punto de encuentro #3

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—Demi... lo lamento mucho, hijo mío —Escuché de repente la voz quebrada de mi padre, al parecer estaba llorando.

No entendía nada, mi vista estaba cegada, a oscuras, y la voz se escuchaba muy despacio, y a su vez, era como si estuviera debajo del agua por como se oía.

—Tu madre... ¿Esta mañana te dijo..? —un leve gemido de dolor lo interrumpió-. ... ¿Te dijo lo mucho que te ama como de costumbre?

"¡¿Mamá?!" Me pregunté, "pero ella ya no está con nosotros, ella se..."

—¿Qué sucede papá? —Interrumpió una voz, que inexplicablemente provenía desde mí, más bien era mi voz.

De repente, la oscura ceguera se me fue, y de a poco pude ver cómo se me fue aclarando la vista.
Pude ver a mi padre de rodillas delante de mí, llorando desconsoladamente, todo alrededor estaba vacío, era un blanco eterno e infinito, lo único que había era la presencia de mi padre.

—S... Sí, ella... —Al parecer le contestaba, pero no tenía control del momento, mi "yo" hablaba por sí solo—. ... Ella me dijo que puede sonar muy repetitivo, pero que cada vez que me lo dice, lo hace cada vez con más amor que la vez anterior, y sin importar que esté enojado con ella.

"¡Esto lo recuerdo!" Me decía a mí mismo, pero no quería seguir oyendo nada, no quería recordar más nada de ese doloroso día, "¡Quiero despertar!" Intentaba gritar.

—Demi... Tu madre...

"¡Ya bastaa!" Intenté sublimar con mi grito interior.

—"¿Basta?" Pero si te estoy ayudando, carnal —Escuché la vos de Denzel.

Cuando me percaté, ya había despertado de golpe, diría que muy repentinamente. Sentí como si hubiese dormido por horas.

Me encontraba recostado sobre un tronco caído, se podría decir que me sentía mejor, aunque con un terrible dolor de cabeza, pero por lo menos ya no alucinaba tan intensamente.

Mi vista ya estaba muy clara y nítida, logrando de esta manera ver la cara de Denzel, pude notar que en sus labios había rastro de sangre.

—¡Qué asco! No me digas que tú has...

—¡¿Ya estás bien?! —Interrumpió desesperadamente Lían, alumbrándome la cara con la linterna de su celular.

—Acabo de recuperar la vista, idiota, lo que menos quiero es que me dejes ciego devuelta con eso —Chillé cubriéndome los ojos.

—Lo siento —Contestó retirando la luz de mi rostro.

—¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? —Pregunté frotándome la cabeza por el dolor.

—Apenas unos segundos —Respondió Denzel—. Por suerte no fue tan grave, ya que pude succionar la toxina en tu herida, aunque no estoy seguro de que estarás del todo bien, es más, creo que ahora ambos compartiremos alucinaciones, no fue una buena idea que digamos, me dí cuenta muy tarde.

—¡qué asco! —Volví a decir.

Aunque por otra parte me alivió que lo haya hecho, ya que pude despertar de esa terrible pesadilla.

—¿Crees que puedes seguir? —Preguntó Lían—. Solo faltan unos cuantos metros para hallar el cadáver de esa estúpida Marisa.

—¡¿Qué carajos te pasa?! ¿CÓMO QUE EL CADÁVER? —Me sorprendí de lo que dijo, casi quedando en shock nuevamente.

—¡Oye tranquilo! Solo te preguntó si puedes seguir caminando, nadie dijo nada de un cadáver —Respondió Denzel confundido por mi alteración.

—Ya debió comenzar a delirar —Afirmó Lían mientras me miraba con cara de pánico.

—¡oh mierda, mierda, mierda! Esto es peor de lo que pensé —Comencé a tener pánico mientras me golpeaba la cabeza—. Mejor terminemos con esto rápido antes de que empeore, vuelvan a sus posiciones.

