Enredos

135 15 8
                                    

Después de esa conversación que lo había dejado por los suelos, el chico debía tener una conversación más. Esperaba que fuera mejor que la anterior, la última vez que se acercó a hablar con él las cosas terminaron muy raras. Tomó aire unas cuantas veces antes de tocar su puerta y esperó una respuesta.

Bakugo: Oh, pasa. –Se le hacía extraño verlo ahí después de tanto tiempo, pero le alegraba.

Kirishima: Oye, la última vez no pude decirte todo lo que tenía planeado y todo se volvió confuso. No quería apartarme tanto. Así que quería ser sincero contigo, valoro muchísimo nuestra amistad y es lo último que quisiera perder. El día que vine a hablar contigo iba a confesarte que me gustaba Mina y a pedirte algún consejo para poder aclarar el tema del que hablamos primero con ella. Con eso dicho –Se inclinó haciendo una pequeña reverencia. –Disculpa Bakugo, no puedo aceptar tus sentimientos.

Bakugo: Oye tranquilo, en ningún momento me confesé, ¿o sí? –El chico volteó confundido. –También debería disculparme, no estaba seguro de lo que sentía y sólo me dejé llevar por una conversación que tuve con Mina. Pero tranquilo, también valoro mucho nuestra amistad, así que no hay problema. –Era cierto, ahora tenía algo más en qué pensar y de lo que no estaba seguro aún, pero se alegraba al saber que eso podría solucionarse pronto. –Sabes, si ella te gusta, deberían arreglar las cosas, el sentimiento es mutuo.

No sabía por qué le incomodó decir lo último, pero esperaba que cuando ellos empezaran a salir, las cosas volvieran a la normalidad. Después de todo, ambos eran sus amigos.

Kirishima: Si, respecto a eso, ella me rechazó. –El rubio hizo un movimiento brusco y conectó nuevamente con la mirada del pelirrojo.

Bakugo: ¿Te dijo por qué?

Kirishima: Pues, dijo que no sabía si se sentía igual ahora y que tenía algo enredado. Supongo que encontró a alguien más cuando me alejé. –Se sentó en la cama de su amigo.

El rubio estaba procesando la información. No podría ser que ese alguien fuera él, o tal vez sí. Sólo habían compartido un par de beso y ahora eran más cercanos. Aun así, sentía un pequeño cosquilleo en el pecho al pensar en esa posibilidad. Volteó a ver a su compañero al costado.

Bakugo: ¿Cómo te sientes?

Kirishima: ¿A qué te refieres? ¿Por lo de Mina? Pues obviamente me duele un poco. Me tomó mucho tiempo aceptar que me gustaba y cuando todo parecía ir bien, siento que todo quedó en nada y no sé, es un poco decepcionante. Ella también se veía un poco conflictuada, espero que pueda solucionar rápido lo que le esté pasando. Así al menos podríamos conservar nuestra amistad bien.

El rubio dudaba que fuera tan sencillo, todo esto era nuevo para él. Si realmente era él el causante de su enredo mental, probablemente tomaría más tiempo y tal vez más enredo. Empezaba a preguntarse qué debía hacer ahora con su amigo, cuando vio que éste fijó la mirada en su mesa de noche y se levantó.

Kirishima: Oye Bakugo ¿Qué demonios es esto? –Sostenía en la mano un frasco de gel rosa que resaltaba de sus demás pertenencias porque no encajaba en esa habitación. –Bakugo, ¿tú sabes lo que pasa con Mina?

No podía rehuir esa pregunta, menos aun cuando el chico sostenía una botella de lubricante anti-acido que Recovery había entregado al chico el día que fue a que le curaran las quemaduras.

Bakugo: Probablemente sí, pero tranquilo, puedes ver que está completo, no hay manera de que lo hubiera usado. –Suspiró.

Kirishima: Así que si era por ella. –No sabía cómo organizar la nueva información que estaba recibiendo. –Sabes, cuando estábamos en el colegio, una vez ella le quitó una paleta a un compañero y le dio una lamida por fastidiar. El chico no quiso perder y lamió en el mismo lugar que ella. Tuvimos que llevarlo a enfermería porque se quemó la lengua. En ese momento entendí que ella era literalmente ácida. –Lo miraba buscando una respuesta en las expresiones del rubio. –Cuando me besaron, evité que lo hicieran al mismo tiempo, porque yo puedo soportar su ácido endureciéndome un poco, pero tú no. –El rubio se mantenía inexpresivo. –Investigué un poco y es común en personas con singularidades de su tipo, por eso hay una amplia gama de productos en el mercado que neutralizan éstas sustancias para que puedan tener una vida normal de pareja.

My Messy AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora