Sentimientos electrizantes

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Las clases terminaron y la profesora llamó con un gesto a dos alumnos. Jiro y Kaminari salieron juntos y se dirigieron a la oficina de los profesores. Éste hecho no pasó desapercibido por algunos de sus compañeros. Mina se preguntaba si tenía que ver con la actitud de esa mañana.

–Supongo que saben que lo que pasó ayer fue muy peligroso. Confío en su explicación, pero no puede volver a pasar. En cuanto a su petición, es muy arriesgado, pero como Recovery Girl dijo que sería una buena oportunidad para que su aprendiz practique y Nezu se veía animado, pues... –Los chicos se miraron confundidos. –Bueno, tienen mi consentimiento, llenen éstos formularios, en dos días tendrán acceso a un campo aislado, mucha suerte, en todos los sentidos. –Al finalizar guiñó un ojo y sonrió con picardía haciendo que los chicos se sonrojaran.

–Muchas gracias profesora, esto es muy importante para mí, bueno, para ambos. –Kaminari evitó mirar a su compañera, todavía se sentía cierta incomodidad entre ambos.

La noche anterior sucedió un hecho, en efecto, muy peligroso. Se sorprendieron mucho de que nadie lo hubiera notado. Sin embargo, estaban felices de haber descubierto una conexión más entre ellos, una muy poderosa.

Hace una semana...

Era increíble, casi no podía reconocerlo, ¿qué estaba mal con él en las otras clases? Estaban por completar el tercer grupo de ejercicios de circuitos eléctricos, un par de cosas más y podrían pasar a corriente alterna. Éste tema era el importante y según su propia experiencia era más sencillo de resolver que los ejercicios con corriente continua.

Lo gracioso se todo, era que podían hacer la práctica ahí mismo. Jiro tenía un multímetro, que era un aparato que servía para medir voltaje, amperaje (corriente) y resistencia. Se sorprendieron al ver que sí podía controlar su electricidad y mantenerla continua. Por teoría la chica sabía que nuestro cuerpo podía funcionar como una antena, creando una fase, pero le explicaría sobre bobinas y capacitores más adelante.

A ese punto ya eran capaces de comunicarse por código morse, bueno, casi. Les faltaba practicar un poco más con el código pues era como aprender un nuevo idioma. Se reunieron los siguientes días también para avanzar tanto con la teoría como con la práctica.

–¡Bien! ¡Ya lo tienes! Espera nono, esa era La, son 440Hz, intenta de nuevo. –Habían descubierto que Kaminari podía "tocar" canciones, ambos estaban muy emocionados.

–Juro que estaba a esa frecuencia, es que se me hace difícil hacerla con tan poco voltaje, es como si estuviera susurrando. –Tenían muchas cosas por mejorar, no era un sonido limpio y el sonido se distorsionaba mucho. Era el momento de poner los filtros a funcionar.

–¡Oh cierto! ¡¿Cómo pude ser tan estúpida?! El celular y todos los demás dispositivos funcionan con continua. –Su compañero sintió que todo se desmoronaba, ¿Acaso eso significaba, que todo su trabajo, era en vano? –No, no, tranquilo, no me mires así, no es eso. No te enseñé esto porque no lo pensé necesario y bueno tampoco creo que necesites saber cómo funciona. –Sostenía un cable con una pequeña caja negra en uno de los extremos. –Esto es un conversor análogo-digital, la música que escuchamos y las imágenes y todo están digitalizadas, no preguntes porque no pienso explicar. Sólo digamos que con esto mejorará todo, si todavía tenemos problemas podemos probar con un filtro pasa bajo, pero vamos a probar.

El chico se sintió muy bien, al menos comprendía la parte de los filtros. Miró atento como la chica conectaba el jack derecho y le hacía una señal para que empezara. Su expresión lo decía todo, había funcionado.

–Sí necesitaremos el filtro, pero ¡funciona! –Daba pequeños saltos sobre su cama como una niña pequeña. –Te voy a ser sincera, creo que no teníamos por qué llegar tan lejos, con el morse era suficiente, pero estoy muy feliz con esto, cuando mejores tu lectura de partituras podrás tocar canciones sin necesidad de instrumentos, ¡eso es genial!

My Messy AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora