que recordó fue que estaba en la enfermería con Recovery Girl. Se sentía agotada. Los recuerdos de hace unos momentos aparecieron y se levantó tan rápido como pudo para buscar a su compañero.

–Quieta ahí niña, él todavía no despierta y tú todavía no estás bien del todo. –La anciana dejó los papeles que estaba revisando sobre la mesilla y se acercó a la joven para revisarla.

–¿Está bien? –Recovery Girl sonrió, ni siquiera había preguntado por ella misma.

–Sí, sólo está muy cansado, utilizó demasiado su singularidad. Además de eso no pasó nada más. –Suspiró aliviada, seguía con vida y estable si sólo estaba durmiendo.

–Pero, entonces... ¿Su cerebro está bien? Él siempre queda muy mal, ¿no tendrá un daño permanente? –Si se volvía más idiota de lo que ya era, sería un gran problema. O tal vez había logrado conectar las neuronas que le faltaban y al despertar sería todo un genio. No, muy conveniente y, además, era Kaminari, no sería él si dejaba de ser tan estúpido, tan tiernamente estúpido.

–No, nunca llegó a ese punto, le hicimos algunas pruebas, pareciera que nunca hubiera utilizado su singularidad. Puede que más bien tú nos ayudes a saber qué pasó. ¿Qué estaban haciendo? –La chica entendió el sentido de su pregunta y alcanzó un color rojo brillante muy peculiar.

–¡No hicimos nada! O sea, ya sé que pasó algo, pero me refiero no es lo que usted cree. –Sus extensiones se agitaban como la cola de una serpiente de cascabel mientras sus manos cubrían su rostro.

–No creo nada niña, tranquila, sólo necesito que me cuentes y sé muy sincera, así sabremos si tu amigo tiene algún problema. –La anciana sonreía tratando de darle calma a la joven. Después de todo estaban en una etapa complicada, no podría juzgarlos si habían perdido el control, tampoco es que fuera la primera vez que sucedía algo así.

Tomo aire y ordenó sus recuerdos, debía ser lo más sincera posible, se trataba de la salud y probablemente la vida de Kaminari. Se sentó en la camilla y empezó a relatar con todo detalle lo que había sucedido.

–Oh ya veo, pues probablemente los salvaste a ambos. Al hacer la conexión a tierra debiste desviar la corriente al macetero, por eso estás bien y por eso la electricidad no llegó al cerebro del muchacho. Tuvieron suerte de que Eraserhead viera la luz. Él fue quien avisó a Nemuri y a mí y se metió por la ventana de tu cuarto. –La pelivioleta se sintió aún más avergonzada. Respetaba mucho a su ex tutor, esperaba que él tampoco hubiera malinterpretado la escena, sobretodo, después de que ella le pidiera que los dejaran juntos. Su sonrojo se intensificó, nadie tenía que haberse enterado siquiera que el chico había pasado la noche en su habitación y ahora hasta su profesor los había encontrado abrazados en medio de una situación muy alarmante.

My Messy AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora