Say Something {Jimin & Jungkook}

Capítulo 16: Enfrentarse.

Sonó la campana y los tres salieron juntos y riendo del salón. Tres horas se les habían ido de las manos y el día ya estaba a la mitad. A Chloe aún no le agradaba completamente la idea de que Eunjung esté tan apegada a ellos, pero estaba convencida de que con el tiempo se acostumbraría. Ademas, era amiga de Jimin y él estaba contento de tenerla; eso le bastaba.

-¿Qué tenemos ahora?-preguntó Eunjung.
-Una hora libre.-respondió Chloe.
-No. Yo tengo entrenamiento de basket.

Las dos chicas comenzaron a quejarse ante las palabras del chico, hablando las dos a la vez muy rápido y en un tono de voz muy agudo, con el que solía hablar Chloe cuando estaba enojada y resultaba que Eunjung hacía lo mismo, pero a esta altura los parecidos entre ellas no sorprendian a nadie. Intentaban recordarle lo sucedido y le pedían por favor que no vaya, que solo se afectaría a si mismo.

-¡Basta!-ambas se silenciaron de golpe- Ya les dije que voy a ir, no me van a hacer cambiar de opinión.

Eunjung posó su mano en el hombro de Jimin.

-Que terco eres.

Se alejó caminando, dejando solos a los otros dos.

-Jimin, por favor no vayas.
-Chloe no me lo hagas mas dificil.
-¡Yo solo intento...!
-Ayudarme. Lo se. No grites-su voz se mantenía dulce-. Estoy aterrado y necesito que me apoyes. Estaré bien, te lo prometo.

Ella soltó un largo suspiro de aceptacion. Se puso de puntitas y le besó la nariz, haciendo que el sonría.

-Ve. Fighting.
-¿Si me pasa algo iras a rescatarme como la última vez?
-No lo dudes, tu SuperWoman esta aqui.

Rieron. Él le dió un pequeño beso y fue hasta el gimnasio. Las manos le transpiraban y se las limpiaba constantemente en los pantalones. Intentaba mantenerse en calma, pero se le volvía dificil. Inhaló y exhaló profundamente varias veces y contuvo el aire mientras empujaba la puerta. Parecía que había llegado en el momento exacto. El equipo discutía por la falta de un jugador. Jimin pensó en Chloe e inmediatamente sintió un gran coraje. Olvidó todo su temor y caminó con tranquilidad hacia ellos.

-¿Y tu que haces aqui?-dijo Suga luego de que todos se callaran por unos segundos y lo miraran.
-Necesitan una persona y bueno, estoy aqui. Si mal no me funciona la memoria, me habían dicho que estaba en el equipo.
-De ninguna manera. ¿No te quedó claro con los globos?
-No es una mala idea, Min. -lo defendió el Nº6.
-Necesitamos gente y además, él es un buen jugador. Lo demostró antes de la broma.-continuó el Nª2.
-Pues a mi me parece una locura.
-¿En dónde encontraremos otro jugador como él? O mas bien, ¿dónde encontraremos otro jugador? -insistió el Nª4.

Todos estaban a favor de Jimin.

-No voy a dejar que un idiota así entre en mi equipo.
-No es tu equipo. Y ya vistre que todos están de acuerdo. No te cuesta nada dejarme entrar, de hecho te favorece.
-¡No vas a entrar!
-¡Dame una buena razón!-Jimin se sorprendió a si mismo con su atrevimiento. No dudó en continuar.-¡No eres superior! ¡No eres mejor que nadie! tengo el mismo derecho que tu a estar en este equipo y todos están de acuerdo. Que seas el capitán no implica que tomes todas las desiciones sin escuchar las opiniones del resto. Eso no es un líder, es un tirano. Además ya lo viste, tengo talento para esto y ustedes necesitan a alguien. No veo la razón de tu negación.
-Eres Park Jimin. Eso me basta para decirte que no.
-Si. Soy Park Jimin, y con mucho orgullo. Mira, no se que te sucede conmigo, pero estoy harto de la manera en la que me tratas.
-Eres patetico. Retírate.
-No pienso moverme.
-No me hagas arrastrarte fuera.
-Atrevete.

Y en el momento que Suga intento tomarlo del cabello como suele hacer para llevarlo a la salida, cayó al piso. Jimin había puesto sus manos en su pecho y sin dudar un segundo, lo había empujado con tanta fuerza que no se pudo mantener estable. Estaba indignado.

La furia en Jimin crecía. Estaba rojo y tenía los puños apretados tan fuerte que sus nudillos eran blancos. Miraba fijamente al de tez blanca a los ojos, sin temblar. Se sentía poderoso. Todos lo miraban incrédulos mientras el Nº16 y el Nº11 ayudaban a Suga a incorporarse. Nadie nunca había enfrentado al capitán de esta manera.

-Bien.-dijo Suga, rompiendo el silencio.-Estás dentro. Pero si vuelves a actuar asi...
-¿Que? ¿Que pasa si me enfrento a ti de nuevo?

Suga no logró decir una palabra. Se sintió inferior, y eso le molesto. Se dió cuenta de que ya no sería tan facil burlarse de Jimin y sintió que un pedazo de su vida se desarmaba. No lo dejaría de hacer, ni aunque se anime a enfrentarse a él. Nunca. Nunca lo dejaría en paz. Necesitaba ser así para estar bien. Quería estar bien. No podía estar bien en su casa, no podía enfrentarse a su padre.