My Messy Academy

Carcajada

La pequeña peliplateada dormía plácidamente entre sus dos padres con una gran sonrisa en su rostro. El día fue largo pero agradable, sin dudas uno de sus favoritos. Por fin pertenecía a una familia y se sentía querida y protegida. Hace algún tiempo ya tenía esa sensación estando bajo la protección de Eraserhead, pero siempre le angustiaba pensar en la posibilidad de que éste se alejara una vez completado su entrenamiento. Ahora ya no debía temer más, tenía a dos héroes increíbles cuidando de ella.

Uno de ellos no lograba conciliar el sueño aún, se sentía muy fuera de lugar en ese momento. Era muy feliz viendo la sonrisa de su hija al dormir, pero se preguntaba si realmente la merecía o las merecía, a ambas. Fue unido a la pequeña por lo conveniente que era su singularidad para el caso. Logró apegarse mucho a ella en poco tiempo, pero probablemente habría más de una persona afuera que podría cumplir mucho mejor ese rol de padre. Ni qué decir del papel de esposo, la situación con la peliverde era un poco más complicada por el tiempo que llevaba su historia y lo negativa que había sido hasta hace unos meses.

Su querido mejor amigo, Present Mic, había decidido hablar con él días antes. Aún rondaba por su cabeza todo lo que le dijo, sabía que tenía razón, pero qué debía hacer ahora después de la declaración de su colega esa tarde. Ella se estaba rindiendo poco a poco en cuanto a sus sentimientos por él, justo cuando él empezaba a liberarlos.

Yamada: Espero que no estés considerando aún la idea de divorciarte. Sé que aún no están casados, pero tendrán que, en menos de un año. –Entregaba una lata de cerveza a su amigo y se acomodaba en los muebles de oficina.

Aizawa: Todo dependerá de ella, la adopción fue más rápida de lo que esperaba. Lastimosamente no podría pedir la custodia ahora, por eso debemos seguir con los planes nupciales. No quisiera involucrarla más, pero Eri se ve muy feliz con ella y Fukukado también.

Yamada: Deja de pensar un momento en la pequeña, sé que todo esto fue por ella, pero tú y yo sabemos que Emi-chan y tú, llevan mucho tiempo con esto y todos esos años merecen ser evaluados independientemente. –El moreno evitaba hacer contacto visual. –Escucha bien Shota, los primeros años entendí perfectamente las razones de tu rechazo y era incomprensible para mí el interés que tenía Joke en ti. En ese entonces sólo tenía dieciséis y tú dieciocho, yo también habría huido, era una niña. Pero esos dos años de diferencia ahora son nada, veintinueve y treinta y uno, no son nada hermano, lo sabes. –El moreno no respondía. - ¿O sigues molesto por tu día blanco?

Aizawa: ¿Mi qué?

Yamada: Es que todos tus días parecen ser negros, ese día... -Hacía todo lo posible para contener una carcajada.

Aizawa: Oh, eso...

Años atrás, en su primera misión como héroe después de graduado, Eraser tuvo que enfrentarse a un civil que podía controlar el clima con sus estados de ánimo. Una singularidad muy peligrosa que nunca había causado estragos, pues el joven era oficinista y nunca se dedicó a entrenar su poder. Sin embargo, ese día fue rechazado cuando pidió matrimonio a su enamorada de toda la vida. El sentimiento fue tan fuerte que en pleno verano estalló una tormenta apocalíptica. La situación se complicó cuando un villano con la capacidad de controlar el agua a su antojo aprovechó la situación para asaltar uno de los bancos cercanos.

Present Mic casi no podía usar su singularidad, pues el ruido era tal, que su voz pasaba desapercibida. El joven Aizawa estaba en un dilema, sin saber bien a cuál detener. Se decidió al ver que una chica era atacada por el villano. Saltó frente a ellos y detuvo la singularidad del villano. Éste se dio cuenta de la habilidad de su oponente y se acercó para atacarlo directamente. En ese entonces el héroe no era tan bueno con las peleas cuerpo a cuerpo. Después de recibir los dos primeros golpes ya estaba casi abatido. La peliverde de coletas dio un grito desesperado liberando su singularidad a una escala que nunca antes había alcanzado. La depresión que sentía el muchacho rechazado desapareció en cuestión de segundos, empezando a reír como nunca en su vida, al igual que todas las personas a unos doscientos metros a la redonda, incluido Eraserhead.