—¡Enseguida! —Respondió Lían mientras alzó de nuevo su celular encendiendo la linterna—. En marcha, recuerden ver bien el cami...

De repente su linterna se apagó acompañado de una notificación, la cual indicaba que su batería ya se había acabado.

—!Genial! ¿Algo más? —Preguntó Lían en un tono sarcástico.

—Tendré que usar la mía —Dijo Denzel, mientras encendía la linterna de su celular.

—¿Cuánto tienes de batería? —Le pregunté.

—47%, tenemos batería para rato, pero de todas formas no deberíamos estar mucho tiempo aquí.

—Muy bien, cambiemos posiciones —Sugerí—. Tú Denzel ahora irás al medio.

—De acuerdo, moriremos de todos modos, y tú serás el primero, Evans.

—¡¿de qué hablas?! —Le grité sorprendido por lo que me contestó.

—¡Oye, relájate! Solo dije "de acuerdo"

—Demi, si escuchas algo fuera de lugar, solo ignóralo —Propuso Lían—. Eso es causa del efecto de los hongos alucinógenos.

—Cierto, lo lamento —Respondí confundido mientras volví a posicionarme detrás de un árbol.

—!En marcha! —Ordenó Denzel.

Y así, nuevamente retomamos el trote rápido pero ligeramente silencioso.

Pude ver que Denzel era más ágil que Lían esquivando los arbustos y plantas, y no le impedían iluminar con claridad el camino mientras corría, mantenía una sincronización perfecta.

De repente, Denzel frenó bruscamente y se posicionó lo más rápido posible detrás de un árbol delgado, pero no tan delgado como él.

—Lo veo y no lo creo —Nos susurró —. ¿Pueden verlo? Está allí adelante.

—¿Qué cosa? —Pregunté mientras asomaba mi cabeza por el costado del árbol en donde me escondía.

De repente, sin siquiera poder llegar a ver nada, pude sentir otra punzada en mi herida, esta vez más fuerte y dolorosa. Cerré mis ojos con fuerza por tanto dolor que me causó, pero al momento de abrirlos, inesperadamente experimenté la alucinación más horrible que pude haber tenido.

Los árboles de troncos delgados y negros, ahora estaban brotando una exagerada cantidad de sangre desde su tronco, como si de cataratas se tratasen.

—¡mierds! ¡¿Qué carajos pasa?! —Grite del infarto, con mi corazón latiendo a mil por horas.

—!Demi! ¿Estás bien? —Preguntó Lían mientras se mantenía en su posición.

—Oye carnal, intenta no gritar si ves algo fuera de tono —Protestó Denzel en voz baja con un tono despreocupado—. Solo enfócate en ver lo que hay allí adelante, se me acaba la batería.

Tú serás el asesino si continúas el juego.

—¿Quién dijo eso? —Interrogué.

—¿De qué hablas? —preguntó Denzel.

No puedes tocar lo intocable.
No puedes ver lo invisible.
No puedes envidiar el orgullo, y mucho menos el odio, Pierdes mucho tiempo buscando lo inexistente, Evans.

—¡Suficiente! ¡Cierra la boca! —Lancé un grito frustrante e irritado.

—¡Demi!! ¿enloqueciste?! —Se sorprendió Denzel—. Guarda Silencio, nos van a descubrir.

tus ojos no lo pueden ver todo, tu orgullo te causa ceguera.

Decidí finalmente no darle importancia a esa voz severa, por más que me aturdía en lo profundo de mi cabeza.

Me animé a ignorar los árboles ensangrentados para poder ver qué era lo que Denzel quería que yo viera.

A tan solo unos metros de nosotros, pude verlo con nitidez, se encontraba un círculo en dónde solo había tierra sin césped ni nada de hierbas.

—!Lo encontramos! —Suspiró Lían.

yo los encontré, Lían saracci —Nos sorprendió la voz burlona de una mujer.

Cuando me dirigí mi vista hacia ella, ya era tarde, tenía un arma apuntando hacia la cabeza de Lían.

ÁRBOL BLANCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora