Say Something {Jimin & Jungkook}

Capítulo 65: Camino y partido.

        Chloe ya estaba caminando para su casa cuando escuchó a alguien llamar su nombre. Volteó y se encontró a Jimin corriendo hacia donde ella estaba. Llegó casi sin aire.

        -Con todo lo que contaste casi me olvido. ¿Te puedo contar mientras caminamos a casa? De todas maneras vamos para el mismo lado. 
        -Esta bien.

        Comenzaron a caminar hacia ambas casas. Cuando iban media cuadra y Jimin estaba por abrir la boca, se golpeó con una rama de un arbol y cayó al suelo. Chloe estalló en risa. Jimin la miró con el ceño fruncido y escupió una hoja que se le había metido en la boca al intentar hablar.

        -Bueno, al menos te reiste por pimera vez en todo el día.
        -¿Estas bien?
        -Perfecto.

        Chloe estiró su mano hacia él y Jimin la tomó. Lo ayudo a pararse y esta vez, esquivó el arbol. 

        -Te estaba por decir, que hace poco el novio de mi madre y Dany se mudaron a casa.
        -Lo se, Taehyung me lo mencionó el otro día mientras cenabamos.
        -Ahora que somos casi una familia, ya no nos falta la plata y pude comenzar a entrenar en un equipo de basket.
        -Jimin, ¿en serio? ¡Felicidades!

        Lo abrazó por el cuello y él la alzo y la hizo girar. La bajó y se sonrieron. Él aún tenía sus manos en la cintura de ella y ella al rededor del cuello de él.

        -Estoy muy feliz por ti.

        Jimin sonrió aun mas ampliamente antes de notar la posición en la que estaban. Rapidamente la solto y sus mejillas se tornaron de un leve color rojizo, mientras se aclaraba la garganta y proseguía su relato.

        -Hoy tengo mi primer partido. ¿Vas a venir?
        -¿Me vas a plantar?
        -Chloe...
        -Tranquilo, es solo un chiste -le sonrió-. No me lo perdería por nada de este mundo. 
        -A las 8 en el gimnasio pequeño de la ciudad.
        -Ahi voy a estar, no lo dudes.

        Lo abrazó y entró a su casa. 

        Jimin la miró cerrar la puerta y sonrió. Nada en este mundo lo ponía mas feliz que haber arreglado las cosas con Chloe. Estaba feliz. Con ella de nuevo, su mundo estaba completo. Solo tenía que buscar una manera de que vuelva a él...

        No, sería muy pronto. A penas terminó con Jungkook. No la presionaría. No le revelaría que la sigue amando, que nunca dejó de hacerlo. Pero estaría a su lado para cualquier cosa que ella necesitara.

        A la tarde, la sonrisa de Chloe volvía. Al prepararse para ir al partido había logrado despejar su mente de lo que le hacía mal y se había podido concentrar en algo que le hacía bien. Le encantaba ver que a Jimin no le faltaba nada luego de tantos años de luchar para poder comer.

        Se miró al espejo. Esa pequeña y tonta costumbre que tenía antes de irse a cualquier lado. Se acomodó el sweater, tomo un pequeño bolso y bajó las escaleras.

        -¡V, me voy! ¡Suerte con Dany!
        -¡Adios linda!

        Chloe basicamente corrió al gimnasio. No quería estar tarde, y quería un buen lugar. Pagó la entrada y se acomodó en una de las filas de arriba. Le encantaba ver los partidos desde arriba. La vista era genial.

        Despues de 15 minutos con los auriculares puestos y comiendo golosinas, el partido comenzó. Se quitó los auriculares y guardó el iPod en su bolso. Primero entró el equipo contrario y ella se mantuvo en silencio.

        Y cuando vió entrar a Jimin, primero en la fila, se emociono. Se paró y gritó, como todo el mundo estaba haciendo. Pero se le cayó una lágrima. Era el capitán. Jimin era el capitán, y no se lo había dicho. Le iba a dar un buen reto.

        Mientras hacían una pequeña intro se concentró en él. En su cabello marrón, ya un poco transpirado y pegado a su piel, posiblemente por los nervios. Sus musculosos brazos saliendo de la camisa de basket color morado. Y cuando volteó pudo ver en su espalda, escrito en blanco "Park Jimin, 16". 

        16 era el número favorito de Chloe. Y él lo sabía. Ante el pensamiento de que haya elegido ese número por ella, le temblo el piso -metafóricamente hablando-. Miro la sonrisa que él no podía quitar de su rostro y sus ojos hicieron contacto. Ella le sonrió.