My Messy Academy

Chicas malas

Moe: ya tenemos todo listo Fuyumi-san. –La joven volteó a verla sorprendida.

Fuyumi: ¿Me llamaste por mi nombre? –Se formaba una sonrisa en su rostro.

La relación con la heroína no fue la mejor desde el inicio. La chica admiraba mucho a Endeavor y a pesar del video publicado por su hermano mayor, ella seguía siendo muy fiel a su antiguo jefe. No le gustó nunca el verlo tan solitario y siempre tuvo una mala imagen de la madre y los hijos del héroe.

Cuando conoció a Shoto Todoroki se encariñó rápidamente con él, le gustaba trabajar con él en la agencia porque su jefe se veía animado, como ningún día desde que ella empezó a trabajar. Pensó que se llevaría bien con los hermanos una vez que los conociera, pero tenían sus diferencias. Fuyumi trató de que ambas fueran cercanas ya que trabajaría ahí a partir de ese momento, pese a no estar completamente preparada, pues ella había estudiado para ser docente y siempre se apartó de los héroes.

Fuyumi: ¿Es por la reapertura? Sabes, eso me hace muy feliz, no pretendo forzarte a que lo sigas haciendo. Si fue un accidente lo entiendo, pero me gustaría que seamos más cercanas, eso ya te lo había comentado. –Sonrió.

Moe: Bueno, parece que no se va a poder. –Empezó a cambiar de forma. –Porque ella no está aquí. Pero yo puedo ser tu amiga Fuyumi-chan. Levantó el cuchillo ante una Fuyumi aterrada que cayó al suelo.

Toya: Toga, basta, sabes que la necesito viva. –Una voz se escuchaba cerca. La mayor de los Todoroki buscó en todas partes y no logró ver a nadie. De pronto cayó una cuerda por uno de los ventanales de la oficina.

Toga: Ohhh nos separamos tan pronto. Pero tendremos mucho tiempo juntas después. –Ató a la chica mientras se convertía en otro de los héroes de la agencia. - ¡Está lista Toya-kun!

La mayor se aterró al escuchar ese nombre. Intentó zafarse, pero no pudo, en un instante estaba afuera del edificio. Se había golpeado una pierna al salir y ahora se encontraba en los brazos de su hermano. Llegaron a la azotea de un edificio cercano.

Toya: ¿Qué tal hermanita? ¿Me extrañaste? Yo también. Es una lástima que el viejo ya no esté con vida, de ser así serías la tercera en morir, pero bueno, el orden de los factores no altera el producto, siempre y cuando el pequeño Shoto sea el último, sufrirá tanto como debió nuestro padre. –La chica no podía hablar del miedo.

Intentó reunir todo el valor posible mientras que el chico parecía esperar una llamada e intentó correr. El chico se dio cuenta y se acercó lentamente a ella disfrutando del terror que veía en su rostro.

La chica llegó a uno de los extremos del edificio. Podría correr alrededor, pero sabía que sería inútil, se dejó caer resbalando lentamente en la esquina de la azotea. Empezó a llorar. Levantó la vista y vio que el chico estaba cada vez más cerca, entonces una pequeña pluma roja se colocó justo frente a ella. Pensó que sería lo último que vería y la apreció, era una pluma muy hermosa en un momento tan horrible de su vida. De pronto sintió que una sombra la cubría, vio unas llamas azules y se vio sumergida en una profunda oscuridad

Tsukuyomi llegó en el momento preciso, se lanzó hacia la chica y la cubrió de las llamas. El protector que le había hecho Yaoyorozu era más que suficiente a esa hora, pronto anochecería y no tendría problemas.

Se disponía a saltar cuando el chico giró extendiendo sus alas. La punta de una de ellas lo alcanzó haciéndole una herida en el abdomen. Se había confiado porque el modo de ataque de Dabi era a distancia y sólo con las llamas. Ahora tenía una apariencia mucho más aterradora. Partes de su cuerpo habían sido reemplazadas con partes de Nomu. Supuso que se debía a los daños que recibió meses atrás. Nadie pudo prever que él se atrevería a hacer algo así. Además de que ya no contaban con el doctor.