Impostora

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Bakugo: ¿Para donde orejas?

Jiro: ¡Aquí! ¡Ésta puerta! –El chico pateó con fuerzas y entraron ambos. Vieron a Toga disfrutando mucho de su tortura sobre un estudiante completamente bañado en sangre. La morena se tensó cuando no pudo sentir el pulso del chico. – ¡Lo mataste!

Toga: Ohhh pero si es Kaachan. –Se veía molesta de verlo. De pronto su expresión cambió. –A ti no reconozco, ¿eres amiga de Ochaco? Tu rostro asustado es tan lindo, ¿quieres ser mi amiga? –La chica se tiró contra ella, pero el rubio pudo alejarla a tiempo con una explosión.

Bakugo: Hoy no maldita loca. –Empezó a atacar con sus explosiones.

La rubia saltó por la ventana y el explosivo no dudó en saltar tras ella. Jiro aprovechó que ellos dos estaban distraídos para acercarse al chico y comprobar si realmente estaba muerto. La rubia sólo se había colgado del borde de la ventana e ingresó de nuevo cuando vio salir al explosivo. Se tiró contra la pelinegra y sin perder el tiempo incrustó un cuchillo en la zona del abdomen empezó a beber su sangre directamente de la herida. Jiro estaba completamente petrificada por el miedo.

Bakugo: ¡VEN AQUÍ PERRA! –Ingresaba nuevamente al cuarto topándose con la horrenda escena.

La villana tomó la forma de su compañera en un instante y formó una sonrisa enfermiza que enfureció mucho al rubio. Éste recordó que su compañera era muy sensible a los sonidos, así que empezó a explotar todo lo que podía para desconcertar a la transformada, que en instantes se retorcía en el suelo. La original conectó a tiempo sus jacks al filtro, permitiéndose resistir a los estruendos. El rubio planeaba atacar directamente a la psicópata, pero vio que su compañera se desplomó, estaba sangrando mucho. La transformada aprovechó la oportunidad y salió del lugar tan rápido como pudo.

Bakugo: Escucha orejas, esto puede doler, pero ayudará.

Se acercó a la zona afectada y dejó caer un poco de su saliva en la herida, la pelinegra ni siquiera pudo ver o sentir nada. Creó explosiones pequeñas en su mano y la acercó a la zona cauterizando la herida mientras Jiro se quejaba un poco reprimiendo un grito por el dolor. La cargó y saltó por una de las ventanas, sería más rápido que usar el ascensor.

Al ingresar a la sala se encontró con Mina sosteniendo a la impostora y sintió cómo la rabia se combinaba con un poco de ansiedad. No escuchó lo que dijeron sus compañeros, bajó con cuidado a la joven, agradeció que su novio estuviera cerca para cuidarla.

Bakugo: Mina, aléjate de ella... -Se dejó llevar por sus impulsos y la atacó. –¡Sero! Captúrala. –Se alejó al ver que las cintas estaban cerca.

Mina: Bakugo, ¿Estás bien, estás temblando? –La vio segura y empezó a respirar con calma para controlar sus latidos.

Bakugo: Debemos salir de aquí pronto. –Acercó una mano al rostro de su compañera para hacerle una caricia. Escuchó un sonido fuerte y volteó a ver por una de las ventanas como unas llamas azules se elevaban tan alto que pudo verlas sobre los otros edificios. Aún no estaban a salvo. –Mina, vete.

No escuchó qué más le dijo la chica, sacó una de las botellas que guardaba por si acaso con las sustancias de su compañera y se bañó en ella para enfrentarse sin problemas a Dabi y salió a toda velocidad. La rosada gritó el nombre de su compañero en vano, decidió simplemente obedecer y sacar a todos de ahí.

Mina: ¡Kaminari! Llévatela ahora, vamos todos. –Recordó a su compañera. – ¡Uraraka! –Salió corriendo y se topó con un mago sonriente.

Mr. Compress: Lo lamento, pero tengo que llevarme a Toga también. –La rosada se plantó frente a él. –Con per –la rosada no esperó a que terminara, roció su líquido con una mano y sacó un encendedor con la otra envolviendo al mago en sus llamas.

My Messy AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora