My Messy Academy

Preparados...

Los chicos seguían reunidos en la sala, todos esperaban ver el resultado del juicio también, estuvieron agradecidos de que lo pasaran en vivo. Sin duda era un evento muy importante. Los chicos se veían muy emocionados por ver a su compañero en la televisión, pero al ver el desarrollo del juicio comprendieron que era un tema muy delicado incluso para ellos. La sentencia final fue dura de todas formas, estaba condenado a 23 años sin privacidad y a vivir en la miseria. ¿Cómo esperaban que sobreviviera 8 años sin un mísero centavo? Y encima trabajando como lo hacía antes.

Casi nadie se percató del regreso de su compañero hasta que estuvo muy cerca de la residencia. Sin duda la oscuridad de la noche era una buena cubierta para el héroe de las sombras.

Tan solo al ingresar a la sala sintió una ola de chicos que se lanzaron a abrazarlo. Su especialidad no eran las muestras de afecto, pero en ese momento no le incomodaba en lo más mínimo. Tuvieron una cena amena y ligera que estuvo llena de comentarios sobre lo genial que se vio el chico respondiendo las preguntas de los abogados.

Al finalizar todos se dirigieron a sus habitaciones. Las chicas se reunieron en el cuarto de Yaoyorozu porque tenía la cama más grande. Ya sabían que dormir en el piso o compartiendo una cama muy pequeña no era muy cómodo.

–¡Bien chicas! Primero quiero disculparme nuevamente por mi actitud hace unos días y pues, creo que ya tengo la mente más despejada, pero igual les comentaré lo que todas estaban esperando...

Se dio inicio a una larga noche en la que Mina contó que le gustaba su compañero pelirrojo sin mucho detalle y luego estuvo mandando indirectas divertida a sus amigas quienes prefirieron guardar silencio y la rosada respetó su decisión.

–*kero* No entiendo por qué te preocupaste tanto por eso, pensé que serías del tipo de persona que sólo se declara cuando está preparada *kero*

–Así es Tsuyu-chan, justamente no me siento preparada, primero tengo que estar segura de que yo le gusto también y sino tengo que tomar cartas en el asunto para que así sea. ¡Nadie puede resistir el encanto de la gran Pinky! –Todas reían con las gracias de su compañera, las tres chicas que sabían de su secreto entendían perfectamente que evitara los detalles más fuertes por los que no se declaraba. Sin embargo, las cuatro deseaban mucho tener la seguridad que su amiga mostraba en ese instante subida sobre el escritorio de Momo.

–*kero* Bueno, entonces supongo que es mi turno *kero* Todas voltearon curiosas, ¿Habrían escuchado bien? ¿Acaso ella también gustaba de alguno de sus compañeros? –Quisiera que me ayuden con Bakugo.

Se escuchó un grito muy fuerte de las cinco chicas que recibieron la petición. Si les resultaba poco creíble que a su compañera le gustara alguien y aún menos posible que alguien gustara de Bakugo, el shock de tener ambas posibilidades juntas era muy fuerte.

–Tsuyu-chan, eres una persona muy valiosa para mí y no pretendo juzgarte, pero, no sé cómo explicarme, estamos hablando de Bakugo-san. –Todas asentían tan preocupadas y confundidas como Yaomomo. –Yo sé que puede resultar ligeramente atractivo pero su personalidad es muy... -Ahora las chicas estaban descoordinadas entre las que negaban y asentían.

–*kero* Bakugo es atractivo, sí, y puede ser muy amable, pero no viene al caso Yaomomo *kero* -Estaban impactadas por la confirmación, a Tsuyu sí le parecía atractivo el chico más violento del curso, o tal vez de toda la academia.

Jiro y Uraraka empezaron a tratar de recordar claramente la imagen de su compañero para ver qué era atractivo. Mina y Toru sabían que su físico y rostro no eran desagradables, si no tuviera esa actitud probablemente estaría a la altura de Todoroki que era el chico más guapo del salón. Pero la realidad era otra y Bakugo sin esa personalidad no sería él, tenía cierto encanto en sus explosiones.