punto de encuentro #2

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—Denzel ¡¿pero qué carajos te pasa ahora?! —Gritó Lían en un estado de shock, mientras observaba a Hisoka que se había quedado como un tronco.

—Lo siento chicos, tuve que hacerlo —Contestó Denzel calmado, como si no hubiese pasado nada, mientras giró su torso hacia mí, entregándome la pistola—. Toma Demi, la traje para ti, es de tu padre, mejor que ni se entere de que la he tomado de su cajón.

—¡¿QUE HICISTE QUÉ?! —Me sorprendí.

En ese momento no sabía cómo reaccionar, no entendía nada, y literalmente me había complicado la jugada en el momento en que tomó el arma de mi padre (la cual no sé en qué momento lo hizo)

Si mi papá se enteraba de todo, sería pollo frito.

—¡Enano, no evadas mi pregunta! ¡Explícame por qué hiciste eso!—Volvió a gritar Lían, esta vez más irritado y frustrado.

—Antes que nada... —Comenzó a hablar Denzel, acomodándose mientras apoyó su codo sobre el cuerpo de Hisoka—. En la primera reunión que tuvimos, búho negro dijo que nos veríamos pronto, y dio la casualidad que justamente al día siguiente, Demi conoció a Hisoka...–

—No me digas que te basaste solo en eso para hacer semejante disparate —Interrumpió Lían—. Pudo haber Sido el profesor Backer, o el director, o cualquier otro loco que haya estado en nuestro salón ese día.

—Si bien tu punto de vista tiene su respectivo sentido, hay un pequeño detalle que no estás teniendo en cuenta —Replicó Denzel, apuntándose con el índice la cabeza—. ¿No te parece sospechoso que Hisoka nos trajo aquí sin rodeos ni nada? Es decir, ni siquiera preguntó si era buena idea traer un niño de 13 años aquí, osea yo.

Al contestar eso, Lían y yo nos quedamos con la boca abierta por semejante observación.

Realmente me dejó impactado su manera de analizar la situación, en ese momento me di cuenta que todo el tiempo lo estaba subestimando.

—Y no solo eso —Prosiguió—. No le importó el hecho que hayamos venido sin armas o algo para defendernos, agradece que lo haya mandado a dormir, quién sabe lo que Iba a ocurrir si es que se trata de un impostor.

—... ¿Cómo se me pudo pasar por alto eso? —Susurré mientras me palmeaba la cara.

Aunque por un momento se me había venido un pensamiento similar a la mente, pero no quería oírlo, no me gustaba para nada la idea de imaginarme que un gran sujeto como Hisoka, fuera un impostor.

—Hermano... ¿Cómo carajos...?–

—No hay tiempo para esto, hay que actuar rápido ahora que estamos en posible ventaja —Interrumpió Denzel, saliendo rápidamente del carro—. ¿Qué esperan? ¡Vamos!

—Tiene razón, ya nos tardamos demasiado —contesté yo, saliendo del carro mientras guardaba el arma en mi cintura.

Al salir, me costó, pero finalmente me animé a contemplar en dónde me encontraba, el lugar estaba completamente verde al costado de las calles que se cruzaban entre sí, aunque con el césped muy corto, era parecido a una carretera en mitad del campo o algo por el estilo, no sé cómo explicarlo bien, ya que nunca en mi vida he ido a ese lugar.

Todo parecía un paisaje tranquilo, o al menos así parecía hasta que se me ocurrió la brillante idea de voltear mi mirada hacia la estación de servicio, al parecer estaba abandonada por lo maltratada que se veía, la oxidación predominaba más que nada en lo que ahora sería un tétrico lugar en donde estacionar, realmente daba escalofríos estar ahí de noche, donde la única luz que había era la de una farola que titilaba a unos metros de la estación, me sentía dentro de una película de terror, para colmo, la Luz tenue que nos daba la luna, no me tranquilizaba para nada, sabiendo que dependería de esta una vez haya entrado al bosque.

ÁRBOL BLANCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora