¿Podrías Llegar A Amarme? [Amane X Tsukasa]

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En una cafetería se encontraban dos chicos tratando de decidir que comerán — Sempai — llamo algo serio el chico de pelo rubio.

La daikon se encontraba muy distraída, seguía pensando en su amigo, Amane, Kou sabia eso, así que sus ojos brillaron cuando una idea paso por su mente.

— Sempai, que tal si le llevamos unas donas a Amane-kun — Nene sonrió por la idea — ¡Buena idea Kou! — la peliplata tomo la mano del pelirubio para llevarlo hacia donde se encontraban las donas.

— Amane-kun debe de sentirse mal, debe de estar aburrido, así que le daremos una sorpresa con su postre favorito — decía eso mientras hacia un pueño de victoria.

Los dos chicos tomaron las donas y también llevaron algo para ellos, pagaron y los dos dispuestos a ir a pasar el rato con su amigo, pensaban quedarse a comer ahí pero después de su idea preferirían comer con su amigo.

— Vamos, después sera mas tarde — Kou asintió y fueron por su camino.

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La casa de los Yugi estaba infestada de sus fermonas mezcladas, los dos estaban fuera de control, Tsukasa se dejo llevar, no le importo nada de lo que pudiera pasar, mientras que Amane no estaba consciente de lo que estaba haciendo y de lo que estaba por hacer.

— A-Alfa ~ — Tsukasa se aferraba a la espalda de Amane, dejando marcas de rasguños, las embestidas aumentaba y Amane sostenía con fuerza los muslos de Tsukasa.

Solo se podían escuchar los gemidos y jadeos de los dos — C-Creo que me v-voy a... — sus brazos se aferraban a las sabanas blancas — si, hagamoslo juntos — y así terminaron los dos.

Amane se acerco y beso a Tsukasa después se fue besando su cuello al punto de llegar al lugar exacto para marcarlo.

— P-Por favor puedes hacerlo — Amane lo miro por un momento y mordió el cuello de Tsukasa, el contrario chillo, después Amane lamió la marca y miro a Tsukasa un momento, para después caer rendidos ambos.

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— Espero no molestarlo — miro el suelo deprimida por un momento, Kou no tardo en hablar para animarla con una bonita sonrisa de parte del rubio.

— ¡Tranquila sempai! Estoy seguro que Amane-kun le gustara — la daikon sonrió suavemente y después volteo a la puerta, toco el timbre de la casa y esperaron con una bolsa de donas en sus manos.

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Amane abrió sus ojos después de escuchar que llamaron a la puerta, se levanto de la cama, pero se detuvo cuando se dio cuenta de la situación.

Abrió como platos, no recordaba lo que había pasado después de llegar de la escuela.

— T-Tsukasa, levántate — Amane toco a su hermano para que se levantara, estaba molesto y preocupado.

— ¿Pasa algo Amane? — el contrario se ponía su camisa — Tsukasa, levántate vamos a hablar cuando regrese — Tsukasa abrió sus ojos de inmediato cuando escucho que Amane se iba.

— ¡Amane! ¿a donde vas? — se levanto de la cama sujeto a su hermano de la camisa — Están tocando las puerta, quédate aquí y no vengas — soltó su camisa y se sento en la cama.

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Los chicos seguían esperando una respuesta en de parte de su amigo — Yo creo que ya se fue a dormir — toco su cabello mirando hacia abajo, de repente sonó como la puerta se abria.

— ¡C-Chicos! ¿que hacen aquí? — dijo algo nervioso.

— A-Amane-kun, pensamos en que seria buena idea traerte algo para comer, para que te sintieras mejor —
Le mostró la bolsa que tenia en su mano.